En la actualidad la franquicia de Pokémon es una de las más caras del mercado, y eso se debe a que sus productos causan siempre furor a nivel mundial, ya sea con la venta de peluches, colaboraciones con marcas de ropa, tennis, videojuegos, películas y claro, el hobbie al cual se le invierte más dinero, hablamos de las cartas TCG. Las cuales se van haciendo caras debido a que ciertas piezas ya no se vuelven a distribuir en los puntos de venta.
Hay personas que suelen llevar a cabo fraudes con estos cartones, tal es el caso del ex director ejecutivo y presidente de C-Labo, Nishiura Keiichiro, quien fue arrestado por hacer maniobras con estos coleccionables, involucrando en el camino a la empresa para la cual laboraba. Concretamente se ha robado poco más de 1.2 millones de dólares de la compañía paras así hacerse con 40,000 piezas, esto repartido entre la mercancía de Pokémon y también de Yu-Gi Oh de Konami, dejando el dinero sobrante para su cuenta personal.
Keiichiro facturó a C-Labo por las compras, y luego la empresa hizo una transferencia de efectivo a la cuenta bancaria del supuesto vendedor. El detalle más extraño es que Keiichiro estaba confabulado con el vendedor de estas piezas, lo que dejó al CEO embolsándose poco más de 1 millón de dólares del trato, y los 200.000 dólares restantes fueron para su cómplice de tan singular crimen.
Después de que los altos mandos de la empresa vieran esta inconsistencia del dinero y vieran la factura, llevaron a cabo la investigación y Keiichiro admitió sus crímenes, teniendo como resultado un arresto en virtud de la “Ley de Empresas” de Japón. Se afirmó que la persona gastó el dinero robado en hoteles, vino caro, viajes al extranjero con mujeres, autos de lujo y pagar su propio alquiler, puesto que las cartas de Pokémon suelen ser bastante readituables en el mercado de reventa.
Vía: Gonintendo
Nota del editor: Este no es el primer caso en que la gente quiere estafar a más personas con las cartas, pues también pasó con unas tapas de refresco que se canjeaban por algunas piezas y también con la carta del museo de Van Gogh, la cual está a un precio de locura.
