La plataforma de streaming con más fanáticos a nivel global, ha decidido aumentar, nuevamente, las suscripciones; en ocasión del plan que tengamos, podemos llegar a abonar entre $2 o $3 dólares mensuales más consecutivamente mes tras mes.
Ya había subido repentinamente durante el 2021, y parece que este ritmo progresivo de incremento responde a la competencia como a la estacionalidad anual, en relación a la coyuntura internacional.
La crecida de precios no importa ninguna modificación en los contenidos del servicio, sino más bien en el monto de lo que se paga. Seguimos teniendo el mismo trato recibido previo al incremento.
En palabras de la firma:
“Nuestra meta prioritaria, es otorgar una plataforma llena de entretenimiento que supere las expectativas de nuestro público objetivo. Venimos actualizando permanentemente nuestro listado de películas y series, al igual que la calidad de nuestro servicio. Lo más notable: es que seguimos esforzándonos para favorecer a los suscriptores con más y mejor contenido, renovando el crédito que ellos depositan en nuestra compañía”.
Una red privada virtual es un atajo perfecto para acceder a Internet, mediante un punto intermedio que nos permita evitar altas tarifas, conectándonos desde otros sitios geográficos que impongan tarifas sensiblemente menores, a las esperables en el mercado sectorizado de cada país.
La misma nos proporciona intimidad, anonimizando la conexión y encriptando todo el tráfico de nuestra conexión, y en el caso del uso en cabeza de profesionales y compañías, mejorar los controles de seguridad estableciendo una suerte de red local privada que esté totalmente aislada del resto de la web, entre dispositivos remotos.
Nos referimos con esto a algunos usos disponibles para disfrutar de una buena VPN para ver Netflix y contar con una conexión que posibilite visitar contenidos selectivos en algunos de los tantos mercados donde opera el gigante del streaming.
La plataforma tiene un reportorio realmente muy grande de contenido para ver: desde películas, series, documentales y hasta programas televisivos. No obstante, el catálogo completo apto en Netflix, no se encuentra disponible para reproducir en todos los países.
La forma en la que funcionan las normas de derecho autoral, en especial, para que una película cuente con los permisos suficientes para su transmisión en el portal, requieren de la compra de los derechos de ese film. Asimismo, tienen que adquirir los derechos para cada país en particular. Esto podría representar costos relativamente más bajos de compra de derechos transmisibles, para una película en Colombia, por ejemplo; siendo mucho más caro comprarlos para la misma película en Estados Unidos.
La tarea principal es insertar una capa complementaria de intimidad y hermetismo a las actividades en línea. Para simplificarlo, estamos más seguros con una VPN que sin ella. El tráfico de la web circulará ocultable, con nuestra IP insospechada de las amenazas de cualquier pirata informático, las agencias gubernamentales que suelen oír lo que hablamos cuando navegamos por la web.
Las VPN son magníficas herramientas para la conservación de anonimato y nuestra intimidad.
Muchos proveedores de redes privadas virtuales, poseen bases y términos explícitos que prohíben a los usuarios realizar acciones ilegales cuando usan la red privada virtual.
– Esparcir malwares.
– Divulgar pornografía infantil.
– Spamming en los mails junto a otros métodos.
– Irrumpir con fraude o robo.
Cerciorándose de que no persistan actividades ilícitas, algunos proveedores de redes privadas virtuales, toman medidas preventivas para la detección. Estas pueden ir variar desde tácticas de férreo control, como el registro de direcciones IP y/o la recolección de sellados temporales cuando iniciamos sesión y salimos.
Una red privada opera frente a la instalación de un software en el teléfono o computadora que se ocupe de cifrar todos los datos que nuestro dispositivo emite por medio de Internet. Estos cifrados se destinan a un servidor que ejecuta su red privada virtual, donde los datos aparecen descifrados y enviados a su destino original.
Esto significa que cuando está vinculado a una VPN, podemos usar Internet libremente, solamente con una sola diferencia notable. Aparece en los sitios de la web que visita como si estuviera ligado a ellos desde una ubicación geográfica del servidor, en lugar desde su sitio de ubicación real. Por ejemplo, si se vincula a un servidor en Colombia, aparecerá como si nuestro tráfico se originara en Colombia.
Por ello, una vez que nos unamos a un servicio de red privada virtual para Netflix, tendremos que tener en cuenta los siguientes consejos:
– Realizar pruebas: por medio de diversos servidores de los que emplean las redes privadas virtuales, a fin de ubicar el funcionamiento óptimo.
– Ajustar los protocolos de la red privada virtual: por medio de diversos servidores de los que a menudo opera y soslayar tener que cambiar el servidor y su localización.
– Escoger una red privada distinta: al persistir múltiples opciones -muchas de ellas gratuitas-, puede que ante el impedimento de emplear una específica, simplemente baste con usar otra diferente.
Con la propuesta de una red privada virtual tenemos la posibilidad de ahorrarnos el valor de las subas de la plataforma de un modo realmente ingenioso y confiable.
