PS4
PS4
Supermassive Games
Sony Interactive Entertainment
13/10/2016
Pocas cosas causan tanta adrenalina como el horror, y así como funciona en el cine y la televisión, el terror también aplica muy bien para los videojuegos. Me considero bastante débil para las experiencias de horror aunque siempre me han gustado dentro de los videojuegos, desde aquel primer salto con el perro de la ventana en Resident Evil hasta los escalofriantes pasillos oscuros del atemorizante Outlast. Precisamente con este último juego puse a prueba mi poca valentía para el terror jugándolo después de media noche con audífonos con muy buen volumen, imagínense el masaje que le di al corazón con tantos sustos y eso que todavía no estaba completamente inmerso en un mundo de realidad virtual.
Supermassive Games, británicos que se lucieron el año pasado con la aventura de horror Until Dawn, ahora trabajaron en un spin-off de dicho juego para el PlayStation VR, el resultado es un producto de buena calidad pero también demasiado sencillo y corto, un shooter sobre rieles que nos da una idea de lo bien que funcionarán las experiencias de horror combinadas con la realidad virtual.
Les advierto, si tienen problemas cardiacos o son muy débiles a las experiencias de horror mejor les sugiero que dejen a un lado Until Dawn: Rush of Blood pues podría ser bastante perturbadora la experiencia.
Como spin-off de Until Dawn, Rush of Blood nos ofrece un shooter sobre rieles que se inspira en muchos de los elementos que vimos en el juego de PS4 del año pasado, y de igual forma que esa aventura, está muy enfocado a hacernos saltar del asiento, algunos de sus sustos están muy bien logrados.
Rush of Blood nos pone en una vagoneta en la que al igual que en cualquier juego de feria comenzaremos a dispararle a inocentes blancos y lo que parece una inofensiva montaña rusa combinada con una casa de terror tradicional se va convirtiendo en una retorcida pesadilla con psicópatas, espíritus y otras abominaciones que te darán sus por todos lados.
En total el juego ofrece siete montañas rusas con diferentes temáticas de horror en una narrativa no tan buena como el excelente trabajo que se hizo en el original Until Dawn, más bien cada una parecería una experiencia aislada si no fuera por un narrador que va uniendo la pesadilla y algunos miedos que se van sumando. Cada una de las montañas rusas dura un aproximado de 15 minutos, por lo que en aproximadamente dos horas habrás terminado con muchos sustos la aventura completa.
El juego está diseñado para jugarse con un par de controles PlayStation Move, cada uno de ellos es una pistola y puedes apuntar libremente a tu alrededor; si no tienes dichos controles puedes usar tu Dualshock 4 y su capacidad de detectar movimiento gracias al seguimiento de su barra luminosa. Fue precisamente con el control tradicional de la consola que jugué gran parte del juego, la única limitante que me encontré fue que no puedes separar las manos como con el par de controles PS Move, pero por otro lado me encontré con una experiencia mucho menos cansada al estar mis manos muy bien apoyadas en un solo control; probando ambos formatos puedo decirles que funciona muy bien la precisión el juego tanto con PS Move como con el DualShock 4 y estoy sorprendido con la capacidad de movimiento del control tradicional de PS4.
Las montañas rusas que el juego ofrece no sólo tienen como peligro los montones de enemigos que te encontrarás en el escalofriante viaje, también tienen peligros como sierras, chorros de líquidos peligrosos o fuego y otros obstáculos en el camino, por lo que además de disparar tendrás que agacharte o moverte para los lados esquivando obstáculos o, cuando se puede, dispararles para retirarlos de tu camino; al ser una montaña rusa habrá ocasiones en las que vayas muy rápido por lo que algunos usuarios nuevos con la realidad virtual podrían experimentar un poco de vértigo.
Los visuales del juego son buenos entre las experiencias de realidad virtual, el juego se mantiene casi siempre obscuro y con ese toque de juego de feria como escenario de una película de horror. En el original Until Dawn se te hacía un análisis psicológico para poner lo que más te daba miedo en el juego, en este caso no sucede eso pero cada una de las siete montañas rusas se enfoca en un tema que logra reflejar muy bien miedos comunes que tenemos las personas, y realmente se enfoca en causar tensión y sustos muy bien logrados gracias a las capacidades tridimensionales del visor y la inmersión de la experiencia.
