Poco a poco, Dark Souls se ha convertido en una de las sagas más importantes y por supuesto, amadas de la industria de los videojuegos. Los elementos que hacen tan maravillosas a cada una de sus entregas son por demás variados, sin embargo, podemos decir que los jefes ocupan un lugar muy importantes en nuestro corazón, pues precisamente con ellos, es en donde tenemos nuestros mejores recuerdos con esta serie.
A largo de nuestro paso por Dark Souls y Dark Souls II (la tercera entrega no fue considerada para evitar spoilers), hemos enfrentando a todo tipo de aberraciones, unas muchos más intimidantes que otras. Ahora que Dark Souls III ya está entre nosotros, nos pareció muy interesante recordar a aquellos jefes que desde que los vimos por primera vez, nos hicieron temblar hasta los huesos, ya sea por su apariencia física o por lo difícil que fue derrotarlos. Por supuesto que esperamos tus comentarios al respecto y que nos cuentes ¿cuál de todos ellos es tu favorito?, ¿quién crees que es el más complicado de vencer o terrorífico solo por su apariencia física?
*Solo se consideró Dark Souls y Dark Souls II.
Nuestro listado simplemente no podía empezar de una manera distinta. La muerte es uno de los elementos más importantes de toda la serie de Dark Souls, por lo que enfrentar al mismísimo señor de los no vivos, tenía que ser épico. Desde que lo vimos en el cinemático de intro del juego, varios de nosotros no pudimos sentir escalofríos por su tétrica apariencia. Nuestros miedos se volvieron realidad cuando nos topamos frente a frente con él en uno de los cuartos de la Tomb of Giants.
La forma en la que FromSoftware diseña a los monstruos que enfrentamos en Dark Souls, puede llegar a ser verdaderamente bizarra y por supuesto, muy terrorífica. En caso de que le quieras dar pesadillas a ese primo que no te deja un segundo en paz cuando intentas jugar algo, te recomendamos tomar la segunda entrega de esta serie y visitar el Shrine of Amana, locación habitada por el grotesco Demon Of Song. ¿Qué pude haber más intimidante que mezclar a un horrendo sapo gigante con un cadaver?
El tamaño es algo que siempre ha importado en Dark Souls. Entre más grande es el enemigo, más peligro representa para nosotros. Desde que la segunda entrega de la serie fue presentada, vimos que había una locación que despertó un especial interés en muchos de nosotros. Cuando al fin entramos al Forest of Fallen Giants, no esperábamos encontrarnos con algo tan intimidante como The Last Giant. Verlo empalado con un pilar y lleno de espadas en la espalda, solo fue superado por el hecho de que este jefe no tiene rostro. ¿Recuerdas el terrorífico sonido que hacía al momento de atacar?
Para muchos, haber pasado más de 60 horas sufriendo en el primer Dark Souls no fue suficiente, por lo que el anuncio del primer DLC, fue la mejor noticia del mundo. La expansión llamada Artorias of the Abyss, fue todo un reto incluso para los más experimentados y quienes consiguieron llegar con vida al Oolacile Township, se toparon con el temible Artorias The Abysswalker, también conocido como Knight Artorias. En un inicio, este jefe no parecía la gran cosa, sin embargo, tan solo bastó con uno de sus embates para que nuestras rodillas comenzaran a temblar.
Buena parte de la magia de Dark Souls tiene que ver con lo impredecible que puede llegar a ser como videojuego. Como bien sabes, no todos los jefes de este título tienen que ser superados para poder progresar, pues existen algunos escondidos. Explorar las Depths en el primer título de la serie no era tarea sencilla, menos cuando dicha área era resguardada por un feroz Dragon. La forma en la que el Gaping Dragon va apareciendo poco a poco cuando llegamos a sus dominios no es tan intimidante, sin embargo, las cosas cambian cuando de pronto, abre su pecho y nos deja ver una especie de grotesca y terrorífica dentadura.
Todos los que hemos jugado Dark Souls a lo largo de estos años, sabemos bien que hay momentos en los que el juego es tan violento con nosotros, que simplemente consideramos abandonarlo. Sin lugar a dudas, uno de esos puntos se dio cuando después de haber superado un sin fin de retos en Anor Londo, nos tenemos que medir no contra uno, sino contra dos jefes a la vez. La batalla con el Dragon Slayer Ornstein y el Executioner Smough, es una de las más intimidantes de toda la serie.
Hay una primera vez para todo, por lo que nuestro listado simplemente no podía estar completo sin mencionar al primer jefe al que tuvimos la oportunidad de enfrentar en Dark Souls. Muchos de nosotros llegamos a este juego antes de haber tocado Demon’s Souls, por lo que el impacto que tuvo el Asylum Demon en esa primera hora de juego, fue verdaderamente considerable. Sabemos que la dificultad de este enemigo no es elevada ni mucho menos, sin embargo, fue el primero en hacernos sentir en verdadero peligro… no teníamos ni idea de lo que nos esperaba más adelante.