Yu Suzuki ha conseguido un lugar en la historia del entretenimiento gracias a su vasta experiencia creando videojuegos y una de sus sagas más memorables es sin duda Shenmue, la cual ha cumplido 30 años de existencia y significó una total revolución cuando arribó al mercado.
Todo comenzó con el deseo de narrar cuidadosamente la historia de Akira Yuki, el peleador de Virtua Fighter, sin embargo, conforme avanzaba el proyecto se decidió darle vida propia a Ryo Hazuki, quien se convertiría en el protagonista de esta aventura, por supuesto sin dejar de hacer guiños a Yuki en sus movimientos de combate.
El nivel de detalle de Shenmue es tan amplio gracias a que el señor Suzuki se trasladó a China por un periodo de dos semanas para conocer sobre paisajes, ambientación y artes marciales que plasmó a la perfección en el referido título de Dreamcast.
Para una producción lanzada a finales de 1999 en tierras niponas, la inteligencia artificial era desmedida, ya que todos los personajes tenían información biométrica disponible y podías interactuar con la mayoría de los objetos que se presentaban en tu camino, pero lo más representativo fueron los cambios meteorológicos.
En el tintero se quedó la apuesta por una bicicleta que sirviera como medio de transporte para Ryo Hazuki, pues con esta mecánica, los recorridos se sentían muy cortos y daba la impresión de que el mapa donde transcurría la trama era demasiado pequeño.
El tiempo límite para terminar el juego fue una constante en la trilogía de esta franquicia y aunque el margen para el efecto era bastante generoso, si se fracasaba, existen finales falsos en la primera y tercera parte, si es que no cumpliste con la restricción establecida.
Los derechos comerciales jugaron una mala pasada en occidente y se recurrió a contenidos genéricos, pues en Japón se presentaban las marcas Timex y Coca Cola, para el reloj de Ryo y los refrescos en las máquinas expendedoras, respectivamente.
Por si fuera poco, la obra maestra de Yu Suzuki tuvo el récord hace tres décadas al contar con el presupuesto más alto de la historia (superior a 50 millones de dólares) para un juego de video, tomando en consideración el pobre desempeño que tuvo el Dreamcast en tiendas.
La esencia de Shenmue logró enamorar a millones de gamers alrededor del planeta y se convirtió rápidamente en todo un clásico cuyas ideas siguen replicándose en nuestros días. Siempre quedará la espina clavada por el remake que fue cancelado hace algunos años debido a dificultades tecnológicas.