Sin hacerles spoilers puedo decirles que tengo un miedo particular a las arañas, hubo una parte del juego en la que ya no quería seguir pues una de las experiencias realmente me causó un fuerte terror y de acordarme me sigue dando escalofrío en la espalda.
En general como paseo por escalofriantes lugares muy bien armados el juego funciona muy bien, la puntería con las armas es bastante buena para el juego y resulta bastante divertido en términos generales.
La verdadera estrella del juego es su audio tridimensional, y es el principal causante de la mayor parte de los sustos y la tensión general de la experiencia de horror. Gemidos a la izquierda, desagradables líquidos a la derecha, pasos a tu alrededor con la luz apagada… realmente lo que arma la mayor parte de la ambientación es escuchar lo que sucede a tu alrededor y terminar con un estruendoso susto que se corona con una aterradora imagen de un ser desagradable muy cerca de ti que sientes que casi te toca gracias al 3D estereoscópico del visor, les juro que hubo una ocasión en la que quedé completamente enroscado en mi asiento y con las manos sudorosas, mis gritos en los momentos de los sustos llegaron a poner nerviosos a los vecinos.
Desafortunadamente no todo es perfecto en Rush of Blood, y su pecado no es simplemente ser tan corto como para acabarlo en media tarde, sino que además pierde bastante variedad desde los primeros niveles. Si bien la temática de cada una de las montañas rusas está bastante bien lograda y los escenarios están muy bien ambientados, las mecánicas rápidamente se vuelven muy repetitivas al haber poca variedad de armas y mecánicas de juego, sustos que aunque son buenos se van volviendo muy predecibles con el paso de unos cuantos niveles y en general poca inspiración en el diseño general del juego.
Podemos decir que la dificultad es un punto positivo al tener muy buenos retos al elegir los niveles más altos, también las batallas contra los jefes de cada nivel son buenas y algunos de ellos tienen movimientos realmente aterradores. En el lado negativo tenemos que aunque hay caminos alternos como en todo shooter sobre rieles, realmente hay poco qué ver en esas rutas diferentes, lo que le resta bastante rejugabilidad al juego al que quizá únicamente regreses buscando los coleccionables que se encuentran en cada nivel o mejorar la puntuación en las tablas de líderes locales, de amigos y mundiales.
No les voy a negar que la pasé bien con Rush of Blood, o quizá lo más correcto podría ser decir que fue un dulce tormento aterrador, pero la verdad es que es un juego para un pequeño rato –un par de horas para ser precisos–, sus contenidos son muy pocos y desgraciadamente no es un shooter sobre rieles que por sus mecánicas nos invite mucho a la rejugabilidad fuera de buscar coleccionables, mejorar la puntería en dificultades altas o cazar grandes puntuaciones.
Como experiencia de horror es increíble lo que se puede lograr con la combinación de la inmersión de la realidad virtual y el magnífico sonido tridimensional. Me gustaría que el mismo Supermassive Games pensara en una aventura con narrativa profunda y flexible para VR como su juego del año pasado, donde las decisiones no sólo hacen el mundo más aterrador, sino que te pueden salvar o condenar. El estudio ya nos ha demostrado que son buenos para sumar miedos y generar tensión, esa es una gran cualidad que también en Rush of Blood han sacado a relucir.
Dicho todo lo anterior, podemos decir que Until Dawn: Rush of Blood es bueno en su gameplay, bueno en su ambientación con el que podría ser el mejor audio tridimensional entre los juegos de estreno de PS VR, pero carente de diseño memorable como shooter sobre rieles con pocos incentivos a la rejugabilidad, diseños de niveles bastante repetitivos y muy limitado en sus mecánicas. La mayor parte del puntaje que le otorgamos definitivamente va hacia la experiencia que supone y que por la realidad virtual es una de las más escalofriantes que ha tenido en su vida quien reseña el juego.
Es ese juego que le vas a presumir a todos cuando vean tu flamante PS VR en casa, o al que regresarás cada Halloween, lo bueno es que sólo cuesta $19.99 dólares, así que su propuesta no está muy alejada de su precio y sería buena recomendación para el momento en que estrenes tu visor.