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Rovio
Rovio
29/07/2015
Contrario a la percepción general, los juegos principales de Angry Birds han sido unos de los mejores títulos premium publicados en móviles además de ser creaciones que, aunque ustedes no lo crean, poseen un diseño de juego sofisticado. ¿Qué nos brinda esta nueva entrega?
Rovio es uno de los grandes casos de éxito recientes en la industria de los videojuegos. Su historia no es del todo conocida. La empresa finlandesa vio luz en 2003 y desde sus inicios estuvo enfocada en los juegos móviles. El afamado Angry Birds, originalmente publicado en 2009 por Chillingo, fue su creación número 59 y de hecho salvó a la compañía de la quiebra.
Angry Birds se convirtió en un éxito internacional y fue en gran medida a lo increíble que estaba diseñado. Un puzzle de física en el que sin importar la habilidad o capacidad del jugador, éste podía resolver los niveles a base de prueba y error. Aun así, brindaba la suficiente profundidad para aquellos que querían analizar con cuidado los niveles para encontrar “cómo resolverlos”. Un juego accesible y con suficiente reto para todos. Además, el sistema de juego permitía una alta escalabilidad para crear contenido nuevo, ya que su enfoque estaba basado en la generación de niveles.
Rovio inteligentemente aprovechó la oportunidad y siguió publicando sin parar juegos nuevos, consiguió tie-ins con franquicias como Rio, Star Wars y Transformers, y diversificó el concepto a otros géneros con Angry Birds Go! y Angry Birds Epic. Sí, hasta Capcom se ruboriza de cómo los finlandeses han exprimido la serie. Seis años después, Rovio decide publicar una entrega que ostenta llevar en su título el “2”. Sí, Angry Birds 2.
Angry Birds 2 se escucha y se ve mejor que nunca, pero, ¿es divertido? Ya no más. Es como un objeto inanimado que lanzas por los aires, sin voluntad, víctima de la gravedad, la inercia, y que espera su violento y cruel destino al final de su trayectoria.
Voy a ser directo. Angry Birds 2 es un completo caos, pero sobretodo una decepción. Pareciera que los amigos en Rovio pusieron el “2” porque después de todos estos años ya no pudieron imaginar otro título con el cual lanzarlo. Honestamente, el juego bien pudo haberse llamado Angry Birds 2015.
Estamos ante una situación muy triste. Apenas hace unas semanas había escrito el texto de “No odien al mobile gaming por convivir II: ¡La touchscreen contraataca!” en el que hablaba de cómo las empresas deben buscar nuevas formas para monetizar los juegos móviles, y zaz, ahora Angry Birds se convierte en precisamente eso. Un juego freemium parchado, planchado, ponchado, de arriba abajo, de adentro hacia afuera, con un maquiavélico sistema de micro transacciones y formas para “enganchar” a los jugadores, perdiendo su esencia original por completo. Se siente como si el juego hubiera vendido su alma.
Ahora, cuentas con vidas limitadas que después de agotarse tienes que esperar eternos minutos para que se recuperen. Claro, siempre puedes comprar más vidas con la moneda interna del juego (unos diamantes), que adquieres pagando cantidades exorbitantes de dinero real. Entregas anteriores de Angry Birds ya contaban con micro transacciones, sin embargo, el diseño de juego no estaba manipulado para “forzar” a que los jugadores las compraran o a que participaran en las tortuosas interacciones sociales para pedir vidas y premios a conocidos.
Puede llegar a ser realmente frustrante el tener que esperar en Angry Birds 2, ya que anteriormente había una increíble satisfacción en intentar pasar un nivel a base de “fuerza” y, cuando por fin lo lograbas, se sentía como un verdadero logro. Para pasar un nivel podías estar minutos continuos, intentando decenas de veces, sin que se volviera aburrido. Esa dinámica se ha perdido por completo… a menos que estés dispuesto a pagar.
Angry Birds 2 ofrece un diseño de niveles simplón y parece que este trabajo fue encargado a Aapeli Joachim, Fanni Kaleva, Jaakkima Kiösti y Launo Markku, los becarios recién ingresados a las filas de la empresa. Antes, cada pieza de los niveles estaba colocada de una forma específica para que te obligara, a través de análisis o de prueba y error, a ver cuál era la secuencia correcta para terminar satisfactoriamente el nivel. Ahora, los niveles tienen pequeñas modificaciones “aleatorias”, además de que puedes cambiar los pájaros entre turnos haciendo todo mucho más laxo y quitando en gran medida el elemento de un puzzle.
Un nuevo pájaro por aquí, unos power ups que puedes comprar por acá, el modo arena por allá, que te enfrentas a un jefe por acullá, y felicidades, Angry Birds 2 ofrece absolutamente nada innovador o realmente diferente. Ni un cambio relevante que impacte en la forma en la que disfrutamos el sistema de juego, ya que todos estos cambios son superficiales.
En su lanzamiento, Angry Birds 2 cuenta con la nada despreciable cantidad de 240 niveles, número que obviamente piensan seguir extendiendo hasta el horizonte, en ese lugar en donde el cielo se une con el mar, volando con la imaginación de los becarios Aapeli y Jaakkima, que aunque están solos en un rincón y la tristeza ha entrado en su corazón, encontrarán mundos nuevos siempre que se dejen llevar… por el dinero. Sigue volando Angry Birds 2, aunque la diversión se ha olvidado de que estas ahí, no seas feliz y ya nadie controle tu imagen. Vuela vuela.
Sorpresivamente, hace un par de años EA y Pop Cap Games decidieron cambiar de manera radical la estrategia y modelo de negocio de Plants vs Zombies 2, convirtiéndolo un juego freemium. Sin embargo, el sistema de juego no se vio afectado por el “tortuoso” sistema de micro transacciones, y hasta la fecha, han sabido mantener el juego fresco y divertido con actualizaciones constantes. Un aplauso para ellos.
El “verdadero” Angry Birds 2 salió ya hace tiempo y fue Angry Birds Space, título con el que Rovio empujó la serie hacia adelante cambiando la mecánica más importante del sistema de juego: la física. Una obra que era digna de portar ese número 2.
Por fin, parece que Angry Birds 2 es el último suspiro de una serie que por más que intentaron sus creadores no lograron mantenerla vigente y este producto más que ser un juego, es un movimiento comercial para explotar al máximo lo poco que le queda de vida a la franquicia. No es extraño que ya próximamente veremos un nuevo juego de Rovio: Nibblers.
Hace mucho que Rovio olvidó lo divertido que eran los juegos originales y simplemente dejó de esforzarse. Mejor hubiera hecho un tie-in con Candy Crush, si es que tanto se quieren parecer a este juego. Solamente recomendable si son fans a morir de la serie.