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PS4
Ubisoft Paris
Ubisoft
07/03/2017
A más de quince años del debut de la serie Ghost Recon de Ubisoft, tenemos un juego más de la serie que busca llevarnos a un campo de batalla donde no solo importa que un balazo a la cabeza esté bien colocado, sino más bien toda una estrategia de combate en la que un pequeño grupo de soldados de élite se convierten por sus fortalezas tácticas en una fuerza capaz de derrotar un ejército entero o el detonante para desmantelar fuerzas que amenazan la seguridad mundial. Pasaron casi cinco años desde que no veíamos un nuevo juego de la serie bajo el sello Tom Clancy’s que engloba a la mayor parte de los juegos bélicos de Ubisoft y este tiempo no ha pasado en balde, pues vemos que la franquicia ha dado un giro en el que se vuelve completamente familiar con los demás juegos del publisher francés en su formato.
Como bien saben, desde hace varios años Ubisoft se ha declarado completamente fiel al género de los mundos abiertos, una decisión que quizá algunos hemos lamentado al ver un encasillamiento creativo de varias franquicias, pero que al final del día le resulta muy bien a la marca que logra colar muchos de los títulos en dicho formato a las listas de los más vendidos del año al ser muy consumidos entre los jugadores. Lo anterior ha venido también con fuertes consecuencias, desafortunadamente algunos juegos como Assassin’s Creed Unity que llegaron al mercado con abundantes problemas técnicos y mecánicas repetitivas mancharon la imagen de un publisher en el que sigue habiendo un clima de desconfianza entre los consumidores y la crítica, por lo que el reto es ahora más bien lanzar propuestas fuertes que nos demuestren por qué Ubisoft es uno de los grandes al pensar en videojuegos, independientemente que sigan siendo mundos abiertos.
Al igual que sus predecesores inmediatos, el equipo de Ubisoft Paris es el encargado de liderar esta producción que comenzó en 2012, justo el año en que Future Soldier salió a la venta; entre otros proyectos este estudio destaca principalmente por las series Just Dance y todo lo que tiene que ver con Rayman y sus spin-offs (Rabbids).
Al ser una gigantesca producción triple A, Ubisoft Paris no estuvo solo; por ejemplo, Reflections (el desarrollador de Driver) se encargó de desarrollar lo que tiene que ver con los vehículos que por cierto se sienten bastante bien, y el resto de los equipos europeos (Bucharest, Milan, Montpellier y Annecy) también colaboraron en el proyecto en diversas áreas del mismo.
Por primera vez esta franquicia de shooters tácticos toma el camino del mundo abierto, y no cualquiera de ellos, sino el más grande y ambicioso que ha creado Ubisoft en su historia. Esto no sólo son palabras de los desarrolladores para tratar de vender el juego, sino que realmente tenemos un enorme mundo que te tomará decenas de horas explorar en su totalidad; este elemento es por un lado una buena ventaja para Ghost Recon Wildlands pero también arrastra algunos problemas que más adelante detallaremos.
Otra de las propuestas principales del juego se refiere a otro tema bastante mencionado entre los juegos del género: libertad total para el usuario. Me agrada que al menos Ubisoft Paris se apegó muy fuerte a dicha filosofía proporcionándonos un juego que puedes jugar completamente en solitario –sin conexión a internet– o en multijugador tomando diferentes matices y con experiencias satisfactorias de ambas maneras; respecto al mapa y al seguimiento de las misiones también desde el primer momento puedes ir a donde quieras e intentar cualquier misión que te encuentres, lo que favorece a que cuando juegues en línea sigas el progreso de tu campaña con el mismo perfil que usas para tu juego en solitario.
Vamos pues a revisar lo que nos ofrece el juego ahora que ya hemos podido probar de forma extensa su versión final que hoy sale al mercado.
