Desde que Estados Unidos obtuvo nuevo presidente hace algunas semanas, no han parado de surgir algunas polémicas con los países vecinos, empezando con el supuesto aumento de aranceles que pondrán en problemas a quienes consumen productos importados. Por otro lado, se habló de algo bastante serio, ya que después de varias décadas, Norteamérica quiere modificar el nombre de Golfo de México, idea con la cual el gobierno no está de acuerdo; pero por otro lado, grandes empresas apoyarían ma moción.
El gobierno del país sigue firme en su exigencia a Google para que corrija la denominación de esta área del mapa en su plataforma. La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que ya respondieron a la carta enviada por su administración, pero esta no fue satisfactoria. Ante esto, se ha presentado una nueva impugnación y evalúan la posibilidad de llevar el caso a los tribunales. La gobernante aseguró que, si es necesario, se procederá con una demanda civil para evitar que el territorio marítimo mexicano sea etiquetado con un nombre que considera incorrecto.
El problema radica en que el dueño de YouTube ha aplicado erróneamente el decreto firmado por el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el que designó como “Golfo de América” a una parte específica de la plataforma continental estadounidense. Sin embargo, el gobierno mexicano sostiene que esta denominación no debe extenderse a la totalidad. Sheinbaum enfatizó que el decreto solo se refiere al territorio marítimo de EE.UU. y que Google está cometiendo un error al modificar la nomenclatura.
Se ha enviado una segunda carta, firmada por el canciller Juan Ramón de la Fuente, solicitando la corrección del nombre con base en normas internacionales. Argumenta que, aunque es una empresa privada, su servicio de mapas tiene una gran influencia a nivel global y cualquier alteración en los nombres puede generar confusión. Además, el derecho internacional, en particular la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, establece que el territorio soberano de un país se extiende hasta 12 millas náuticas desde su costa, lo que significa que EE.UU. no puede cambiar unilateralmente la denominación.
Hasta el momento, Google no ha emitido un comunicado oficial sobre el tema ni ha dado indicios de que modificará la nomenclatura en sus mapas. Mientras tanto, el gobierno mexicano mantiene su postura y advierte que la disputa no ha concluido. La posibilidad de una demanda civil sigue sobre la mesa, y si la compañía no reconsidera su decisión, podría enfrentar una batalla legal con el Estado mexicano. Por lo que tienen algunos días para emitir la respuesta.
Vía: XTK
