Después de muchos años cometiendo errores garrafales con la manera en la que promocionaba y vendía su hardware, abusando del número de opciones en un complicado mercado cada vez más saturado, Sega no tuvo otra solución que abandonar la carrera de consolas y aceptar que si quería sobrevivir como compañía, tenía que asumir su derrota. Lo anterior, a pesar de ser un momento sumamente complicado y claro, histórico para el medio, para nada borró el gran legado de los creadores de Sonic ni mucho menos, su deseo por seguir apostando por propuestas diferentes e innovadoras. Al momento de repartir sus franquicias entre sus antiguos competidores, se tomó la determinación de lanzar una serie completamente nueva para el Nintendo Gamecube, la cual, estaría a cargo de Toshihiro Nagoshi, también famoso por su trabajo con la serie de Yakuza o Like a Dragon. Luego de una larga espera de más de una década, Super Monkey Ball finalmente está lista para regresar con un juego completamente nuevo, uno que intentará regresarla al lugar tan especial que se ganó con un nicho específico de fans tanto tiempo atrás.
Hace unos días tuvimos la gran oportunidad de estar en el evento previo de Super Monkey Ball: Banana Rumble en la ciudad de Nueva York, para junto con varios miembros de la prensa internacional, poder probar lo nuevo del Ryu Ga Gotoku Studio. El juego tiene diferentes ambiciones en temas de presentación y forma, sin embargo, te podríamos decir que de manera general, sigue una línea ya conocida para la serie a nivel de gameplay, esto claro, sin dejar de proponer una o dos ideas que intentan refrescar a la propia fórmula para deleite de todos su viejos fans, pero tan bien con el claro objetivo de gustar a los más jóvenes, pues en efecto, estos súper carismáticos personajes siempre estarán pensados para los jugadores más jóvenes por más que quienes tenemos 20 ó 25 años consumiendo videojuegos, les guardamos un especial afecto. Como sea, a continuación te cuento de cómo me fue con este primer encuentro con el regreso de AiAi, MeeMee, GonGon y una que otra cara completamente nueva.
Uno de los fundamentos más importantes de toda la serie de Monkey Ball es el de mantener las cosas simples, sin nunca olvidarte del reto y claro, dejando que el propio jugador encuentre la manera de incluso romper la experiencia, todo en pro de la diversión. El problema con esta filosofía es que cuesta trabajo evolucionar y encontrar diferentes ideas, lo que hace que desarrollar secuelas sea mucho más complicado que en otros casos. Después de todos estos años, Sega y sus estudios han entendido bien todo esto que te comento, por lo que para Super Monkey Ball: Banana Rumble decidieron no estirar tanto la liga ni irse por caminos que perdieran sentido.
La historia y narrativa es uno de los apartados en los que menos espacio hay para trabajar dentro de Monkey Ball y en realidad, uno de los que menos importan; sin embargo, el Ryu Ga Gotoku Studio cree que si bien, no es como que haya mucho material para contar un enorme relato de AiAi y compañía, sí hay ciertas oportunidades para hacer aún más encantadores a estos personajes. Por tal motivo, en Super Monkey Ball: Banana Rumble se nos presentan elaboradas cinemáticas que aparecerán a lo largo de todo el modo de aventura, las cuales, muestran a los famosos monos en situaciones bastante divertidas. ¿Aporta mucho esto? La verdad es que no, pero sí te podría decir que ayudan a darle fuerza a la propia marca y lo que se pueda hacer con ella en el futuro y sobre todo, están divertidas.
Super Monkey Ball: Banana Rumble es un juego que va al grano y no se anda con demasiados rodeos. Podríamos decir que existen dos modos principales. El de aventura que luce más de 200 niveles completamente nuevos y que es la forma más tradicional en la que siempre se ha jugado la serie, y el Battle Mode, que viene a reemplazar a los mini juegos con cinco diferentes formas bastante interesantes. Por cierto, la campaña se puede jugar con hasta tres amigos más en modo cooperativo, mientras que las batallas son de hasta 16 jugadores por medio de internet.
Podríamos decir que la principal propuesta a nivel de gameplay que Super Monkey Ball: Banana Rumble trae a la mesa es la posibilidad de cargar un dash. Verás, ahora en lugar de poder saltar como en Banana Blitz, podemos hacer un giro cargado que claro, dispara a la pelota del chango en cuestión a una gran velocidad. La idea, a pesar de ser sencilla, creo que le añade mucho dinamismo al core gameplay. Al menos en los dos mundos que pudimos probar, sentí que siempre tenía un truco bajo la manga para llegar a la meta. Por cierto, la composición de los niveles sigue siendo la misma de siempre, en la que tenemos que llegar a una meta sin caernos en el menor tiempo posible, al mismo tiempo que intentamos tomar todas las bananas posibles. Otra adición que se agradece es que finalmente, podemos rotar la cámara a placer usando el stick derecho del control.
Algo que llamó mucho mi atención fue la adición de un sistema de ayudas. Además de poder colocar un fantasma a manera de guía, es posible habilitar unas fechas que te indican el camino a seguir para resolver tal o cual nivel. Seguro que en las etapas más avanzadas del juego cuando la cosa se ponga muy complicada, este tipo de elementos serán muy bienvenidos. Además, se pueden poner checkpoints e inclusive rebobinar la acción. Todo esto es opcional y se puede activar o desactivar cuando quieras. Otro elemento sumamente curioso es que en sus opciones de personalización de control, hay una que te deja ajustar el mando para compensar en caso de haya drift en tus Joy-Con. Sega adelantándose al problema.
