Pac-Man es de esos personajes que, para su desgracia, el tiempo no le ha sonreído de la misma forma como a muchos otros de sus colegas. Aunque Bandai Namco ha intentado de todo por mantener relevante y actualizado a su querida mascota, lamentablemente se ha encontrado con una enorme cantidad de problemas que lo han terminado por relegar de los reflectores de hoy en día.
Por fortuna y luego de varios años de intentos que terminaron en rotundos fracasos (te habló a ti, Pac-Man and the Ghostly Adventures), Bandai Namco por fin pudo darse cuenta de que si hay algo que le va bien a Pac-Man eso es lo retro. Por ello y ante una industria en la cual los sprites, el arte de 8 y 16 bits y el gameplay clásico están de moda, la compañía ha decidido traernos una nueva entrega de su acertada propuesta por revivir al personaje. Esta es Pac-Man Championship Edition 2, juego del cual recientemente pudimos probar una versión prueba y de la que a continuación te compartimos nuestras impresiones.
¿Qué es lo que hizo tan especial y popular a Pac-Man? Aunque muchos le atribuyen su creativo concepto y originalidad el éxito del personaje, en definitiva fue su simple y adictivo gameplay lo que lo volvió tan famoso alrededor del mundo. En Pac-Man Championship Edition 2 volvemos a retomar el esquema básico del juego de antaño del come píldoras, aunque con algunos nuevos reveses, sorpresas y twists que lo hacen todavía más divertido y profundo, pero sin salirse de su esquema de controles simples.
Dentro del demo que pudimos probar brevemente se encontraban dos modos de juego distintos, ambos con mecánicas de juegos similares (comer unas píldoras y objetos dentro de un laberinto) aunque con objetivos diferentes. Estos eran el modo de retos y el de puntuaciones.
El primero de ellos, el de retos, contaba con varias misiones a realizar que nos invitaban a realizar diversos objetivos dentro de un tiempo determinado. Por poner algunos ejemplos algunas de las misiones nos pedían que realizar iban desde la tradicional de comernos todas las píldoras en pantalla hasta devorarnos las necesarias para provocar que apareciera una fruta que nos debíamos tragar e, inclusive, unas más en donde sólo nos solicitaban que golpeáramos a los fantasmas para hacerlos enojar (así, súper troll) o despertar a otros que se encontraban dormidos en diferentes zonas del laberinto.
A la par de estas misiones (que ojo, habían más), cada uno de los retos añadía diversas mecánicas adicionales que le daban un twist al gameplay. ¿Cómo cuales? Por mencionar algunos, la posibilidad para frenar por completo el movimiento de Pac-Man con un botón, aumentar la velocidad de su desplazamiento si presionábamos en el momento preciso la dirección hacia la que debíamos de dar vuelta, usar bombas que nos regresaban de un salto al punto de origen del escenario, o trampolines que nos mandaban a otras secciones del mapa.
Finalmente y no menos importante, al final de las dos secciones de retos que estaban disponibles, aparecía un nivel de jefe en los que, además de solicitarnos que realizáramos diversos objetivos dentro de varias secciones unidas, la dificultad de los niveles aumentaba al tiempo que se reducía el tiempo para llevar todo a cabo. Si creímos que hasta ahora todo era fácil, dentro de éstas nos percatamos de que jugar al “Pac-Man” tradicional no era algo tan sencillo como parecía.
Todos los elementos en conjunto hacen del juego una experiencia sumamente sencilla pero altamente divertida y repleta de retos. Con todo y pese a que se trata de una nueva entrega de un proyecto que ya pudimos ver hace algunos años, el juego nos sacó una sonrisa desde los primeros minutos de juego, y eso es algo que difícilmente consiguen muchos títulos hoy en día.
Por otro lado el segundo modo que probamos, el de puntuaciones, se asemejaba más al esquema de juego del título original, aunque con algunas cuantas adiciones. Como tal aquí el objetivo principal era el de tratar de conseguir la mayor cantidad de puntos dentro de un tiempo definido y con un número limitado de vidas. Sin embargo lo que le añadía ese twist a todo era la aparición en cualquier momento de varios de los elementos antes mencionados dentro de los escenarios. Más allá de ser una simple adición aleatoria, esto provocaba que nos mantuviéramos atentos en todo momento a lo que aparecía en pantalla.
Como tal nuestra experiencia con Pac-Man Championship Edition 2 fue muy corta ya que apenas y lo pudimos jugar unos cuantos minutos. Sin embargo con ese breve periodo de tiempo que lo probamos nos dimos cuenta de que Bandai Namco ha hecho de éste una nueva propuesta digna de probarse por todas aquellas personas que dicen amar los videojuegos. Ya queremos ver lo que nos deparará el querido Pac-Man con su nuevo juego de campeonato cuando se lance durante el otoño de este año.
