La iniciativa de “el día internacional del Gamer”, que se celebra hoy 29 de Agosto, fue una propuesta que surgió luego de que algunas revistas españolas se sumaran a establecer un día del año específico para celebrar este medio que tanto nos gusta. En la actualidad esta fecha se aprovecha para felicitaciones entre los jugadores a través de redes sociales y hasta para el impulso a las ventas de videojuegos por algunos retailers, pero la verdad es que aunque todo lo que simboliza ser videojugador merece ser celebrado, es todo el año cuando prendemos nuestras consolas para hacer lo que tanto nos gusta cuando realmente se celebra todo lo que un videojuego puede ofrecernos.
Aunque mucho se pueda discutir en torno a la validez de la palabra “gamer” o el orgullo que podamos tener por tomar a los videojuegos como una parte importante –para muchos hasta fundamental– en nuestras actividades, se vale también reconocer que todos los que amamos esta maravillosa industria tenemos motivos sólidos para hacerlo, y seguramente muchos de los que están leyendo este artículo coincidirán conmigo en que es incomparable la experiencia de tomar un control y disfrutar de un buen juego.
Aquí te presentamos siete cosas por las que amamos los videojuegos:
Desde el juego con mejores mecánicas hasta las aventuras temáticas o los dramas interactivos, desde los clásicos a las superproducciones contemporáneas, una constante dentro de lo que llamamos videojuegos es la interacción. A diferencia de todos los medios de entretenimineto que existen, es sólo en los videojuegos donde tú tomas parte de la historia, eres responsable de la suerte del personaje que tienes a tu cargo y escribes gran parte de su historia. Los videojuegos son un viaje increíble a universos que jamás imaginamos conocer, cuando sus recursos visuales eran limitados gran parte de esos universos eran construido por nuestra imaginación pero actualmente hemos llegado a un punto en el que muchas de estas obras se nos presentan de manera prácticamente fotorrealista haciendo de ese viaje prácticamente una realidad.
El cine, al que se le conoce como el séptimo arte, involucra talentos de muchas áreas, desde el artista que imagina el universo ficticio a través de los artes conceptuales, hasta el músico que con sus notas genera la ambientación necesaria para cumplir los objetivos de la cinta o el camarógrafo que encuentra los ángulos perfectos para representar en pantalla una historia cargada de sensaciones.
En el caso de los videojuegos tenemos también la participación de talento de muchas áreas, al igual que el cine hay artistas que crean los artes conceptuales y se encargan de que visualmente el juego nos deleite como si contempláramos cualquier otra obra, un equipo de producción que cuida hasta el más mínimo detalle de la creación del videojuego, actores que dan vida a los protagonistas que nosotros controlamos, músicos que crean melodías que muchas veces nos gustan tanto que llegan a convertirse en el soundtrack de nuestras vidas, programadores que dan vida al videojuego, animadores que cuidan la manera en que los personajes y entornos cobran vida, escritores que hacen una historia que se quede grabada para siempre en nuestras mentes, diseñadores creativos que hacen que el juego sea divertido y funcione cuando tenemos el control en nuestras manos.
Difícil resulta expresar en pocas palabras lo completo que es un videojuego y todos los aportes de diferentes áreas a estas obras del entretenimiento que llegan a convertirse en experiencias sublimes e inolvidables.
Muchos han convertido los videojuegos en algo a lo que llaman e-sports o “deportes electrónicos”, porque también requerimos de habilidades para controlar los diferentes elementos de un videojuego, desde la puntería en los shooters o los combos en los juegos de pelea hasta las estrategias y el trabajo en equipo en títulos como los Mobas y los RTS. Los videojuegos agudizan nuestros reflejos desde cosas tan sencillas como los minijuegos de Wario Ware cuyas ideas se convertirían en centenares de juegos de móviles que en todos lugares mantienen a millones de personas con mucha diversión.
Todos los que disfrutamos de los videojuegos podemos notar cómo la práctica hace al maestro y algo en lo que quizá éramos muy malos se va convirtiendo en algo más sencillo al mejorar nuestras habilidades que podemos aprovechar para sentir la inmensa recompensa de la victoria, sobre todo cuando hablamos de juego competitivo.
Muy de la mano del punto anterior, los videojuegos también nos enseñan que sólo la perseverancia nos hace alcanzar cosas que veíamos imposibles, algo notorio sobre todo cuando tenemos frente a nosotros un reto muy difícil en un videojuego.
¿Cuántas veces no has estado frente a algo en un videojuego que llegas a ver como “imposible”? Sólo la práctica y el quizá mirar atrás para subir de nivel o mejorar tus reflejos es la clave para pasar ese nivel que te pudo haber quitado el sueño.
Muchos hemos aplicado esa enseñanza en situaciones cotidianas fuera de los juegos, ¿apoco no?
Cuando alguien nos decía que estábamos perdidos por jugar videojuegos o que no nos dejarían nada bueno, estaban completamente equivocados, pues ellos también nos proporcionan una buena cantidad de conocimientos. Es mejor aprender jugando, y yo les aseguro que muchas veces hay conocimientos que ustedes dominan mucho mejor por haberlos aprendido en un juego por la diversión que acompañó ese conocimiento que quedó fijado en sus mentes.
Idiomas, historia, ciencia, administración, música… incontables los conocimientos nos han dejado los videojuegos, si no me creen échenle un vistazo a la lista que tenemos en este enlace.
Si eres de los que espera con ansias una fecha por el lanzamiento de un videojuego o la hora del día en que tomas el control para escaparte de las preocupaciones del mundo, aunque no lo creas, tienes una ventaja respecto a muchas otras personas que te rodean, y es básicamente que has encontrado una motivación que le da sentido muchas veces a lo que haces. Nosotros lo vemos fácil al disfrutar tanto de los videojuegos, pero hay personas que no encuentran ese toque de motivación diaria en su vida.
Para alguien que no le gustan los videojuegos resulta difícil comprender lo que sentimos al estar frente a una pantalla con el control en las manos, pues un sentimiento inigualable que nos recarga de energías para afrontar lo que se venga en la vida.
Incontables jugadores han superado crisis fuertes al disfrutar los videojuegos, y a ellos les debemos el poder superar el estrés o crisis depresivas que a diario se puedan presentar.
El clásico estereotipo del gamer es como un inadaptado social que no sale de su cuarto y no tiene contacto con los demás, eso para quienes no comprenden la manera en que disfrutamos de los videojuegos. La verdad es que no podían estar más equivocados, pues los videojuegos son un excelente medio para socializar.
En la actualidad disfrutamos de una buena cantidad de productos que sólo pueden jugarse en línea con otras personas con las que nos comunicamos. Muchos hemos encontrado en los videojuegos a nuestros mejores amigos en relaciones que llegan a trascender de la pantalla y que se convierten en algo muy valioso, otros incluso han conocido a su pareja con quien formaron una familia.
Decenas, cientos y miles de personas se reunen en eventos que van desde torneos locales o convivencias de videojugadores hasta convenciones internacionales del medio que nos reúnen a todos los que hablamos el mismo idioma de los videojuegos.
Ahí lo tienen amigos, estas líneas se quedan cortas respecto a todo lo que nos hace amar los videojuegos, pero se que al igual que yo, muchos de ustedes no pueden dejar de pensar en ellos y es por eso que nos entendemos perfectamente. Se vale celebrar.
¿Qué es lo que más amas de los videojuegos?
