Hace un par de semanas publiqué mi reseña de Predator: Hunting Grounds, un juego que cuenta con mucho potencial, pero la pobre ejecución de sus ideas transforman lo que pudo ser el mejor multiplayer asimétrico en una experiencia tediosa. El balance entre los soldados y el Depredador no es el óptimo, el tiempo para encontrar una partida es ridículo, el aspecto estético es horroroso, tienes que grindear para encontrar un buen armamento, y en general el título no vale el precio completo actualmente. Sin embargo, no puedo dejar de jugar.
A pesar de todos los errores del juego, no he parado de adentrarme a la jungla para cazar humanos, o destruir una facción rebelde. Sinceramente no logro entenderlo. El título no es malo, pero tampoco amerita las horas y horas que le he invertido. En tan sólo cuatro semanas ya alcance el nivel 100, he desbloqueado todas las armas y estoy en camino de conseguir cada uno de los aspectos estéticos. Mi opinión no ha cambiado, Predator: Hunting Grounds sigue teniendo fallas y en ningún momento deje de notarlas, sin embargo, he aprendido a vivir con ellas. Tal vez sea síndrome de estocolmo.
Pero hablando de manera seria por un momento, el juego es divertido. Como lo mencione en la reseña, cuándo todos los astros logran alinearse y encuentras un equipo que se comunica de gran manera y un Depredador que conoce sus habilidades y limitaciones, tendrás frente a ti 15 minutos llenos de pura adrenalina, en donde constantemente estás al filo del asiento. Como Depredador, es divertido causar caos; entrar y salir sin ser notado; tomar uno a uno la vida de los soldados, o enfrentarse a los cuatro y demostrar supremacía, o como dicen los jóvenes: “flexing”. Mientras que como militar tienes que estar al tanto de tu alrededor, ver los pequeños movimientos en los arbustos, lidiar con la presión de flechas y rayos láser caer sobre ti constantemente, mientras un ejército AI no te deja en paz.
¿CÓMO ES POSIBLE QUE PREDATOR: HUNTING GROUNDS NO SEA UNO DE LOS MEJORES JUEGOS DE 2020? Todo está ahí, pero, al igual que un Depredador que ve a un equipo de soldados escapar en un helicóptero, Illfonic Games se queda cerca de crear un gran juego, pero al final falla su objetivo.
Volviendo al tema de las partidas, al ser un juego enteramente multiplayer, tu experiencia dependerá de otros jugadores. En algunas ocasiones tendrás como equipo a personas que no saben qué hacen, mueren inmediatamente y simplemente arruina tu día. En otras ocasiones puedes sumergirte totalmente en la experiencia y sentirte como Arnold. Por suerte, he participado muchas veces con jugadores que caen en este último grupo.
Por ejemplo, en una ocasión el jugador que le tocó ser el Depredador, utilizó un efecto de audio para cambiar su voz en el chat, y cada vez que se acercaba a alguien, podía escuchar como se burlaba de nosotros con un tono sacado de una película de horror. Sinceramente sentía como si alguien me estuviera cazando, me volví paranoico, y mi equipo también. Este tipo de acciones hacen que mi eventualmente victoria se sintiera mejor de lo que realmente fue.
En otra ocasión sentí desesperación al ver cómo mi equipo fue eliminado uno por uno. A pesar de que todo estaba en mi contra logre completar los objetivos y segundos antes de escapar de la jungla, el Depredador logró encontrarme. En cuestión de segundos me sentí como en un western. Uno a uno. No había escapatoria, era morir o vivir. Pero con mi fuerza de voluntad y cuchillo, logre hacer parry tras parry, y eventualmente vencí al Depredador, algo que nunca creí posible. Una vez más, ¿cómo es posible que Predator: Hunting Grounds no sea uno de los mejores juegos 2020?
Y puedo decir lo mismo por parte del Depredador. Cazar a un equipo en cuestión de segundos es emocionante. Crear caos sólo para arrinconar a cuatro soldados, y luego caer y tomar una vida a la vez es la experiencia que todos los fanáticos de la original película de 1987 han deseado toda su vida.
¿Seguiré jugando más Predator: Hunting Grounds? Tal vez. Sinceramente no lo se, Como ya lo mencione, he llegado al nivel máximo, no hay un gran incentivo para seguir jugando. Sin embargo, con DLC en camino, es posible que retome este título un par de ocasiones más. Sólo el tiempo lo dirá.
Posiblemente mi obsesión en las últimas semanas se deba a que termine Final Fantasy XV y todos sus DLC’s un par de días después de publicar la reseña, y necesitaba algo simple antes de embarcarme en uno de los gigantes juegos que tengo en mi backlog. Quizás Predator: Hunting Grounds me ha ofrecido una experiencia social que no he podido encontrar durante esta cuarentena. O tal vez, sólo tal vez, este juego es en realidad… ¿bueno? De alguna forma u otra, aprendí a dejar preocuparme y amar al Depredador.