Como todas las situaciones aparentemente imposibles de resolver que nos ha ofrecido Ghost Recon a lo largo de su historia, en Wildlands se nos propone que un cartel de drogas mexicano liderado por un criminal conocido como Sueño se ha establecido en Bolivia, logrando dominar elementos sociales como una tregua con el gobierno que los deja operar, una alianza con los medios de comunicación y hasta el dominio de la religión con su culto a la Santa Muerte, estableciendo así un narcoestado. Según Ubisoft elegir Bolivia como escenario para esta historia se debe a la cantidad enorme de paisajes con los que cuenta el país andino, además su milenaria tradición del cultivo y uso de la hoja de coca que hace sentido a la hora de pensar en la producción de cocaína para su distribución en todo el mundo.
En países latinoamericanos el tema de la guerra contra el narcotráfico puede ser sumamente sensible al ser una lamentable situación en la que cientos de personas cada día nos vemos envueltos en un clima de violencia e inseguridad que ha afectado nuestra sociedad; por lo anterior entendemos que haya quienes puedan inmediatamente rechazar este tipo de propuestas y es completamente válido. Podemos advertir que el juego ciertamente es bastante crudo con lenguaje muy fuerte y violento, matanzas, tortura y la inclusión de otros múltiples elementos que se han retratado ya en medios como el cine y la TV y que en conjunto se conocen como “narcocultura”; debemos advertir que si no te gusta ese tipo de temas quizá este juego no sea para ti. Por el momento trataremos a Ghost Recon Wildlands únicamente como lo que es, un videojuego para adultos que retoma esos temas para divertir a los jugadores.
Regresando al tema de la trama y sin hacerles spoilers, un evento desencadena que un escuadrón de cuatro soldados de élite conocidos como Ghosts llegue a Bolivia con una sola misión: desmantelar el cartel a toda costa y usando los métodos que consideren necesarios para ello por poco ortodoxos que parezcan y aquí es donde empieza tu campaña militar.
El cartel de Santa Blanca es liderado por Sueño, pero tiene a su disposición toda una organización dividida en cuatro áreas:
–Seguridad: El ejército de sicarios que se encargan de proteger los intereses del cartel por medio de la violencia, tortura y eliminación inmediata de cualquier posible amenaza a la organización
–Producción: Una red de plantíos y laboratorios clandestinos con los que se obtiene la coaína que el cartel transporta a varias regiones del mundo.
–Contrabando: Los encargados de transportar la cocaína al resto de Sudamérica, México y los Estados Unidos.
–Influencia: Son la voz del cartel, una serie de importantes miembros de la sociedad como comunicadores, políticos y líderes religiosos que se encargan de hacer contactos y ganarse al pueblo.
Al inicio del juego se te deja en la provincia de Itacua donde se te otorga la primera misión que tiene que ver con el área de seguridad del cartel, pero eres completamente libre de ir a donde quieras del mapa a buscar misiones y otras áreas por abordar en tu campaña para desmantelar el imperio de narcotráfico de Sueño completamente a tu manera.
Aparentemente la campaña fluye en un ritmo muy lineal parecido al que tuvimos el año pasado en Mafia III en donde básicamente tienes que ir eliminando a todos los miembros de la organización (acá “buchones”) desde las jerarquías más bajas hasta llegar a los criminales más peligrosos. Gran parte del juego consiste en conseguir información para desencadenar las misiones principales en cada una de las regiones del mapa que se asignan a los diversos criminales, aunque llega un momento del juego en el que tu desestabilización de alguno de los brazos de la organización también generará misiones de la campaña mucho más espontáneas e impredecibles.
Al igual que la mayor parte de los juegos de mundo abierto, Ghost Recon Wildlands no se escapa de la repetición, y aunque sus misiones principales también llegan a estancarse en ciertas mecánicas que van siendo más notorias con el paso de las horas considerando que el juego es realmente enorme, al menos intentan buscar la variedad al recrear situaciones muy específicas para cada criminal que persigues considerando que muchos de ellos se inspiran en distintos estereotipos de la narcocultura que hemos visto en el cine, en la TV y hasta en la realidad –bastante caricaturizados, por cierto.