Los mini juegos siempre han sido parte importante de cualquier Monkey Ball, no obstante, vale la pena recordar que en algunas entregas, la idea de apostar por un gran número de ellos, llevó a un bajón de calidad fuerte. Sabiendo perfectamente esto, en Super Monkey Ball: Banana Rumble se decidió reducir la oferta a solo cinco por medio del llamado Battle Mode. En estos retos tenemos cosas como carreras, tener que pasar bombas en lo que es un básicamente “las traes”, u otro en el que por equipos, debes de acabar con la mayor cantidad de robots posibles chocando tu bola contra ellos. A pesar de que solo probé estos modos con bots, me pude dar cuenta de lo divertidos que son y de todo el caos que se genera con tantos personajes en pantalla, asunto que desafortunadamente tiene un impacto en el rendimiento del juego del que te hablaré más adelante.
¿Cómo fueron estas primeras horas con Super Monkey Ball: Banana Rumble? La verdad, sumamente divertidas. El camino de no tomar riesgos tan importantes ni de intentar revolucionar a la fórmula de la serie seguramente será criticado por algunos, pero yo creo que se nos está entregando el nuevo Monkey Ball que tanto habíamos estado esperando. Uno que no se aloca con raros experimentos como los del pasado que obviamente no funcionaron. Es el juego que esperaba con ciertos cambios y elementos que precisamente los veteranos de la franquicia estábamos pidiendo a gritos y que estoy seguro, le encantará a quienes la tomen por primera vez. Parece que tendremos tanto un modo de aventura vasto y extenso, así como un Battle Mode sólido que nos regalará buenas horas de diversión.
Nos encontramos en una etapa ya muy avanzada de vida del Nintendo Switch. En marzo de este año, se cumplieron siete años de su estreno y a pesar de su gigantesco éxito, es natural que los rumores sobre su sucesor hayan llenado los principales titulares de la industria a lo largo de los últimos meses. Los planes de la compañía siguen siendo inciertos, lo cual, no va a evitar que más juegos se sigan publicando en su consola incluso, siendo exclusivas. Justo es el caso de Super Monkey Ball: Banana Rumble, el cual, llega solamente a la casa de Mario, sabiendo perfectamente que su verdadero mercado está precisamente ahí.
Super Monkey Ball: Banana Rumble luce sumamente bien y al menos en su modo de aventura para un solo jugador, presenta un gran desempeño a 60 cuadros por segundo bastante estables, esto a través de una imagen en muy buena calidad que seguramente se acerca al 1080p en el dock. Para este previo no lo pudimos ver en modo portátil, pero estamos casi seguros de que al igual que las dos pasadas entregas, se verá muy bien en 720p. Lo que me preocupa es lo que pasa cuando se agregan más jugadores a la acción.
Verás, cuando pudimos probar el modo de batalla, se siente un muy marcado bajón de rendimiento que cambia a los 30 cuadros por segundo, mismos que no en todo momento se alcanzan. Cuando la pantalla se llena de cosas sucediendo con 16 participantes al mismo tiempo, el Switch sí comienza a sufrir, haciendo que la experiencia salga de lo óptimo. Al igual que en otros juegos de la serie, Super Monkey Ball: Banana Rumble es un título bastante frenético que depende enormemente de un buen rendimiento. La verdad es que sí he quedado un tanto preocupado por cómo es que este asunto va a impactar de manera negativa a la experiencia. Repito, esto solo me pasó en el battle mode, habrá que ver cómo se comporta todo en pantalla dividida en la campaña o con cuatro jugadores al mismo tiempo.
La dirección de arte y el cuidado en las cinemáticas es una de las notas altas de Super Monkey Ball: Banana Rumble, esto sin mencionar su nueva y espectacular banda sonora, la cual, al menos de lo que pudimos escuchar en este tiempo con el juego, apuesta por tonadas sumamente conocidas para la serie, pero también con propuesta que la modernizan completamente. Esperemos que para la versión final del juego, los problemas de rendimiento de los que te hablo no sean un problema mayor, pues sí estarían arruinando ideas muy buenas.
Las ambiciones en todo desarrollo de videojuegos son importantes, pero aún más, es tener un objetivo claro y lograble. Es fácil notar que desde que el Ryu Ga Gotoku Studio y Sega comenzaron con la planeación de Super Monkey Ball: Banana Rumble, tenían muy en cuenta que debían de crear un juego para hacer felices a los fans más añejos de la serie y a la vez, que cualquiera que nunca le haya dado la oportunidad, ésta pueda ser su puerta de entrada. Después de este tiempo con el juego estoy completamente seguro de que el objetivo se va a lograr, pues se está poniendo sobre la mesa un nuevo Super Monkey Ball que es sincero y que va directamente al grano. Por supuesto que tiene propuesta e ideas propias, pero sabe en qué momento frenar para no salirse del camino justamente en persecución de cosas que no vienen al caso.
Estamos muy emocionados por lo que representa Super Monkey Ball: Banana Rumble y lo que nos estará dando una vez que se lance este 25 de junio exclusivamente en el Nintendo Switch. La única mala noticia acá es que todavía toca esperar un poco, pero creemos que valdrá la pena. El asunto que vemos por ahí con ciertos focos rojos es el rendimiento del battle mode y qué tan bien o qué tan mal funcionará online, pues recordemos, la consola en la que está saliendo nunca se ha caracterizado por sus buenas experiencias multiplayer a través de internet, esto con sus contadas excepciones.