Mike Epstein escribió alguna vez un artículo para Atomix Mag en el que explicaba que hay una necesidad básica en todo gamer –una especie de comezón– por interacción para cierto momento del día y para días específicos; es como cuando llegas a casa después de un mal día de trabajo, o cuando esperas que tu novia se arregle para sali. No todos los videojuegos están hechos para llenar esa necesidad ni esos espacios, pero si alguien ha creado la fórmula perfecta que se requiere para ello, son Omega Force y Tecmo Koei con su saga de títulos Warriors.
Ojo: con lo anterior no estamos diciendo (ni Mike ni yo) que estos productos sean experiencias vacías, confinadas a entretenernos sin la necesidad de pensar pues, como fieles seguidores de este estilo de obras, sabemos lo demandantes y satisfactorios que pueden llegar a ser si uno se detiene a dedicarles su tiempo y a apreciarles en su totalidad. Tampoco es que todos sean lo mismo, y es que cada nueva secuela o cambio de franquicia, aporta algo nuevo a la ya probada receta para el entretenimiento tipo “Musou”. En esta ocasión, toca el turno de ver las novedades de One Piece: Pirate Warriors 2.
Esta nueva aventura del universo One piece se ubica en el contexto New World del manga y anime, pero ofrece una historia original que —aunque parece un mero pretexto— se agradece al contar con la intención de ofrecer algo nuevo incluso a nivel argumento. Si las palabras One Piece, New World o Monkey D. Luffy, no te suenan conocidas, no te preocupes. El juego está diseñado para ser disfrutado tanto por los fans más adentrados, como por los que llegan con curiosidad por el simple aspecto visual del juego.
La historia es la siguiente: Luffy y su pandilla pirata conocida como Los Mugiwara (sombrero de paja), encuentran un misterioso “dial”, un artefacto similar a una concha de mar que al activarse corrompe a los miembros de su banda, convirtiéndolos en versiones malignas de sí mismos. Ahora luffy tendrá que buscarles y tener todo tipo de enfrentamientos para liberarlos de esa condición. Al igual que en todos los juegos del tipo; la manera de lograr el cometido final es ir completando objetivos más pequeños y en sucesión por distintos lugares clave, a la vez que cientos —literalmente cientos— de enemigos se interponen en el camino.
Como ya mencioné, el argumento es un mero pretexto para darnos el control de Luffy y muchos otros personajes emblemáticos del manga, cada uno con sus movimientos, personalidades y hasta voces retratando fielmente a sus contrapartes de la serie animada. Aún si no les conoces, es fácil sentir empatía por la aventura del capitán pirata con la sangre más ligera que posiblemente ha existido, o enamorarse de personajes tan adorables y carismáticos como Chopper, el reno multiforma, o Brook, el romántico esqueleto reanimado. Hay múltiples personalidades a desbloquear y cada uno de ellos representa una manera distinta de gameplay en un juego que a simple vista siempre es lo mismo.
Controlamos a estos personajes con dos botones de ataque básico, cuadrado y triángulo, uno más para evadir (equis), y el círculo que desata ataques especiales cuando las condiciones son propicias. El esquema de control es tan simple como el objetivo del juego requiere, pero a medida que se avanza y obtiene experiencia se irán abriendo nuevas combinaciones de botones para combos más largos y devastadores. Contamos con una barra de energía que al llenar sirve para entrar en modo Style: en éste los personajes se vuelven ligeramente más lentos pero mucho más poderosos, por lo que es más fácil acabar con más enemigos en menos tiempo. Además si al acabar con un enemigo se estaba en Style Mode, aparece en pantalla la opción de usar el botón de círculo para llamar a un aliado; esto más bien significa tomar control de ese personaje externo y usar sus movimientos con un boost de poder aún mayor. Esto agrega un ligero toque de estrategia al juego pues las combinaciones de personajes son muy diversas y, debido a que los enemigos sobran, se puede llenar la barra de Style con relativa facilidad para aplicar estos súper ataques en contra de jefes o adversarios más problemáticos.
Como es costumbre de la serie de juegos Warriors, cada misión de desarrolla en un mapa compuesto por varias sub áreas cuyo acceso se va complicando según el objetivo. Empezamos con nuestro personaje en algún punto inicial del lugar y es nuestro deber ir conquistando territorios, acabando con los generales de cada área, encontrando dinero, premios y otros objetos. La historia, o gran parte de ella, se cuenta durante las mismas batallas, con diálogos entre los personajes que a veces es complicado seguir por el calor de la infinita batalla; pero siempre podemos ir a una sección especial del menu donde ver todas las interacciones que ya hemos superado en el modo principal de juego.
Hablando de los modos de juego, está ése que narra los eventos designados para el título, y otro más de desafíos a completar una vez que hayas adquirido cierto nivel de experiencia. En éstos es donde el juego presenta un verdadero reto para el jugador y es que si no tienes a un personaje en el nivel recomendado ni siquiera se te permite jugar.
Luego están las modalidades multijugador, las cuales aunque no difieren mucho de la experiencia de una sola persona, sí añaden un tanto de interacción social con otros usuarios. En uno de ellos puedes permitir que otro jugador se una de manera local a la aventura en pantalla dividida, ideal si tienes hermanos o amigos con quienes matar el tiempo; y otro donde emites y recibes señales S.O.S. de otros jugadores online, lo que significa acudir a ayudar a otro en la misión en que se encuentra o recibir este tipo de apoyo.
Cada personaje obtenido es una nueva gama de gameplay que te hará ir buscando entre tus favoritos para ver con cuál de ellos te acomodas más, pero también estos adquieren experiencia de manera individual. El juego se presta a rejugar indefinidamente por este característica, pero sí eso te desespera existe también un sistema de economía interno que te permite pagar por llevar a cada personaje a su tope. El dinero usado es en forma de medallas que obtienes jugando los mismos niveles, ya sea encontrando los cofres de tesoro en que se contienen o completando sub objetivos de cada mapa. Al final de cada misión hay una pantalla de resultados que te dice si te falto alguna recompensa; si les agrada los juegos que tienen innumerables tareas a completar y elementos a encontrar en cada stage, pongan One Piece PW2 en su máxima dificultad y aventúrense en esta experiencia.
Éste es un juego que definitivamente se disfruta más si eres fan de los eventos ocurridos en los mares de la obra de Eiichiro Oda, advertidos están de que inicia tras uno de los spoilers más significativos de la historia; el juego tiene una amplia variedad de contenido desbloqueable: arte, música, videos e información de los personajes. En general es una experiencia que te establece rápidamente y sin complicaciones su mecánica y te invita a jugar una y otra vez. Si bien, ni One Piece ni los juegos de Warriors de Koei son para todos, yo si los invitaría a darle una oportunidad a su estilo de juego y a la magia y simpatía de sus personajes.
Eso sí, de momento la única manera de conseguirlo oficialmente en nuestro territorio es vía descarga en la PlayStation Network y tiene un costo de juego completo en formato físico, lo cual no le es nada favorable. Por otro lado, poner este juego a disposición de los usuarios en América es un esfuerzo muy grande que Namco Bandai está haciendo por empujar este tipo de contenidos, por lo que comprarlo es una manera de expresar nuestro apoyo para que sigan llegando más juegos de la serie.
