Estoy seguro que cuando eramos chicos, la mayoría prefería quedarse en casa jugando videojuegos que asistir a clases, y para Jordan “Crimz” Herzog esto es una realidad, y además, cuenta con el apoyo de su papá Dave Hezrog, quien asegura haber gastado más de $30,000 dólares en el equipo de su hijo.
En una entrevista para The Boston Globe, Crimz habla acerca de su motivación detrás de esta decisión:
“Planeo ganar lo suficiente para no tener que trabajar durante una buena parte de mi vida”
Crimz lleva jugando desde los 3 años, a los 7 se convirtió en un jugador profesional de Halo y a los 12 ganó su primer torneo. Conociendo un poco la historia de este chico, se lográ entender un poco más el apoyo de su papá.
Actualmente Crimz ha acumulado alrededor de $60,000 dólares como recompensas por torneos y también clasificó a la Copa Mundial de Fortnite con su compañero Spadess.
Fuente: CBS Boston