Desde hace mucho tiempo se ha perdido la costumbre de mandar correos clásicos a las personas mediante un sistema de buzón casero, y se ha tomado la decisión debido a la inmediatez que da un email y que también se reduce el gasto de papel, lo cual contamina el medio ambienta. Sin embargo, algo que la gente desconoce, es que a menor medida, los correos digitales también afectan la naturaleza, generando algo de CO2, más si se acumulan en la bandeja del usuario.
Eso significa, que si hay personas que ya tienen su bandeja hasta el tope de llena están generando mucha contaminación, lo cual tiene como consecuencia daños a la propia gente, ya que somos quienes respiran el aire que se genera por todo este O2 que afecta las inmediaciones. La huella de carbono presente siempre ha sido un problema desde que los mails existen, entonces aunque parezca una noticia menor, llevamos tiempo dañando la atmósfera de manera inconsciente.
Según investigaciones recientes, se ha tratado de hacer un cálculo de cuánto daño se hace cada que las personas mandan solo un correo, y se ha llegado a la conclusión de que alguno sencillo que sea solo para resoluciones de trabajo, contamina 17 gramos de CO2. Pero como la gente no manda solo esta cantidad al día y no son los únicos en el mundo, es evidente que millones de veces se multiplica este elemento contaminante, algo que va creciendo conforme pasan los años.
La solución para que no contaminemos de forma tan fuerte, es la que se escucha más sencilla para el momento que se lee esta nota, es decir, borrar los correos basura que se tengan y que evidentemente ya no se necesiten para utilizar en algún futuro corto o también largo. Por otro lado, los que llegan de forma inmediata y caigan en la carpeta de spam deberían ser eliminados también de forma inmediata, pues estos se pueden acumular en masa sin que el usuario se de cuenta realmente.
Vía: Statista
Nota del editor: La manera de contribuir con el granito de arena es sencilla, pues solamente hay que borrar lo que realmente ya no necesitemos, eso sí, hay que fijarse en lo que borramos, pues puede haber archivos que no se hayan respaldado anteriormente en una computadora.