Se dice que los nombres son necesarios para que una cosa adquiera identidad. Pokémon se distingue por el esfuerzo que hace para hacer únicas a todas sus criaturitas con una manera de distinguir a cada una a través de un nombre. Es inevitable escuchar “Pikachu” e inmediatamente pensar en una rata amarilla que lanza rayos. Para nombrar a los Pokémon, los creadores se valen de varios métodos: algunos se nombran gracias a alguna característica, al elemento al que pertenecen o al animal al que hacen referencia, pero hay casos en los que intervienen leyendas locales o divinidades de culturas antiguas.
Antes de abordar el tema en el caso concreto de Pokémon, debemos explicar un poco sobre las ciencias dedicadas al estudio de los nombres, su simbolismo y significado, como lo es la Onomástica, casi siempre mencionada con el “santoral” del día. Onomástica no es sinónimo de “cumpleaños”, sino que es la ciencia dedicada al catálogo y estudio de los nombres propios; y en un campo con 719 criaturitas a nombrar hay mucho trabajo.
En la onomástica Pokémon convergen etimologías latinas, inglesas, españolas y japonesas en su mayoría, pero también se utilizan vocablos de otros idiomas, como el coreano e incluso el español. Como sabemos, los nombres varían en la versión japonesa y la americana / europea, de modo que podemos tener nombres que se explican por sí solos; por ejemplo, Articuno en japonés se llama Freezer (sí, como el enemigo de Gokú, literalmente “congelador”), mientras que los nombres de otras regiones requieren algo más de explicación acerca de su origen. Nuestra asociación es un poco distinta: ¿Recuerdan cuando notaron los números en español al ver a Articuno junto a Zapdos y Moltres?
En este artículo les hablaré del origen de los primeros Pokémon, ya sea por alguna característica o porque inician el Pokédex en sus respectivas regiones… ¡Pokémon de tipo Grass!
El primero en el Pokedex Nacional y de Kanto, además de ser uno de los iniciales más queridos, es Bulbasaur, cuyo nombre nos refiere inmediatamente al bulbo de una planta, característica que lleva en su espalda y que se transforma en una flor conforme sube de nivel. El sufijo –saur proviene del griego sauros y, aunque Bulbasaur no comparte muchas características con los grandes lagartos, lleva algo de extraño en el nombre, pues en Francia se llama Bulbizarre (combinación de “Bulbe” y “Bizarre”) y en japonés Fushigidane, traducido literalmente como “Es extraño, ¿verdad?”, pues refiere a la hibridación de un animal y una planta. Curiosamente, en Alemania le ven más parecido con una rata almizclera y lo llaman Bisasam, proveniente de “Bisamratte” y ”Samen” (semilla).
Considerado el “ancestro” al poseer el mapa genético completo, Mew fue el primer pokémon en ser registrado el 31 de marzo de 1994, incluso antes que la marca “Pocket Monsters”. La grafía de Mew es la misma en inglés, italiano y alemán; y aunque el primer pensamiento al escuchar la palabra es la onomatopeya del maullido de un gato (lo que encajaría con su anatomía felina), se cree que también puede referirse a 妙 myō (Extraño / Inusual), una combinación de “mystery” y “new” al ser una especie nueva o incluso una contracción de myūtanto (mutante).
Contrario a lo que muchos pensarían, Pikachu no fue el primer pokémon en ser creado, sino Rhydon. Por su parecido con un triceratops, el sufijo –don refiere a “lord”, en latín, o “diente”, en griego antiguo, por lo cual es una terminación común en algunos nombres de dinosaurios (Megalodon, por ejemplo). En Alemania se le llama Rizeros, contracción de Rhinozeros, palabra germana para denominar al, ya se imaginarán, rinoceronte. Pese a que la relación es muy obvia, se cree que la raíz Rhy también puede referirse a la riolita, una roca de origen ígneo que podría justificar la coraza roja que lleva en su evolución, Rhyperior. No conformes con su aspecto amenazante, los franceses lo llaman Rhinoféros (de rhinocéros y feroce); mientras que en Corea prefieren simplemente hacer referencia a su nariz-cuerno llamándolo Koppuri.
Arceus lleva en el nombre a dos deidades principales de las culturas antiguas: Ra, el dios egipcio del sol, y Zeus, quien preside el panteón griego, pero también refiere a divinidades creadoras de otras culturas, como Avalokiteśvara, cuya manifestación en una criatura de 4 patas es similar a este Pokémon. A este dios también se le hace mención velada en el texto descriptivo que acompaña a Arceus en Pokémon Diamante, donde se dice que “creó el universo con sus mil brazos”. Debido a su anatomía, también nos refiere al Kirin, criatura mitológica de la cultura china. Se dice que el aro dorado que le rodea el torso refiere al arco circular que simboliza el ciclo de reencarnación en el hinduismo. Sobre el prefijo arch podemos decir que puede derivar de “archon”, griego de regido, “arcanus”, latín para “misterio sagrado” y la terminación -eus proveniente de “deus”, latín para dios. Acerca del mito de su origen, los relatos coinciden en que nació de un huevo en la Nada antes de que existiera el universo.
