Brett Belsky, profesor de educación física en la escuela pública MS 890 ubicada en Brooklyn, Nueva York, terminó siendo despedido de su puesto por aparente conducta inapropiada. ¿Su delito? Jugar Fortnite con sus estudiantes.
Belsky, de 29 años, fue despedido luego de que tuviera una sesión de juego de Fortnite con dos de sus estudiantes, de 11 y 12 años respectivamente. Según explica el profesor, éste escuchó que sus alumnos solía hablar del juego durante sus clases y, dado que ambos no estaban teniendo un buen desempeño en la misma, fue que decidió acercarse para ofrecerles jugar con ellos si es que lograban mejorar su rendimiento.
“Como profesor, intentas acercarte de la mejor manera posible. Estos chicos hablaban sobre videojuegos y por eso dije ‘Si mejoran en su trabajo, puede que juegue contra ustedes’ ” – explicó el tutor.
El maestro comenta que su propuesta tuvo resultados y, tras ver que sus estudiantes se esmeraron más, accedió a jugar con ellos por 20 minutos, aunque claro con el debido permiso de sus respectivos padres. Sin embargo, tal parece ser que uno de ellos prefirió no decirle nada a su padre y, cuando éste se entero de lo sucedido, acudió furioso con el director de la escuela para reportar a Belsky. Lamentablemente, el incidente derivó en el despido del profesor.
Belsky reconoce que hizo mal al no hablar previamente sobre su plan con el director y las demás autoridades del colegio. No obstante, considera que el trato que recibió fue injusto y es por ello que apelará su despido ante el Departamento de educación de los Estados Unidos.
“Este juego es inmensamente popular entre los chicos. Necesito descifrar la manera de poder acercarme a los niños. Amo lo que hago. Soy un buen profesor” – comentó el maestro.
Si bien existe un código de comportamiento publicado por el departamento de educación que estipula que “Los profesores no deben comunicarse vía online con sus estudiantes a menos que sea por motivos escolares“, muchos consideran que el trato recibido por el maestro fue injusto. Sin embargo, aún se desconoce lo que sucederá con su apelación o si el apoyo de las personas influirá en el mismo.
Como sea, se trata de un malentendido en el que, tristemente, se vieron involucrado los videojuegos.
Fuente: NY Post
