Hace unos meses una de las noticias que más causó polémica fue la de la compra de Twitter por parte de Elon Musk, decisión con la que muchos usuarios del mundo no estuvieron de acuerdo. Pasaron los días para que se llegaran a los acuerdos pertinentes, y hace unos minutos se confirmó la cancelación de esta adquisición debido a diferencias.
Esto lo dio a conocer el medio Bloomberg, pues los asesores del empresario le enviaron a la compañía para dar a conocer que Musk está desistiendo de efectuar la transacción de 44,000 millones de dólares. El millonario afirmó que se llegó a esta decisión debido a que no se cumplieron con las obligaciones contractuales relacionadas a los bots y spam.
De hecho, hace un par de días el Washington Post comentó que la compra se encontraba en peligro, esto por el incumplimiento que comentó Musk mediante su comunicado oficial a la empresa. Aseguraron que la proporción de cuentas lleva un 5%, algo que el empresario estaba exigiendo antes de tomar posesión cuando el dinero hubiera sido administrado.
Entre los términos que se mencionaron en el mes de abril se incluyó que quién desistiera del acuerdo pactado, tendría que compensar a la otra entidad o sujeto con una multa de 1,000 millones de dólares. Cuenta que Musk deberá pagar si tiene intención de cumplir con su acercamiento, de lo contrario, podrían presentarse batallas legales entre ambos.
Aún con todo esto, Twitter sigue interesado en que se respete el acuerdo pactado hace unos meses atrás. Por ahora, Musk está indicando que el trato queda cancelado, y la razón podría ser un tanto confusa, después de todo el había comentado que se haría cargo del spam y bots por cuenta propia.
En respuesta a la cancelación del acuerdo, Twitter está demandando a Musk.
En un tuit, el presidente, Bret Taylor, escribió:
La Junta de Twitter se compromete a cerrar la transacción con el precio y los términos acordados con el Sr. Musk y planea iniciar acciones legales para hacer cumplir el acuerdo de fusión, prevaleceremos en el Tribunal de Cancillería de Delaware.
Vía: Bloomberg