Hoy se celebra el 28 aniversario desde que se lanzó el primer Final Fantasy, una de las sagas más reconocidas en la industria de los videojuegos. Es una franquicia de polarización y antagonismo. Cada entrega, ya sea canon o spin-off, provoca revuelo entre los fans asiduos y el nuevo público. Square Enix se ha dado a la tarea de mantener vivo el universo de Final Fantasy, que se ha podido disfrutar innumerablemente en múltiples plataformas. El catálogo es bastante extenso: juegos alabados, otros rechazados, y muchos que pasan sin pena ni gloria. En el mundo de Final Fantasy podemos encontrar títulos AAA con presupuestos de más de 140 millones de dólares, como Final Fantasy VII (por muchos el favorito), y otros tan bizarros como Ehrgeiz: God Bless The Ring, un juego de peleas 3D desarrollado por DreamFactory, donde puedes protagonizar intensas peleas con personajes como Cloud y Sephiroth.
Con más de 25 años de historia, tomo un momento para reflexionar el origen de dicha franquicia, analizando los porqués del surgimiento de ésta, y las razones por las cuales el primer juego se convirtió en el molde que daría forma a los RPGs como los conocemos ahora.
Era el año 1987, una época furor por las consolas caseras después de la terrible crisis de la industria a principios de esa década. La salida del Famicom nutrió de manera inconmensurable el mercado y las oportunidades de éxito eran inmensas. Eran tiempos donde la gente vio nacer franquicias ahora consagradas, como Super Mario Bros. y The Legend of Zelda. Sin embargo, no había suficientes juegos de rol para estos dispositivos, ya que la mayoría se manejaban en formato de aventuras gráficas para ordenadores, por ejemplo Ultima y Wizardry. Hablando de Japón, la principal oferta en mercado de este género era Dragon Quest (Dragon Warrior para América), lanzado en 1986. Con un éxito increíble en ventas, este juego de Enix (estudio independiente en ese entonces), inspiró notablemente la mente de Hironobu Sakaguchi para crear su obra maestra.
Sakaguchi ya tenía planes para un RPG desde años anteriores, pero debido a la falta de credibilidad en el género, no lograba convencer a los inversionistas para desarrollar un juego de ese tipo. Después de varios títulos sin éxito por parte de Square, se preveía la bancarrota de la empresa, teniendo presupuesto sólo para un último juego encargado a Sakaguchi, al que decidió llamar Final Fantasy. Sin duda era el título perfecto, ya que además se trataba de un proyecto tanto profesional como personal para el director, quien admitió que si éste no tenía éxito, dejaría la industria de los videojuegos para siempre.
Sakaguchi logró ensamblar un talentoso equipo de sólo siete personas denominado el “A-Team”: Noubuo Uematsu en la banda sonora, Yoshitaka Amano en las ilustraciones y Akitoshi Kawazu en el diseño del juego, por dar algunos ejemplos. Con menos de un año de desarrollo, Final Fantasy fue un éxito en ventas, doblando la venta de las 200,000 copias estimadas para su distribución inicial.
La aceptación de este juego se podría explicar de acuerdo a tres aspectos principales:
Final Fantasy era un juego como ningún otro. Introdujo elementos jamás vistos en ese género, ni en ningún otro. Kawazu añadía elementos de juegos de rol occidentales, principalmente Dungeons & Dragons, algo nunca visto en Japón. Un ejemplo de esto era su bestiario, y la adición de fortalezas y debilidades de acuerdo a los elementos, agregando hechizos de fuego, trueno y hielo; siendo unos más fuertes o débiles contra el enemigo dependiendo de la situación. Decenas de características hacían de este juego un producto único e innovador, entre ellas:
• La posibilidad de elegir las clases de nuestros personajes, sin que éstas fueran predeterminadas, con opciones como Fighter, Black Belt, Thief, White Mage, Black Mage, y Red Mage.
• La posibilidad de subir y bajar pisos con sólo posicionarse en una escalera sin necesidad de menús.
• Batallas que tenían lugar en una pantalla donde se podían apreciar tanto los enemigos como los héroes, pudiéndose apreciar gráficos únicos de nuestros personajes al ser debilitados o muertos.
• Adición de vehículos para transportarse en el mapa, como canoas, naves y barcos.
• La posibilidad de pelear con varios enemigos a la vez, con un límite de hasta nueve monstruos en pantalla.
Éstas características podrán sonar poco atractivas ahora, pero en su momento causaron revuelo, debido a que no tenían precedencia y eran un tanto atrevidas, ya que hasta ese entonces, el jugador no era capaz de ver a sus personajes pelear en tercera persona.
El aspecto sonoro de Final Fantasy ha sido —y es hasta la fecha— uno de sus puntos más fuertes. En ese entonces, el primer título de la saga contaba con un soundtrack de casi 20 piezas musicales, una cantidad absurdamente alta para esos tiempos. Estas composiciones corrieron a cargo de Noubuo Uematsu, las cuales fueron el dieciseisavo proyecto del compositor. Piezas como “Prelude”, “Victory Fanfare” y el “Opening Theme” siguen vigentes en los juegos de ahora, así como el efecto de sonido de apertura de batalla, que se encuentra presente en todos los títulos numerados, excepto en Final Fantasy XIII.
El único competidor directo de Final Fantasy en 1987 era Dragon Quest, cuyas ilustraciones corrían a cargo del artista Akira Toriyama (conocido como el creador de Dragon Ball). Debido a esto, El A-Team de Square debía mostrar el talento para sobrepasar el nivel de la competencia. Yoshitaka Amano estuvo a cargo del arte del juego, creando obras exclusivas con influencias que incluían cómics occidentales, art nouveau y grabados en madera japoneses. Intencionalmente o no, el diseño de personajes, enemigos y arte en general se convirtieron en uno de los pilares principales del juego y de la franquicia.
Comienza una leyenda
Podría enumerar más características que hicieron de Final Fantasy un juego único, sin embargo ésas son las que considero primordiales para el éxito que tuvo, que cuenta con una historia conmovedora y controversial. En este juego se nota la dedicación y el tesón de sus creadores. Al respecto Hironobu Sakaguchi comenta:
En ese entonces, el espíritu consistía en que no estábamos haciendo un producto, sino una creación. Se estaba poniendo el alma en la producción, vaciando todas las ideas en el juego, incluso si se recortaban durante el desarrollo, no guardando nada para una secuela.
¿Por qué recordar el primer Final Fantasy? En una industria donde las compañías se van cada vez más por lo seguro y tienden a no tomar decisiones de riesgo, es importante traer a la mente ejemplos de éxito como lo fue este gran juego.
El mismo Sakaguchi, en una entrevista con Famitsu por el veinte aniversario de la franquicia, declaró que esperaba que ese mismo espíritu continuara en los nuevos desarrolladores de la serie, misma que se ha visto cambiada de rumbo con estrategias pesadas de marketing, y falta de cuidado en el desarrollo, como lo fueron las últimas dos entregas numeradas, respectivamente.
¿Qué les pareció este primer título? ¿Cuál es su percepción del desarrollo de esta serie?