Lo que más me gustó de Ghost Recon Wildlands es su enorme mapa que sí nos da la impresión de estar frente a regiones geográficas reales, algo que no se logra con tanta constancia dentro de los videojuegos y una vez más Ubisoft nos demuestra que independientemente de que llene o no esos mundos abiertos con actividades completamente relevantes y creativas, por lo menos sí son expertos en la recreación de lugares en un producto en el que es muy notoria una extensa investigación del contexto social y natural que se logró retratar.
Las regiones de Bolivia ficticio creado para el juego nos presentan un diseño en el que hay grandes extensiones naturales y poblados pequeños dispersos más que enormes ciudades y ciertamente aunque es muy aparatoso por su enorme tamaño, la verdad es que no toda su extensión es aprovechada ante las tierras inexploradas que también debo confesar le dan una gran ambientación al título.
Los paisajes de Ghost Recon Wildlands divididos en 21 regiones distintas abarcan 11 ecosistemas diferentes y nos presentan un total de 26 jefes por derrotar en más de un ciento de misiones de la campaña principal sin contar toda la “paja” extra que se deriva de las misiones secundarias. Si buscas un juego breve busca en otra parte porque realmente te esperan una enorme cantidad de horas, aunque no siempre tan intensas o divertidas. Con el paso de las horas descubres que aunque las misiones principales logran maquillarse muy bien con una historia bien contada, criminales bien caracterizados y una buena cantidad de situaciones refrescantes, en el fondo se pueden viciar al descubrir que en muchas ocasiones no paras de hacer lo mismo una y otra vez: ve y limpia esta zona, ve y destruye esta estructura, ve y mata a tal objetivo, ve y secuestra a este criminal, sigue a un auto sin que te vean.
Como buen juego de Ubisoft también no nos podían faltar los coleccionables, cada una de las regiones incluye archivos que te ayudan a profundizar en la historia que se te relata sobre los distintos miembros del cartel, algunos de ellos bastante creativos como grabaciones de conversaciones y hasta narcocorridos que le han compuesto a algunos de los jefes principales de Santa Blanca. Si tu misión es buscarlos todos prepárate pues te esperan horas y horas de buscar por todos lados, tarea que se facilita considerando que interrogar enemigos o encontrar documentos te marcan en el mapa táctico los distintos coleccionables dispersos por el enorme mapa de Wildlands.
Si bien estamos en Bolivia y se hace referencia a dicho país con varias leyendas, datos curiosos, poblaciones y mucho más, como les comentaba en el subtítulo de este apartado el mapa también tiene mucha similitud con lo que tenemos en México desde el punto de vista geográfico y cultural. En este sentido me gustó la gran localización también en español latino que tiene el juego en su doblaje, pues la forma de expresarse de los personajes y hasta sus acentos te hacen sentir que realmente los miembros de Santa Blanca son narcotraficantes mexicanos y podríamos hablar también de uno de los juegos con mayor cantidad de malas palabras en la actualidad.
Finalmente me agradó que si bien las misiones a la larga pueden cojear en su variedad de mecánicas de juego, nos presentan lugares interesantes: una catedral dedicada a la Santa Muerte, la exótica y lujosa mansión de un narcotraficante, los poblados pobres ocultando laboratorios, los pueblos entre la selva con chozas improvisadas, o un lujoso resort en la rivera del que fuera un lago perteneciente a un parque nacional son lugares que seguro gustarán al turista virtual y que te ayudan a realmente sentir que andas en cacería de los narcotraficantes.
Cuando reseñaba Watch Dogs 2 les comenté que algo que me gustó del juego era la manera en que se sentía vivo su mundo gracias a la presencia de distintas facciones que muchas veces generaban conflictos entre sí que podían llegar hasta a ser favorables para resolver alguna situación; puedo decirles que Ghost Recon Wildlands integra algo similar que funcionan como aquí lo explicaremos.
