Square-Enix siempre se había caracterizado por realizar alianzas comerciales basadas en exclusividades que en su momento generaron grandes beneficios para las partes involucradas, siendo el caso más significativo en la época del primer PlayStation, dejando a Nintendo fuera de la ecuación.
El divorcio entre la casa productora de Final Fantasy y la gran N, ocurrió cuando no se concretó el proyecto del Super Nintendo CD-ROM y Sony decidió lanzar su propia consola, la cual se nutrió con increíbles juegos creados por el desarrollador en cuestión.
Con el transcurso del tiempo, Square-Enix fue recomponiendo su relación con Nintendo y en paralelo reforzó su lazos con PlayStation para generar diversos exclusivos en años recientes entre los que figuran los remakes del legendario Final Fantasy VII.
Fracasos como Babylon’s Fall, Foamstars y Forspoken en PlayStation 5 fueron los primeros indicios de que el modelo de negocio para dotar a una sola plataforma de juegos únicos empezaba a ser cuestionable y se comprobó, cuando el desempeño en el mercado de Final Fantasy VII Rebirth fue menor de lo esperado, pese a tratarse de uno de los títulos más relevantes del presente año.
Después de haber tenido una caída del 70 por ciento en sus utilidades, la citada empresa ha decidido impulsar una reingeniería que tiene como objetivo concretarse en un plazo de tres años, tomando en consideración los siguientes ejes:
Calidad vs. Cantidad: Se ha definido que habrá menos estrenos para apostar por productos más pulidos y seguramente enfocados a franquicias de renombre con reputación probada.
Desarrollo por proyectos: Los equipos creativos ya no se centrarán en títulos en específico, sino que habrá un ciclo basado en procesos para que el personal vaya rotando en diferentes sagas.
Enfoque multiplataforma: Las exclusividades tienen su tiempo contado, pues se pretende llegar a todos los gamers de consolas domésticas y computadora, haciendo énfasis en la distribución digital.
Experiencias inolvidables: A pesar del riesgo que implica, Square-Enix seguirá una estrategia similar a PlayStation y se centrará en videojuegos AAA que cuenten relatos inolvidables.
Inversiones estratégicas: Con más de 600 millones de dólares para trabajos de expansión, no se descarta la adquisición de nuevos estudios o la reorganización de talento interno en las diferentes oficinas del corporativo, alrededor del planeta.
La industria de los juegos de video está pasando por un momento de reinvención y cada día son más las compañías que comienzan a subirse al tren del esquema multiplataforma, pues el mercado lleva varios meses dando señales de estancamiento y es necesario cambiar paradigmas que, si bien en el pasado fueron muy exitosos, ahora comienzan a ser obsoletos.
