Hoy se nos fue Leonard Nimoy. A sus 83 años, este actor falleció en su casa de Bel Air, en Los Ángeles. Se trataba de una enfermedad pulmonar crónica, información revelada por su esposa.
Este actor es legendariamente conocido por su eterno papel de Mr. Spock en el universo ficticio de Star Trek. No sólo se dio a conocer por este rol, ya que también tuvo grandes aportaciones en los campos de la poesía, fotografía, y música. Para interés de nuestros lectores, es destacable mencionar que también tuvo influencia en los videojuegos.
Seaman es uno de los títulos más polémicos, controvertidos y sobre todo bizarros que ha visto la historia de los videojuegos. El Dreamcast vio nacer este título producido por los estudios Vivarium y Jellyvision en 1999, posteriormente porteado a PlayStation 2 un par de años después.
¿Por qué tanto revuelo por este juego con un nombre tan raro? Para empezar, era uno de los pocos que aprovechaba las ventajas del micrófono de la consola de Sega, ya que gracias a éste se lograban la mayoría de las interacciones con el personaje principal.
El protagonista era un pez con cara de hombre, a quien Leonard Nimoy le daba vida con su voz en la versión occidental. Al más puro estilo de un Tamagotchi, adquiríamos a este pez como mascota, y a través de una serie de interacciones, nuestra misión era entender sobre la especie Seaman y cómo preservarla.
El deber del jugador era visitar a Seaman diariamente, acompañarlo por ratos y alimentarlo. La interacción era muy limitada, por lo que se podría decir que se trataba mejor dicho de una criatura de compañía más que de un videojuego. Podíamos construir una estrecha amistad con la extraña criatura, misma que podía llegar a insultarnos en caso de no se tratada de la mejor manera. ¿El objetivo final? Acompañarla a través de distintas fases de su evolución hasta que se transformara en una rana, igualmente con cara de hombre.
Este polémico juego fue motivo de una edición especial del Dreamcast con elementos del título grabados en la consola, a un precio de 39,800 yen.
También se lanzó una versión de navidad, aprovechando el furor y la temática de la época, a un precio de 34,800 yen.
Seaman llamó mucho la atención por su temática y la manera en que se podía interactuar con el juego. Contenía elementos bastante avanzados como líneas de diálogo que respondían a conversaciones pasadas, mostrando potencial para una buena inteligencia artificial. ¿Ustedes lo conocieron? Con alrededor de medio millón de copias vendidas, tal vez sea difícil que sean poseedores de uno.
