La investigación detrás del nuevo control de Microsoft costó 100 millones de dólares. Zulfi Alam, director general de accesorios de la compañía se propuso mejorar el control, mismo que ya estaban seguros era el mejor en el mercado.
“Construir un control es como construir un gran piano, una tecla puede modificar el diseño completo. Entrevistamos varios core gamers para saber qué mejoras querían los usuarios, fuimos añadiendo cada una al control del 360 y cada vez los probábamos en niveles de nuestros juegos. Presentamos a los jugadores pequeñas mejoras en una sesión de prueba, era fácil disimular los cambios, así que nadie supo que eran los principios de la nueva generación.
Tal vez no lo parezca, pero es considerablemente diferente. 100 millones de dólares no sólo incluyen prototipos, también horas de investigación y creación de herramientas en un proyecto que duró dos años y medio. Estaba el reto de hacerlo de nuevo: tener el mejor diseño. No queríamos regresar con un control que no lo valiera”.
De acuerdo con Andy Robinson, editor de CVG, “es por mucho el mejor control de la última generación. No tiene cambios drásticos, pero sí considerables mejoras: los sticks análogos son ligeramente más pequeños, la zona muerta es menor y tenemos una cubierta suave en alrededor de la base para un mejor agarre”.
El D-pad fue construido más cercano al tablero madre y también tenemos el “plus pad” que hizo famosos muchos controles de Nintendo. El nuevo chip consume menos energía, por lo tanto puedes usarlo hasta 30 horas con tan sólo cargarlo 3, además será inalámbrico y el Kinect reconocerá su posición. Y hasta para los más exigentes, ya no tendrá los hoyitos para el desarmador.
Los motores de vibración disminuyeron su tamaño y fueron reubicados en todo el control. Así la vibración se sentirá en la punta de los dedos y no en la palma; incluso se podrá sentir cómo un proyectil explota del centro del control hacia afuera, es decir, como si fuese una onda expansiva.
Alam afirmó que hubo tentación de hacer algo nuevo, algunos prototipos con ciertos dispositivos e incluso bocinas. “Sin embargo, desistimos pues sería mucho mayor el consumo de energía, lo que no agradaría a los jugadores, y tampoco queríamos que los ojos viajaran entre pantallas para obtener la información, pues eso afecta el gameplay. Smart Glass es diferente porque da información adicional. No es indispensable para el juego. Es interesante tener una doble pantalla, pero no ayuda al core gameplay”.
Sobre porqué Microsoft no dio el primer paso en cuanto a sensores biométricos para la obtención de datos, Alam contestó que nada más utilizarían energía adicional y que no sería útil pues ese tipo de información ya la obtienen desde el Kinect.
“Mucho gasto para el poco cambio a primera impresión; sin embargo, probamos y demostramos que estábamos en el camino correcto”. Si te perdiste las nuevas características del control para Xbox One, revisa nuestra nota con la información para que también tú puedas opinar.
Vía CVG