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PS4
Tecmo Koei
Tecmo Koei
14/07/2015
Algo atractivo de los videojuegos es que los hay de todos los colores y sabores. Géneros y subgéneros sufren metamórfosis y se mezclan entre ellos para formar nuevas tendencias que satisfacen desde el usuario más mainstream, hasta el que busca los retos más complicados.
En un área que podría considerarse como el nicho de un nicho se encuentra la serie Deception, traída por una de las mentes maestras detrás de Fatal Frame. Koei Tecmo es quien se encarga del desarrollo y la publicación de este título, probando así que no sólo se dedica a publicar hack & slash de la serie Warriors, si no que es capaz de ofrecer contenido variado y para diferentes públicos.
Deception IV: The Nightmare Princess es un título de estrategia y puzzle. Se trata de una especie de edición especial que expande el contenido de Deception IV: Blood Ties, título que recibimos el año pasado en PlayStation Vita y PlayStation 3. Ahora por primera vez llega a la nueva generación de consolas, con toneladas de nuevo contenido y una que otra mejora gráfica -aunque nada impactante- que busca otorgarle valor a una caja más en el estante.
En el título original controlábamos a la hija del Diablo, Laegrinna, quien estaba en una misión por revivir a su padre a través de la búsqueda de 12 versos mágicos. A través de una campaña divida en misiones cortas, nuestro deber era colocar trampas para asesinar a pobres almas de las maneras más locas posibles.
Esta serie, que nació en el primer PlayStation, nos pone a buscar las maneras más sádicas, retorcidas o graciosas de asesinar gente a través de trampas. A lo largo de diversos escenarios, nuestra sobrenatural protagonista puede detener el tiempo e invocar aparatos que van desde lo burdo hasta lo más salvaje; es decir, desde calabazas huecas para cegar a nuestra víctima hasta hachas colgantes capaces de rebanar cabezas con el primer roce.
También es posible utilizar el entorno a nuestro favor, ya que en los escenarios temáticos encontramos peligros como lanzallamas, lanzas decorativas, cuchillas movedizas y muchos elementos más que en conjunto con las trampas que colocamos pueden desatar las muertes más devastadoras. Al final de cada nivel se nos otorga una calificación dependiendo de nuestro ritmo y sincronización, además de que también se evalúa el estilo con el que asesinamos: Brutalidad, Magnificencia o Humillación.
Ahora con Deception IV: The Nightmare Princess, regresa el mismo contenido pero sumado a una campaña completamente inédita con 100 misiones por completar, un estudio para crear a nuestros propios enemigos y misiones y un elemento en línea para compartir nuestras creaciones con otros usuarios y jugar con las suyas.
En esta ocasión vemos a un nuevo personaje, Valgyrie, hermana de Laegrinna que también busca revivir a su padre. La diferencia es que en esta ocasión la protagonista habita el reino de los sueños, y es a través de terribles pesadillas que puede conquistar el alma de sus víctimas para ofrecerlas como sacrificio y así revivir a su papá. Además, cuenta con la posibilidad de establecer contacto físico con sus presas a través de patadas, con las cuales puede empujarlas hacia las trampas o finalizarlas cuando se encuentran débiles en el suelo.
Esto no vuelve al título uno de acción, ya que al igual que con las trampas debemos esperar un tiempo de recuperación para volver a utilizar cada herramienta que elijamos. Conforme avancemos en la campaña iremos desbloqueando más trampas que también se agregarán al Deception Studio. Así, el juego se irá volviendo más complejo y difícil, requiriendo una mayor concentración y mejores cálculos a la hora de tender nuestras trampas en el escenario.
También para los verdaderos fanáticos del juego habrán sorpresas, ya que podremos desbloquear personajes de títulos anteriores de la franquicia con sus propias trampas y movimientos, creando una mayor variedad de posibilidades que dependerán de nuestra imaginación.
El Deception Studio, aunque innovador, resulta algo limitado, ya que al momento de crear enemigos sólo podremos cambiar su ropa y su arma principal. Al principio imaginé toda clase de escenarios en los que podía crear a personas a las que le trajera coraje para desatar mi ira en un videojuego, pero no pudo ser el caso y me tuve que limitar con las opciones que tenía.
Por otro lado, la creación de niveles sí es más variada, y me permitió visitar localizaciones medievales y otras más comunes como enfermerías o parques de juego. Poner muebles y trampas ambientales en su lugar fue bastante satisfactorio, y descargar niveles y retos de otras personas fue una tarea bastante sencilla que seguro a los más entusiastas les dará horas y horas de diversión.
Si hablamos de gráficos, el título no brilla, ya que se trata de un juego que también se encuentra en una portátil y que fue adecuado a PlayStation 4 de una consola de generación pasada. Aunque nunca experimenté bajones de framerate u otro tipo de problemas técnicos, si se nota el desfase generacional en las animaciones de los personajes y los bordes de las texturas. No es despreciable, pero sí de debe tener conciencia de que estos detalles existen en un título de PlayStation 4.
Se agradece el impecable apartado sonoro con el que cuenta el juego, ya que aparte de ofrecernos voces originales en japonés con subtítulos, también cuenta con increíble música que destaca por ser uno de los elementos más llamativos del título. Los detalles narrativos se dejan un poco del lado para darle más enfoque a la jugabilidad, ya que los diálogos ocurren presentando a los personajes como imágenes estáticas en cortes que funcionan más como un puente entre misión y misión que como una historia por sí misma.
En Deception IV: The Nightmare Princess nos encontramos un juego de puzzle donde la sincronización y el ritmo son indispensables para salir victoriosos con los puntajes más altos. Muchas veces repetiremos misiones una y otra vez hasta encontrar la combinación de trampas perfecta. Aunque flaquea en otros aspectos, se perfila como una buena manera de escapar de la inundación de títulos que bombardean el mercado con gráficos apantallantes y disparos por doquier.