Los juegos como servicio llevan ya un buen tiempo bajo la lupa gracias a que su modelo de negocio ha probado ser altamente peligroso hasta para los desarrolladores más experimentados. Pocos sobreviven el año en el mercado. Uno de los pocos casos de verdadero éxito reciente es Black Desert, MMORPG hecho en Corea del Sur que está a nada de recibir una nueva expansión bajo el nombre de Land of the Morning Light.