–Santa Blanca es el principal enemigo, y sus sicarios dispersos por prácticamente todos lados están en contra de todos. Su reacción a tu presencia es tan simple como buscar matarte a toda costa.
–La Unidad es un grupo militar de Bolivia que surgió con la necesidad de acabar con el cartel, en varias zonas tienen sus bases militares y puestos de vigilancia. Además de estar en contra del cartel –con sus fuertes dosis de alianzas indebidas y corrupción–, también buscan acabar con un grupo de rebeldes que están en contra del gobierno y la presencia de los Ghosts como miembros ajenos al conflicto también les desagrada y te atacarán. La reacción de la Unidad ante tu presencia es similar a como funciona la policía en la serie GTA, tendrás un nivel de estrellas que determinará con qué tanta fuerza buscarán acabar contigo.
-Los Rebeldes son un grupo de civiles que son tu único soporte en esas tierras extranjeras, gran parte de las misiones secundarias estarán relacionadas con ellos por lo que tendrás que apoyarlos consiguiéndoles recursos para su lucha que se verán recompensados con habilidades de soporte a tu escuadrón y la progresión de tu personaje.
-Los Civiles estando en medio del fuego cruzado, son todo el resto de la población a quienes debes tener mucho cuidado de no herir por accidente en los tiroteos que se desencadenen.
Como les decía en un principio, resulta interesante las relaciones que hay entre ellos y la manera en que el mundo abierto del juego se va transformando ante su presencia o ausencia; por ejemplo, conforme vas apoyando a los rebeldes te será posible ver más constantemente cómo grupos espontáneos de su facción se encuentran combatiendo contra la Unidad o Santa Blanca. Al igual que en Watch Dogs 2, la estrategia de una batalla cuando hay más de una facción en el campo de batalla muchas veces se resuelve con lograr que tus rivales se maten entre ellos mientras tú llegas al objetivo que se te otorga sin que se den cuenta al estar concentrados en su lucha.
Gracias a la presencia de este tipo de facciones es necesario que cada que vayas a hacer una misión uses el reconocimiento mediante herramientas como los binoculares o tu dron, ya que marcarlos y reconocerlos entre los civiles con quienes se llegan a mezclar bien es de vital importancia a la hora de armar tu estrategia.
En general Ghost Recon Wildlands es un buen juego de disparos y he de resaltar que los balazos de sus ochenta armas disponibles se sienten muy bien ya sobre el campo de batalla. Como bien saben es un juego en tercera persona, aunque apuntar te da también la perspectiva en primera persona como en cualquier otro FPS del mercado.
El detalle de cada una de las armas es muy alto, y al igual que en Ghost Recon Future Soldier tienes toda la libertad de editar las armas a tu antojo con casi un ciento de piezas de armas que te encuentras dispersas como un coleccionable más para tu aventura. Encontrar esa arma perfecta y completamente adecuada a tus necesidades es una tarea divertida y muy posible de alcanzar dadas las enormes opciones de personalización de un arsenal que debe señalarse como una de las ventajas más palpables de toda la experiencia.
Por otro lado, mientras que los balazos fluyen como mantequilla y concentrarte en todas las posibilidades de las armas es algo sumamente positivo, lo mismo no podemos decir de su sistema de cobertura que se puede sentir un poco deficiente; básicamente como funciona es de forma automática de manera que cuando te agachas junto a un objeto o te pegas a una pared tu Ghost tomará una postura cubierta, algo a lo que te puedes llegar a acostumbrar pero no es lo óptimo cuando tienes frente a ti intensos tiroteos.
