Desde hace mucho tiempo se ha perdido la costumbre de mandar correos clásicos a las personas mediante un sistema de buzón casero, y se ha tomado la decisión debido a la inmediatez que da un email y que también se reduce el gasto de papel, lo cual contamina el medio ambienta. Sin embargo, algo que la gente desconoce, es que a menor medida, los correos digitales también afectan la naturaleza, generando algo de CO2, más si se acumulan en la bandeja del usuario.
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