Un jugador australiano, Okan Kaya, logró romper el récord mundial para la sesión más larga de un videojuego al estar pegado 135 horas seguidas a una televisión para jugar Call of Duty: Black Ops II. Por supuesto, algunas reglas de este récord permiten al participante descansar 10 minutos por cada hora jugada, los cuales se pueden aprovechar para comer, dormir un poco e ir al baño.
El anterior récord había sido de 120 horas para Resistance 3, y a pesar de que Kaya logró superar las 135 horas sin fallecer y romper el récord Guiness, no logró desbloquear ningún logro y se colocó en el lugar 37 de los leaderboards online.
Recuerden que este tipo de hazañas se deben de hacer con todos los cuidados posibles, ya que hemos visto lamentables casos de muertes debido a largas sesiones de juego. En el caso de Kaya, siempre estuvo acompañado de un equipo médico que se aseguraba que se encontraba en buena salud en todo momento.
Fuente: Yahoo
Vía: Game Informer