No debemos perder de vista que Ghost Recon Wildlands es un juego táctico y esto quiere decir que aunque juegues en solitario o en equipo jamás debes olvidarte que la estrategia es uno de los elementos clave para resolver todas las situaciones; ya lo hemos dicho arriba, pero reconocer el terreno antes de atacar no es un algo que te puedas dar el lujo de omitir si quieres sobrevivir.
La mejor estrategia de combate es siempre usar el sigilo, las distracciones y las bajas discretas con tus armas con silenciadoras o con ataques melee muy bien calculados, aunque el juego no te frena de la intensidad de los tiroteos espectaculares llenos de explosiones y balazos por todos los frentes que llegan a ser también muy emocionantes. Una vez más, tú decides cuál será tu estilo de juego y tu aproximación a todas sus situaciones.
Un elemento muy necesario dentro de Ghost Recon Wildlands son los vehículos, al tener un mundo abierto tan enorme no podía restarse la importancia a los transportes que muchas veces también tendrán que ver en el combate considerando que los convoys y los tiroteos en movimiento serán constante entre las misiones principales y secundarias.
Absolutamente todo lo que veas como transporte puede se usado, teniendo así una variedad de aproximadamente 60 vehículos aéreos, terrestres y acuáticos que usarás para llegar a los puntos donde se lleven a cabo las misiones, y es bueno señalar que muchas veces dependerá de la manera en que te aproximes a una misión el sabor que tome la misma. Entre todos los vehículos quizá los que más usé fueron los helicópteros ante la gran extensión del mapa, y me gustó que son bastante abundantes para que nunca te encuentres con la difícil situación de tener que manejar hasta por 10 o 15 minutos para alcanzar el siguiente punto de misión. Dejar el helicóptero y aproximarte a la misión en paracaídas tiene su magia también.
Finalmente no podemos dejar a un lado al hablar del gameplay la progresión dejando claro que aunque hay elementos ligeros de RPG, no se enfoca tanto en dicho formato como quizá lo vimos el año pasado en The Division. Tu experiencia ganada en misiones te subirá de nivel y desbloqueará puntos de habilidad que te proporcionan la oportunidad de desbloquear habilidades personales y de escuadrón en un árbol de habilidades que no es diferente al de otras propuestas que nos ha mostrado Ubisoft recientemente. En general no hay mucho qué decir al respecto fuera de que al igual que en otros juegos similares es un elemento que te permite personalizar aun más tu partida.
Quizá la variante más notoria en la progresión es el jugar con los recursos bélicos que tienen a su favor los rebeldes; cada una de las mejoras de tu árbol de habilidades no está sólo condicionada a que tengas los puntos de habilidad necesarios para desbloquearla, sino que también dependen de que el ejército revolucionario tenga medicamentos, alimentos o recursos tecnológicos suficientes, por lo que si no los tienes tendrás que recurrir a una buena cantidad de actividades secundarias que te ayudan a conseguirlos.
Desde la primera vez que vimos su gameplay en E3, Ghost Recon Wildlands se nos presentó como un juego cooperativo y es muy cierto que si lo disfrutas con amigos la diversión está prácticamente garantizada sin importar qué actividad específica estén realizando.
A pesar de ello, me sorprende que Ghost Recon Wildlands funciona también como un juego que se disfruta muy bien en solitario y la mayor parte del tiempo que jugué para esta reseña fue precisamente en dicha modalidad.
Cuando juegas solo –incluso desconectado de los servidores– tu escuadrón te puede revivir una vez por cada enfrentamiento, y cuentas con una rueda de comandos como desencadenar un ataque, mandar al escuadrón a cubrir un lugar o pedir la reagrupación; son órdenes en general muy sencillas pero funcionales para que no se pierda el ritmo de este juego de acción y disparos. El disparo sincronizado funciona muy bien con tu escuadrón virtual, y es bueno saber también que aunque tus compañeros sean poco precavidos nunca castigarán tu sigilo por una imprudencia de tu equipo artificial que está completamente diseñado para servirte con acciones como marcar enemigos o darte fuego de cobertura. Mis primeras horas en el modo en solitario de Ghost Recon Wildlands usé poco a mi escuadrón pero conforme la dificultad fue avanzando me di cuenta que también realmente es divertido, útil y necesario usar los comandos que se convierten en una variante más para el juego que hace honor a la franquicia que representa y que dará cierta comodidad a los veteranos de la serie.
