En junio de 2017, Phil Spencer, vicepresidente de la división de juegos de Microsoft, decidió darle un giro a la estrategia de la marca Xbox, toda vez que el Xbox One no logró tener el mismo desempeño comercial que su antecesor. La estrategia se basaba en lograr un sistema de suscripción a bajo costo que permitiera tener innumerables horas de entretenimiento para los jugadores.
En 2019, la compañía de Redmond decide potenciar el referido servicio, brindando la opción de adquirir una suscripción ultimate que fusiona Xbox Live y Game Pass en sus modalidades de consola y PC por precios de introducción sumamente bajos, por ejemplo $1 dólar en Estados Unidos o $10 pesos en México.
Ante esta estrategia, analistas de la industria comenzaron a mostrarse dubitativos sobre la rentabilidad de este modelo de negocio, pero la realidad es que Microsoft ha logrado ingresar una cantidad millonaria de dinero de manera periódica. Analizando las cifras publicadas en mayo 2019, Xbox contaba con 9.5 millones de usuarios al mes, cifra que según el último estado de resultados del gigante tecnológico, se duplicó a finales de año.
En resumen, es posible estimar que el número de usuarios actuales ronda los 18 millones (se toma como supuesto que existió una mínima tasa de abandono), por lo tanto, es importante considerar los siguientes cálculos:
-18 millones de usuarios X $10 dólares (promedio) al mes = $180 millones de dólares de ingresos.
-De seguir esta tendencia, en un año, Xbox recaudaría $2,160 millones de dólares.
A simple vista, uno podría pensar que no necesariamente se cobran $10 dólares al mes ya que se pudo haber utilizado alguna promoción de las mencionadas líneas arriba, donde tu periodo de Xbox Live se convertía a Ultimate Game Pass durante la vigencia del primero, sin embargo, es un hecho que el dinero que Microsoft no obtuvo con las promociones a precio especial, sí lo hizo con la venta de suscripciones Xbox Live que una gran cantidad de usuarios compró para seguir siendo Ultimate.
Con una bolsa de $2 mil millones de dólares, Xbox tiene el suficiente flujo de dinero para pagar las regalías por cada descarga a las desarrolladoras de los juegos que se encuentran en Game Pass, y va más allá, los títulos que están disponibles en el servicio no incluyen versiones premium o contenidos descargables, por lo que las probabilidades de adquirir un DLC adicional, aumentan.
La estrategia de Xbox ha sido arriesgada pero le ha permitido obtener ganancias y abrir un nuevo nicho de mercado en el “Netflix de los videojuegos” en una generación de consolas dominada por Sony. ¿Estaremos ante un modelo de negocio sostenible a largo plazo o tendrá un ciclo de vida con euforia limitada como fueron los juegos musicales?