A todos nos ha pasado, a pesar de que todos digan que un videojuego es malo nosotros lo disfrutamos bastante, y no por ello queremos decir que no tengan razón todos los que lo condenan, aceptamos sus males pero no negamos que nos guste, llamémoslo como un “gusto culposo”.
Hoy vamos a hablarles cada quien de los que integramos el equipo de Atomix de esos juegos que nos avergüenza un poco decir que nos gustaron, échale un ojo a la lista.
Es posible que todo fan de Spider Man considere a Maximum Carnage como un gran juego aunque la realidad es otra. Es un título de acción que en su momento llamó la atención por incluir a varios de los enemigos más impotantes del Hombre Araña y del universo de Marvel, pero su problema principal fue lo repetitivo que era en su sistema de juego como brawler en el que con un poco más de creatividad en el diseño de niveles pudo haber explotado mejor la propuesta para diferenciarse como un innovador juego de Spidey.
Al final se quedó como un título simple y corto en el que su alta dificultad representó un gran reto para todos aquellos que lo probaron.
De todos los juegos de la lista puedo sentirme como el del mayor gusto culposo, pero para qué lo niego, aunque terminó siendo un desastre para Sony, disfruté varios meses de PlayStation All Stars Battle Royale.
Desde que lo anunciaron con Seth Killian (ex-Capcom) como parte del proyecto y la colaboración de Santa Monica Studio en la creación de este “Smash” de PlayStation no dudé un solo segundo en ser un comprador día uno de la propuesta, sobre todo por mi gusto por el juego de peleas de Nintendo y porque para ese entonces le andaba faneando al recién llegado PS Vita.
Aunque su recepción con la crítica es regular –e incluso supera a Mass Effect Andromeda en Metacritic ¡LOL!– recuerdo haber disfrutado del juego, pues a pesar de que no podemos negar que su concepto es una copia del juego con fórmula ganadora de Nintendo, se jugaba muy diferente con todos sus combos y con la mecánica de puntuar únicamente destruyendo a los jugadores rivales; me emocioné cuando anunciaron a Kat de Gravity Rush como DLC y siempre jugué con Sly Cooper dominando sus movimientos.
Al final del día Seth Killian dejó Sony, Superbot Entertainment (su desarrollador) también rompió relaciones con PlayStation, el proyecto fue un fracaso comercial total y lo rompieron absolutamente con todos sus “parches de balance” y sus terribles DLC que desequilibraron lo que en un principio se veía prometedor; fui uno de los muchos que lo dejaron cuando llegó Zeus, y me siento bien con mi gusto culposo que en su momento disfruté. Eso sí, nadie puede negarme que sus escenarios estaban bien chidos.
Los juegos de carreras fueron uno de los géneros que también vivieron complicaciones de mucha importancia al momento de que el medio dio el salto del 2D al 3D. Durante la época del PlayStation y del Nintendo 64, lo anterior quedó bastante claro y a pesar de un par de intentos loables, la verdad es que nunca se tuvo un avance sino hasta varios años después. Cruis’n World y Cruis’n USA son dos de los juegos de aquellos años que recuerdo con más cariño pero que desgraciadamente, envejecieron de manera terrible, incluso me atrevo a decir que en su momento, no fueron tan buenos como creíamos.
Con todo y su control arcaico poco preciso, gráficas acartonadas y en general un gameplay bastante limitado, estos juegos son de lo que siempre recordaré de manera especial por toda la personalidad que desbordaban en cada una de sus pistas.
Si hay un juego (o mejor dicho serie) del cual me considero un fan de clóset ese es Dead or Alive. Por muchos son sabidas las “enormes razones” por las cuales la franquicia de Koei Tecmo y Team Ninja se ha vuelto tan popular en el mundo pero, en contraste a lo que muchos podrían pensar, a mi me gusta por lo que es: un divertido juego de peleas. Sí, no voy a negar que la curiosidad por ver a bellas mujeres poligonales peleando en reveladoras prendas fue una de las principales razones por las cuales me acerque a estos títulos, aunque debo de admitir que ese ya no sigue siendo el motivo por el cual los sigo jugando. Su fluido y dinámico gameplay, historia “cheesy”, chistes o bromas al estilo de película clase B, o hasta su apartado gráfico, son sólo algunos de los aspectos por los cuales me gusta regresar a echarme mis retas de DoA de vez en cuando.
Lo que hace aún más culposo este gusto es el hecho de que, incluso entre los conocedores y amantes del género, Dead or Alive no es considerada como una franquicia seria y balanceada que pueda presumir de ser una de las más competitivas; cuando suelo mencionar que me divierte echar las retas de DoA muchos se han reído de mi gusto y me han cuestionado que prefiera jugarlo a, digamos, Street Fighter V, The King of Fighters XIV o hasta Tekken. De ahí que, cuando tengo la oportunidad de jugar rápidamente algún juego y no tengo tiempo para continuar cualquiera de los que tengo pendientes, prefiera sacar el DoA 5 y me ponga a jugar un rato su modo online o partidas contra el CPU.
Y sí, si se lo están preguntando, mi gusto culposo también incluye al spin-off de Xtreme Beach Volleyball ya que, aunque no me lo crean, encuentro divertido su gameplay. Eso de tener que estar consiguiendo todos los trajes de baño, los minijuegos de playa y su casino o la tarea de tener que conquistar a cada una de las chicas es más adictivo de lo que piensan.
