Como consumidores o medios, solemos pensar que las compañías de videojuegos siguen patrones marcados para sus planes de negocio. En la temporada de fiestas de 2016 vimos al NES Classic Edition, mientas que en el mismo periodo pero de 2017, se lanzó el SNES Classic Edition, por lo que lo lógico es que para esta alturas, estaríamos recibiendo el N64 Classic Edition. ¿Por qué es que Nintendo no siguió con dicho camino?
En entrevista con Kotaku, Reggie Fils-Aime, presidente de Nintendo de América, explicó que la determinación se debió a simples decisiones estratégicas de negocio, puntuando que en los dos años pasados encontraron ventanas perfectas para lanzar los llamados NES Mini y SNES Mini, pero que en este 2018, simplemente no vieron oportunidades viables para hacer lo propio con una versión nueva del amado Nintendo 64, consola que por cierto, este año está cumpliendo dos décadas de existencia.
“Estábamos claros cuando lanzamos las otras dos consolas clásicas. Esas fueron oportunidades de negocio limitadas para usarlas como puentes entre lo que fue el Wii U y el Switch. Esa fue la razón estratégica por la que lanzamos el NES Classic Edition”.
“A pesar de que los consumidores estaban esperando algo nuevo, nosotros lo vimos como oportunidades de negocio limitadas. Hemos sido claros en que el gusto de nuestros consumidores por nuestro contenido clásico, se va a ver cubierto más y más por un modelo de suscripción”.
Al momento de que Reggie fue cuestionado de que si entonces, podríamos decir que un N64 Classic Edition había sido descartado, el directivo respondió lo siguiente:
“Jamás descartaría nada, pero lo que te puedo decir es que no está dentro de nuestros planes próximos”.
Fuente: Kotaku