Ya sea que vivas en un país donde se restrinja el acceso a páginas contrarias al gobierno o sencillamente te preocupa que rastreen tus visitas en línea, necesitaras recurrir a una solución que proteja tu privacidad y te garantice el acceso a sitios webs censurados. Esta herramienta es la conocida VPN que es en esencia, una red virtual privada.
En la actualidad, las VPN se han hecho más intuitivas y sencillas de usar y configurar, de allí que su popularidad ha trascendido del ordenador de escritorio a los dispositivos móviles. En cuanto a su disponibilidad, se ofrecen bajo dos modalidades: gratuitas y de pago. Las gratuitas por lo general tienen muchas limitaciones de velocidad mientras las de pago no tienen limitaciones.
Una red privada virtual cuenta con una característica que la hace especial y única, se trata de sus túneles de datos cifrados. Cuando un usuario activa una VPN y visita una página web, sus peticiones no pasan por el proveedor de telefonía, sino que viaja directamente a través del túnel de la VPN y establece una conexión segura con alguno de los servidores remotos del VPN, accediendo sin problemas al sitio solicitado.
Al usar este túnel y establecer posteriormente una conexión segura con un servidor remoto, no navegamos usando la IP que nos asigna el proveedor de telefonía. En su lugar usamos la IP del servidor provisto por nuestra VPN por lo que nuestra conexión a internet queda teóricamente oculta.
Es importante destacar que estas peticiones o paquetes de datos se encapsulan y se cifran completamente mientras dure el proceso de trasferencia desde nuestro navegador al servidor remoto y viceversa. Obviamente cuando hablamos del proceso de trasferencia nos referimos a cuando estos datos viajan a través del túnel cifrado que crea de manera virtual la VPN.
Actualmente el uso de una VPN es recomendable independientemente si nos conectamos desde nuestros hogares u oficinas. Sin embargo, su uso se hace necesario si:
Nos conectamos a un wifi público
Por lo general, los puntos de acceso público son blancos predilectos de ciberdelincuentes los cuales a través de software de escuchas (sniffers) están a la caza de usuarios que usen este tipo de redes para realizar, sobre todo, compras en líneas o transacciones bancarias. Si por “cosas de la vida” nos toca conectarnos a una de estas redes, lo mejor es usar una VPN para así blindar nuestros datos.
Si vivimos en países bajo regímenes autoritarios
El uso de una VPN se hace imprescindible si vives en un país con un régimen autoritario pues no solo nos permitirá acceder a portales bloqueados, sino que ocultará nuestra dirección IP brindándonos así una seguridad extra. Así, podremos usar las redes sociales y difundir mensajes e información sin riesgos de ser identificados por el gobierno y posteriormente ser perseguidos.
Si no queremos que rastreen nuestros hábitos de consumo en internet
Si nos preocupa el uso que le darían nuestros datos (huellas de navegación) las empresas de telefonía, gobierno y redes sociales, entonces se nos hará necesario el uso de una VPN. Con una red virtual privada evitaremos que las organizaciones mencionadas anteriormente puedan obtener todo nuestro historial de navegación y venderlo “al mejor postor”.
