A menudo la gente que hackea las consolas de Nintendo suele hacerlo no solo para beneficio propio, sino que también lo hacen como un negocio en el que la gente les manda los dispositivos para que llenen una tarjeta de memoria con juegos adquiridos de forma no muy legal. Desde la era de las ROMS se pensaba que no iba a haber consecuencias, dado que no veían mucho movimiento por parte de la compañía japonesa, pero en las sombras ya lo estaban verificando y sentenciando a estas personas en el proceso.
El hacker conocido como Gary Bowser, salió de prisión el año pasado tras ser sentenciado por su colaboración como miembro del grupo llamado Team-Xecuter, que en 2013 comenzó a crear y vender dispositivos que permitían a los usuarios reproducir ROM ilegales en consolas, incluidas Switch y 3DS. Teniendo como consecuencia el rastreo de la gente responsable, dando con algunos de ellos y haciendo que los metieran a la cárcel, de hecho hay quienes deberán pagar de por vida a la compañía con su sueldo.
Durante una entrevista con el medio conocido como The Guardian, Bowser ha comentado lo siguiente:
La sentencia fue como un mensaje para otras personas que todavía están ahí fuera, que si los atrapan… serán condenados a penas duras.
El hacker fue arrestado en septiembre de 2020 y compareció ante el tribunal al año siguiente acusado de 11 cargos de delitos graves por daños terceros a quienes en ese momento tenían la consola Switch en tiempo de auge, tendiendo posibles pérdidas millonarias por ROMS distribuidas. En lugar de enfrentarse a un juicio, se declaró culpable de dos cargos y ofreció pagarle a Nintendo 4,5 millones de dólares.
En un fallo de un caso civil separado, se ordenó a esta persona pagar a Nintendo una multa adicional de 10 millones de dólares por su participación en la venta de modificaciones de consola. Esta multa que asciende a casi 15 millones, lo dejará sin sueldo de los trabajos que vaya adquiriendo a lo largo de su vida hasta que eventualmente termine, si es que no se va antes del plano existencial.
Vía: VGC
Nota del editor: Ahora sabemos que piratear a Nintendo es una mala idea que de ser descubierta tendrá graves consecuencias, mucho más cuando se cobra por hacer estos trabajos ilegales. Ni hablar, el chico pasará toda su vida pagando dinero a la empresa de Japón.