A lo largo de toda la historia de esta industria, hemos tenido importantes eventos que marcan radicalmente a los videojuegos. Sin lugar a dudas, uno de ellos se dio en marzo de 2005 con el maravilloso God of War, título lanzando originalmente para el PlayStation 2 desarrollado por SCE Santa Monica Studio, que no solo le dio vida a una de las sagas más queridas, sino que sirvió como fuente de inspiración a varios de los títulos más reconocidos de los últimos tiempos.
Con motivo de nuestros festejos por el décimo aniversario de Kratos y compañía, nos dimos a la tarea de enlistar aquellos juegos que claramente, tomaron algunos de los elementos introducidos por esta serie de maravillosos títulos de acción y aventura, para darles su propia interpretación.
Para febrero de 2010, God of War ya era todo un ícono de la industria, incluso se encontraba a punto de lanzar la tercera entrega. Sabiendo perfectamente eso, Electronic Arts decidió acelerar el desarrollo de Dante’s Inferno, una clara respuesta al enorme éxito que estaba teniendo la saga de Kratos. Antes de su lanzamiento, este juego lucía como un digno competidor que tomaba muchos elementos bien conocidos, pero que buscaba su propia identidad. Para infortunio de todos nosotros, el trabajo de Visceral Games terminó siendo por demás mediocre, dejando claro que la idea de apresurar todo para no tener que medirse contra el monstruo de Santa Monica Studio, no fue una buena decisión.
Dos años después de la llegada de Kratos al PS2, Sony necesitaba consolidar su incipiente mercado del PS3 con exclusivas, una de ellas llegaría de manos del estudio Ninja Theory, quienes se encargarían de tener buenas propuestas en el género de los hack’n’slash. Estigmatizado por muchos como una copia de God of War, Heavenly Sword se encontraba entre las primeras propuestas exclusivas para PS3 presentándonos un buen gameplay, personajes con mucha personalidad como Nariko y Quick Time Events muy bien ejecutados. Puesto que God of War marcaría muchas de las bases del género contemporáneo en muchos sentidos, era evidente que muchas de sus tendencias tenían que permear a juegos como Heavenly Sword.
“El nuevo Castlevania es como God of War” decían muchos consumidores al ver las propuestas de Lords of Shadow, juego del estudio español MercurySteam que retomaría el clásico de Konami de forma muy distinta a los juegos en dos dimensiones que forjarían su nombre. La comparación era inevitable al ver un juego hack’n’slash que nos ponía en los zapatos de Gabriel Belmont con movimientos que nos recordaban a los juegos del dios de la guerra.
Como sea, Lords of Shadow siguió su propio camino y aunque se puede opinar que le quedó grande el nombre Castlevania, tuvo aciertos interesantes, sobre todo, en su primer entrega que tuvo en general una buena recepción.
Los Devil May Cry se convirtieron en los mayores exponentes del género cuando la primera entrega salió en 2001. A pesar de eso, el desarrollo occidental tomó la estafeta gracias a God of War, juego que además de presentar un estilo por demás original, ponía sobre la mesa mecánicas originales que refrescaron todo el concepto. Para 2013, Capcom decidió que era buen momento de relanzar su serie bajo el nombre de DMC, título brillante que por supuesto, tomó mucha inspiración del espartano más enojado de todos los tiempos. Un combate fluido, interesantes enemigos y una dificultad considerable, hicieron que el juego de Dante gustara en todos los frentes.
Cuando surgió God of War, su creador David Jaffe comentó que quería capturar en el juego elementos épicos de la película ochentera Clash of Titants con los todo lo agresivo que encontraba en revistas de Heavy Metal. Otro juego que quiso capturar ese sentimiento metalero por excelencia fue Brutal Legend.
¿Dónde encontramos la relación con God of War? Evidentemente en su gameplay pero sobre todo en lo citado en el párrafo anterior, el concepto que trata de capturar y transmitir el juego. En alguna ocasión Tim Shafer declaró que juegos como Brutal Legend y God of War eran realmente complicados de desarrollar al tratarse de producciones triple A.