También hubo cosas que no me agradaron del todo; cuando tienes que tomar un transporte en lugar de que el juego te obligue a esperar a todo tu escuadrón puedes únicamente dejarlos y aparecerán como por arte de magia en los asientos del vehículo unos segundos después; me parece que eso se hace para que cualquier torpeza de los bots no fuera a arruinar lo que tú ganaste con tus habilidades pero me parece que darte la opción “realista” de tener que extraer al equipo completo hubiera sido interesante. Otra cosa que pudo haber sido mejor fue que se permitiera que los bots condujeran vehículos y tú dispararas, pues toda la diversión de disparar en movimiento se pierde por completo al jugar en solitario.
Ya respecto al modo cooperativo funciona bastante bien y es en definitiva un juego en el que la comunicación es de suma importancia por lo que a pesar de que hay matchmaking para jugar con desconocidos, siempre se disfruta mucho más jugar con personas que conozcas. Como hemos mencionado anteriormente, la progresión de tu personaje es la misma en solitario como en cooperativo; la campaña entera puede jugarse en ambos formatos y no encontré demasiados conflictos en el matchmaking que busca a alguien que tenga una progresión similar a la tuya esperando que busquen hacer actividades que los beneficien a todos.
Aunque son muy divertidas las mecánicas del uso de comandos para tu escuadrón y las habilidades que les vas desbloqueando al jugar en solitario, nada iguala la experiencia de jugar con personas reales pues los retos cooperativos son enriquecidos con la comunicación, pero insisto, me sorprendió bastante lo bien que el juego se disfruta también en solitario. Es algo que sí podemos recomendar ya sea que planees jugarlo con amigos o tú sólo disfrutando de su enorme campaña.
NOTA IMPORTANTE:
Al momento en que probamos el juego podemos decir que los servidores funcionaron de forma adecuada aunque luego de varias experiencias recientes con el publisher será necesario probar si regularmente están completamente libres de problemas.
Es importante notar también que el juego tiene entre sus planes entregar próximamente el modo multijugador competitivo PvP en los próximos meses mediante una actualización gratuita que se ofrecerá a todos los usuarios.
Dejé al final este elemento que es bastante importante en el análisis al ser uno de los componentes principales en el diseño del título y que además es un arma de dos filos.
Estoy seguro que muchos lamentarán el hecho de que Ghost Recon también se haya ido al formato de mundo abierto, sobre todo considerando que en una gran cantidad de productos Ubisoft ya encontró una línea muy cómoda y un modelo de diseño general que no se presta mucho para la experimentación y creatividad.
En este sentido puedo decirles que una buena parte de la esencia de la serie sigue presente en el juego; anteriormente aplaudía su profundo sistema de personalización de armas y lo bien que se sienten a la hora de tirar balazos, también me gustan los fuertes componentes tácticos de la experiencia que son el sello de la serie como diferenciador en el mercado, pero por otro lado el hecho de transformarse en un juego de mundo abierto le restó esos componentes cinemáticos y bien scripteados que también son buenos para un juego del género que pretende conquistarnos con la aventura de sus militares de élite en situaciones casi imposibles. Si bien el mundo abierto nos permite aproximarnos a las misiones de muchísimas maneras que nos otorgan rejugabilidad al pensar en todas las opciones de resolver una situación, los entiendo si extrañan esas misiones cuidadosamente diseñadas y mucho más ordenadas al tener un escenario trabajado para que las mismas funcionen exactamente como los desarrolladores lo pensaron.
