Nos encontramos en medio de una autentica fiesta, pues hace 60 años se abrieron las puertas de Disneyland en Anaheim, California, el llamado lugar más feliz de la tierra. Aprovechando la ocasión, Atomix se ha unido a los festejos con la #DisneyWeek. Nuestros contenidos especiales relacionados a este mundo lleno de magia no podían comenzar de otra manera que no fuera recordando el gigantesco legado que esta marca ha dejado para el mundo del cine.
Cuando de experimentar dentro de la animación se trata, Disney simplemente no escatima en recursos, o al menos así solía ser. Cualquier formato es viable para intentar desarrollar un nueva y muy loca idea, sin embargo, los cortometrajes parecen ser el terreno más fértil para que este tipo de proyectos puedan crecer sin que el riesgo financiero sea tan importante. La cantidad de material de este tipo creado dentro de la casa de Mickey Mouse es verdaderamente abrumante, por lo que nos pareció una excelente idea seleccionar ocho películas cortas que en nuestra opinión, tienes que ver en algún momento.
Obviamente esperamos que nos comentes al respecto. ¿Cuál de todas ellas tu favorita?, ¿qué otro cortometraje animado de Disney recomendarías a cualquiera que disfrute de este tipo de expresión artística?
*Al igual que en todos nuestros contenidos de la #DisneyWeek, solo fueron tomadas en cuenta obras de Walt Disney Animation Studios. Pixar no fue considerado.
La animación en 2D es algo que a pesar de haber pasado a segundo término desde hace varios años, se ha logrado mantener de diferentes maneras. Funcionando como preludio a Wreck-It Ralph de 2012, Paperman nos enamoró desde sus primeros segundos gracias a su muy fina técnica de animación, misma que fue posible gracias a que en realidad, se construyó sobre un motor 3D. La encantadora historia en blanco y negro con toques de rojo, de un oficinista enamorado que hace todo lo posible por alcanzar a la chica de sus sueños, es un indispensable para cualquiera que se quiera endulzar la vista. Por favor, esto se necesita ampliar a un largometraje.
Ver a los personajes de Disney consumiendo algún tipo de vicio es algo que no se da todos los días. Como parte de la serie, Goofy the Everyman, Disney lanzó para la televisión el cortometraje No Smoking, protagonizado por este simpatico personaje. En el material, se nos contaba un poco de la historia de cómo es que el tabaco llegó a América para convertirse en ícono de su cultura, sobre todo en los años cuarenta y cincuenta. Algo que llama bastante la atención de la caricatura es que es de los primeros intentos en la historia por hacer conciencia sobre los efectos en la salud que tiene consumir este tipo de productos. ¿Se imaginan que ahora sacaran un corto así pero de la marihuana?
Nuestro listado de cortometrajes animados simplemente no podía estar completo sin Steamboat Willie. Esta breve caricatura en blanco y negro es considerada como la primera aparición de Mickey y Minnie Mouse en una animación, esto a pesar de que la pareja de ratones ya había debutado meses antes en Plane Crazy. El legado de este material es simplemente invaluable, pues a pesar de que la industria apenas se encontraba dando sus primeros pasos, la calidad y maestría con la que fue construido, siguen siendo tema de estudio en nuestro tiempos. Ese chiflido y movimientos de Mickey se grabaron en la historia para siempre.
Poco tiempo después de que Mickey Mouse nació como personaje, Disney seguía experimentando de forma importante en la parte de la animación con diferentes personajes, pues para antes de que comenzara la década de los años treinta, nadie se imaginaba el fenómeno cultural en el que se convertiría el ratón. En 1929 se estrenó The Skeleton Dance, cortometraje con una maravillosa música que nos presentaba a una serie de esqueletos humanos bailando. Dicho material se sentía como una demostración técnica de lo que se podía hacer en ese momento con un cuerpo dentro de una caricatura. Si estás interesado en la animación artesanal, esto es algo que simplemente no puedes dejar pasar.
Por alguna razón, durante los años cuarenta, cincuenta y buena parte de los sesenta, Disney tenía la idea de hacer una especie de enciclopedia animada que explicara una serie de temas populares a través de las caricaturas. El personaje que normalmente se elegía para este tipo de fines era el carismático Goofy. The Olympic Champ se estrenó en medio de una complicada época, pues el mundo entero se encontraba sumido en la peor guerra jamás registrada. A pesar de lo anterior, este cortometraje animado dejaba de lado los tema negativos para contarnos de una forma por demás divertida cómo es que funcionan las disciplinas deportivas que componen al atletismo de campo y pista. Risas aseguradas con esta maravilla.
Por supuesto que la forma en la que se veía a la ideología Nazi cuando ésta se encontraba en su apogeo, era muy distinta a como la vemos en nuestros días. Al igual que en cualquier guerra, la formas de hacer propaganda se apoyaban de cualquier medio que estuviera en expansión. A principios de los años cuarenta, la industria de la animación ya era toda una realidad, por lo que el gobierno estadounidense le encargó a Disney hacer un cortometraje en forma de sátira sobre Adolf Hitler y su banda de criminales. Der Fuehrer’s Face estuvo protagonizada por Donald Duck, el cual, se tiene que someter de una manera muy divertida al régimen fascista que controlaba Europa en esos tiempos.
Luego de que la Segunda Guerra Mundial concluyera, tanto la industria de la animación, como el mundo en general, intentaban olvidar lo despiadada que había sido la humanidad, por lo que cualquier pretexto para ponernos en otro camino, era muy bien recibido. Dejando de lado completamente los temas bélicos o que hicieran alusión a la violencia, Disney lanzó una maravillosa serie de cortometrajes llamada Saludos Amigos, de la cual, se desprendió Pedro. La increíble historia de este pequeño avión mensajero que tenía que cruzar toda clase de obstáculos en los Andes chilenos, se robó el corazón de muchos de nosotros gracias al enorme carisma y mensaje que proyectaba su protagonista.
No todo lo que sale con el sello de Disney está fabricado en Estados Unidos. En 1995, fuimos testigos de uno de los más grandes logros de la animación francesa y general europea gracias al estreno de Runaway Brain. Esta simple, pero maravillosa historia, nos contaba cómo Mickey hacia todo lo posible por conseguir dinero para comprarle un regalo a su amada Minnie. La introducción de nuevas técnicas de animación hicieron que el material brillara de manera intensa. Si prefieres ver algo mucho más moderno, sin duda alguna que este cortometraje es para ti.
