La fragilidad de la burbuja de los juegos AAA

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Durante la concepción de las primeras tres consolas de PlayStation, los desarrollos originales y con presupuestos modestos sirvieron para posicionar a las plataformas de Sony como un referente en el sector del entretenimiento, sin embargo, con el paso del tiempo esta tendencia fue cambiando.

El punto de inflexión llegó en la generación del PS4, pues en la segunda mitad de su ciclo de vida, los directivos comenzaron a apostar por producciones AAA, dejando a un lado otras ideas independientes porque no generaban los mejores resultados financieros que esperaban los inversionistas.

Un ejemplo de lo anterior fue el cierre de Japan Studios, el equipo que siempre había arriesgado para ofrecer vivencias alternativas para todo tipo de público y en paralelo, las mentes creativas de Insomniac Games, Naughty Dog y Santa Monica se centraron únicamente en proyectos estratosféricos.

Desafortunadamente, esta estrategia cada día se vuelve más riesgosa y un paso en falso puede generar caos en las organizaciones, ya que los costos de desarrollo y actividades de marketing van en aumento, sin olvidarse de los largos horizontes de tiempo para lograr un producto terminado.

En el presente año han existido severos fracasos en el rubro de los videojuegos AAA, siendo el caso de Skull and Bones, Suicide Squad: Kill the Justice League y el fallido Concord, del cual Sony apostaba por crear una franquicia a largo plazo que sería un bastión en las experiencias como servicio y que en menos de dos semanas quedó en el baúl de los recuerdos.

De igual modo, Netflix acaba de anunciar el cierre del estudio denominado Blue, mismo que se encontraba trabajando en una nueva propiedad intelectual de gran envergadura, que todavía no ha visto la luz, pero es evidente que, ante un eventual lanzamiento, tendría problemas para recuperar su inversión.

Lamentablemente, la insistencia de las compañías por no renunciar a los AAA ha generado un círculo vicioso, porque si obtienen éxito, desean seguir en el mismo camino, pero si fracasan, se ven obligados a cerrar, aunque rara vez le dan la oportunidad a los AA.

Ubisoft recientemente anunció que Prince of Persia: The Lost Crown pese a su buen recibimiento ante la crítica, no vendió conforme a lo esperado y ha decidido cancelar su secuela, reafirmando las reciente declaraciones de Shawn Layden, ex presidente de PlayStation Studios, quien argumenta que los juegos con presupuestos muy elevados están alterando el ecosistema de la industria.

Con el estreno de Grand Theft Auto VI, programado para finales de 2025, es de esperarse que el panorama de negocios de los AAA se reconfigure porque vendrá a introducir un cambio en el rango de precios al consumidor y aunque muchas empresas intentarán replicarlo, la realidad es que solamente esta franquicia puede vivir en una realidad alterna, alejada de los paradigmas que se están rompiendo de manera continua.

José Celorio