Uno de los compañeros de Ash más recordados en la adaptación animada es Chikorita. Este empalagoso pokémon obtiene su nombre de la planta Achicoria, de sabor amargo y útil para tratar afecciones de la piel, el sistema digestivo y el hígado. El sufijo –ita seguro se les hace conocido, pues es un diminutivo femenino usado en el español que encaja perfectamente con el tamaño de Chikorita. En francés recibe el nombre de Germignon, combinación de “germe” (semilla) y “mignon” (lindo). Mientras que en alemán se le llama Endivie, una variedad perteneciente al género de las Achicoria. Para aquellos que se pregunten cómo luce esta planta, en las calles tenemos un referente muy común: el diente de león también pertenece a esta familia y puede que tengamos alguna referencia en la hoja que lleva Chikorita en la cabeza.
Encabezando la lista en Hoenn, tenemos a Treecko, cuyo nombre presenta variaciones en cinco idiomas, aunque con pocos vocablos diferentes. En francés es llamado Arcko, proveniente de las palabras “arbre” (árbol) y “gecko”; en inglés tenemos “tree” (árbol) y “gecko”, dando como resultado Treecko. Por otra parte, los alemanes prefieren llamarlo Geckarbor, combinación de “Gecko” and “arbor”. Por la naturaleza del japonés y el coreano, se usan diferentes morfemas. En coreano se le nombra Namujigi (“árbol” y “guardián”), cuando en tierras niponas su nombre se compone de “ki” (árbol) y “mori”, de yamori (gecko).
Al igual que Treecko, Turtwig también presenta 5 variaciones en su nombre. En inglés (Turtwig) y francés (Tortipouss), tenemos una combinación muy tierna: la primera parte de la palabra refiere a tortuga (“Turtle” y “Tortue”), pero los sufijos refieren a “Twig” (ramita) y “Pousse” (brote), partes pequeñas de una planta. En alemán, para referirse a la parte “tortuguesca” se usa el “Chelonia” y “Ast”, rama en lengua germana, que dan como resultado Chelast. En japonés, la mezcla es muy sencilla: “nae” (planta) y –tle, terminación de “turtle”. Los coreanos prefieren mobugi, donde el sufijo proviene de “geobug-i”, palabra local que nombra a las tortugas.
Snivy es mi pokémon inicial favorito de hierba debido a su carácter travieso y, en ocasiones, orgulloso. Su nombre refiere a la hiedra, planta trepadora cuyas lianas guardan semejanza con las serpientes y presenta pocas variaciones en cuatro lenguas diferentes. En inglés proviene de “Snake” e “Ivy”; vipélierre, donde “vipére” es el francés de “serpiente” y “lierre” carga con la parte de “hiedra”; Serpifeu toma su sufijo del alemán “Efeu” para la misma planta. Tsutarja también es una mezcla de “tsuta”, hiedra japonesa, y “ja”, serpiente; mientras que en coreano Juribiyan proviene de “julgi” (brote) y “baem” (serpiente).
Por último, pero no menos importante, tenemos a Chespin, inicial de hierba más reciente cuya planta regente es la castaña, pequeña fruta que se vale de una espinosa capucha verde para protegerse y que tiene púas similares a las del erizo. En inglés su nombre se compone de “chestnut” (castaña) y “pin”, aguja que refiere a las púas antes mencionadas. El nombre francés Marisson surge de “hérisson” (erizo) y “marron” (castaña), palabra que pide prestada como sufijo el japonés para la mezcla de Harimaron, y cuyo prefijo proviene de harinezumi (erizo). Muy similar en su fonética es Marone, alemán para “castaña”, que funge como terminación para Igamaro, completado con “Igel”, germano para “erizo”. En coreano, tenemos una curiosa mezcla de tres palabras: Dochimaron se desglosa en “goseumdochi” (erizo), “chim” (púa) y “marron” (nuevamente, el francés de “castaña”).
¡Pero ahí no acaba la historia! Seguramente se han encontrado en la encrucijada de cómo llamar a ese Charmander o han escuchado alguna historia graciosa, como la del chico que armó una party de Eevees y a todos les puso nombres de los “Backstreet boys”. Yo le puse a un Torchic “PolloDlMal” y a un Pinsir “La Cuca” porque, después de todo el trabajo de investigación para nombrar a un Pokémon, aún somos libres de ponerle a un Gloom “Babas”. Mejor todavía:
Viridiana Carbajal Flores (Distrito Federal, 1991) es lingüista, lectora empedernida y de pequeña gustaba de entretener a sus amigos recitando los primeros 150 Pokémon. Criminológa en formación, ha colaborado en varios medios como My Lolita Style y Anime.MX.