En el mundo del cine, las películas del género de terror suelen tener escenas no apropiadas para todos los públicos, pues hay asesinatos bastante gráficos de personas y ese tipo de detalle, pero hay cineastas que van un paso más allá con desmembramientos. Eso nos lleva a que recientemente la gente que ha visto cierta película ha tenido que abandonar las salas de cine, pues es tan grotesca que las mentes un tanto sensibles no podrían soportar de alguna forma.
Los directores encargados de causar pesadillas y asco en la gente son Verena Paravel y Lucien Castaing-Taylor, quienes en filmes han expuesto partes del cuerpo humano, pero no tal cual las externas que conocemos, sino con órganos que el público no pensaba ver en toda su existencia. Y es que en poco tiempo lanzaron Leviatán y Caniba, las cuales no son las protagonistas de esta nota, pero que sí han dejado cierta huella en quienes han tenido la oportunidad de verlas.
La obra en cuestión lleva el nombre de La Fabrica del cuerpo Humano, este es un documental de horror en el que se muestra básicamente se muestra la labor de médicos y enfermeros en el día a día en un hospital de Francia. Solamente que aquí se nos muestran partes humanas de la manera menos convencional, es decir, cuando llevan a cabo operaciones de diferente tipo, y eso proyecto crudamente en la pantalla, algo que probablemente los más sensibles no van a aguantar.
Los comentarios no se hicieron llegar después del estreno en el festival de Cannes, puesto que las imágenes pueden ser más horripilantes de lo esperadas, ya que han utilizado cámaras con lentes que toman casi todo a detalle, y por ende provocando niveles de asco distintos. Algo que llama la atención, es que no está tan al alcance de la mano en páginas de streaming convencionales, por lo que habrá que darle un vistazo en específicas como Filmin Latino.
Vía: Filmin
Nota del editor: La verdad, me da curiosidad como podría lucir este filme, pero realmente no tanto como para poder echarle un vistazo. Para empezar, no soy de películas de horror, entonces es mejor no arriesgarse a pasar un mal trago.