En el lado positivo del mundo abierto tenemos lo impredecible de las reacciones entre las facciones que he mencionado anteriormente y un enorme mapa que tardarás muchísimas horas en explorar y que afortunadamente nos entrega buenos paisajes en un juego que en general luce bien gráficamente hablando. Algo que también me agradó de este formato fue que el clima realmente afecta a los rivales de manera que un asalto nocturno te permitirá encontrar un campamento vacío al estar todos dormidos, o la poca visibilidad de una noche lluviosa te ayudará a la infiltración; de igual forma quizá sin este mundo abierto no hubiéramos tenido todo el juego en movimiento así como el uso de una gran cantidad de vehículos.
En el lado negativo tenemos que es tan ambicioso el tamaño del juego que la repetición es una constante en las misiones que luego de varias horas podrían perder el interés de los usuarios si no se concentran en la historia. Ese ambicioso mundo abierto también no se libra de los famosos bugs graciosos y rarísimos que ya son también un sello de Ubisoft en la mayoría de sus juegos. Y también al final del día llenar un mundo tan enorme no es sencillo por lo que verás cómo montones de texturas y objetos se reciclan por todos lados y hasta muchas de las misiones secundarias se sentirán como un completo deja vu cuando la combinación de lo visual con las mecánicas genera algo realmente repetitivo.
Al igual que otros juegos contemporáneos, Ghost Recon Wildlands no se libra de las microtransacciones, y se ofrece a los usuarios una moneda virtual con la que pueden comprar una buena cantidad de elementos decorativos como automóviles especiales, ropa, accesorios y hasta paquetes de armas y modificadores, algo que muy posible no veas hasta que llegues accidentalmente a la sección de “Tienda”.
Por otro lado al la par del lanzamiento del juego se ha lanzado un sitio de internet especial llamado Ghost Recon Network con el que puedes dar seguimiento a tus estadísticas y también ponerte de acuerdo con otros usuarios para jugar.
Finalmente también se lanzó una App para teléfonos inteligentes y tablets conocida como Ghost Recon Wildlands HQ que te sirve como segunda pantalla con datos en tiempo real sobre tu partida, también como una guía con los datos e información que has descubierto en el mundo y finalmente con un minijuego que tiene que ver con la guerrilla de los rebeldes que te permitirá conseguir recursos adicionales para desbloquear más rápido tus habilidades dentro del juego principal
Si tuviera dos canastas, una con juegos buenos de Ubisoft, y otra con los malos o los mediocres, definitivamente Ghost Recon Wildlands iría en la primera pues si bien el rumbo que tomó la serie para esta entrega no dejará satisfechos a todos es un experimento interesante que además conserva algunos de sus elementos esenciales como sus componentes tácticos, sus arsenales de ensueño y sus situaciones para verdaderos soldados de élite.
Sigo aplaudiéndole a Ubi la recreación de lugares, en esta ocasión con el mapa más grande que hemos visto en sus juegos lleno principalmente de ecosistemas variados que el turista virtual disfrutará al volar en un helicóptero de un lado a otro. También me gustó la manera en que se abordó el tema del narcotráfico, la organización del cartel y varias situaciones que son interesantes, llenas de acción y de lugares que los que disfrutaron de series de TV como Narcos, o películas como Sicario seguramente encontrarán atractivas, más si consideramos que es la perspectiva de un extranjero viendo este tipo de problemáticas y jugando con ellas en un producto que su objetivo es simplemente divertir al espectador.
Del lado de lo mejorable está prácticamente todo lo que citamos como negativo en el apartado donde hablamos sobre el mundo abierto, la repetición y el aburrimiento hacen presencia en un juego que no logra escaparse de la fórmula en la que Ubisoft se ha estancado y la mayoría de sus problemas vienen precisamente de ahí; si te gusta esa fórmula de Ubi es difícil que le encuentres problemas mayores pero debemos decir que ya urge una verdadera revolución si es que la empresa francesa busca seguir explotando dicho formato.