Mirar al pasado siempre es de sabios; lo es porque aprendemos de nuestros pasos, en qué momento dimos ese paso que lo cambió todo. Quizás hace tres décadas, Takashi Nishiyama ni Hiroshi Matsumoto tampoco se imaginaban que su obra, Street Fighter, labraría el mundo de los juegos de pelea.
Y es que, incluso si no eres fanático de los videojuegos, estamos casi seguros que te habrás topado con alguna referencia, juguete, película o figura de estos peleadores, quienes se han quedado en el corazón de la cultura popular y fungen como embajadores de la cultura japonesa para el resto del mundo.
Capcom, en el momento que actualmente vive, necesita más que nunca mirar hacia atrás y ver en qué momento lo cambió todo, para bien y para mal. Pero esta es una invitación para celebrar a Street Fighter; para revivir los momentos que mudó de piel y enriqueció su universo, yendo más allá de lo que muchos imaginaban.
Capcom sabe que Street Fighter es oro; tanto, que no ha dudado al trasladarlo a otros géneros como el de los acertijos o puzzles en Street Fighter: Puzzle Spirits (¿Cuántos por aquí no jugaron Super Puzzle Fighter II Turbo en los arcades?), al de las tarjetas virtuales en Street Fighter: Battle Combination, el RPG para móviles de Street Fighter X All Capcom, la aventura interactiva que nació de una de sus cintas, Street Fighter II Movie. ¡Y cómo olvidarse del “plataformero” de Ken! Tenemos a Street Fighter 2010: The Final Fight entre los más extraños, así como la ya clásica versión de pachinko (versión nipona y modernizada del pinball) que Japón lanza casi de absolutamente todo.
No podemos dejar de lado una de las más grandes fortalezas de la franquicia, ya sea que estén involucrados o le sean propios. En el camino, Ryu, Ken y compañía se tornaron chibi el proyecto que conocemos en occidente como Pocket Fighters; Capcom continuó su universo en la saga Final Fight cuyas iteraciones fueron numerosas, pero el gran salto hacia las masas nació de la unión (y confrontación) con los héroes de Marvel que, si bien englobaba Capcom, son precisamente sus peleadores callejeros unos de los personajes emblema de dichas entregas.
Tampoco olvidamos su choque con Tekken (y su accidentada secuela, todavía pendiente) SNK y Tatsunoko. Incluso el revuelo que causó cuando sus luchadores borraron la línea que divide a su universo del de Mega Man a finales del 2015, año que festejaba sus 25 años de existencia.
Capcom cambió el panorama de la saga cuando Street Fighter Alpha nos presentó combates de 2v2, de manera simultánea, pero pocos nos imaginaríamos que pudiese evolucionar a la escena competitiva que vivimos con los eSports. En efecto, Capcom no se compara a otros como League of Legends en números (premios y espectadores) pero eventos como EVO lo tienen como uno de sus imprescindibles y, prácticamente, pilares. A su vez, Capcom promovió en Pro Tour y Fighters y sus leyendas Justin Wong y Mike Ross han estado en la Casa Blanca para apoyar causas como ObamaCare a través de Twitch.
Uno de los momentos más vergonzosos en la historia de Street Fighter viene de los años 90, cuando la compañía sacó jugo de sus personajes con una película protagonizada por Jean-Claude Van Damme, el ya fallecido Raúl Julia y una Kylie Minogue que se apropió de la piel de Cammy como pocos imaginábamos. Street Fighter: Ultimate Battle resultó ser un éxito de taquilla, a pesar de la crítica negativa que se ganó de propios y ajenos a la franquicia, lo cual derivó una serie de televisión dedicada al público occidental.
Por fortuna, también existieron otras entregas que quedarán en la memoria colectiva, como Street Fighter Alpha: The Animation y la versión animada de Street Fighter II. Ya en la década del 2000, también se lanzaron Alpha: Generations y Street Fighter IV: The Ties That Bind como parte de la promoción para el proyecto multigeneracional de la compañía japonesa.
Múltiples han sido las ocasiones en las que nuestros peleadores han incursionado en la tinta y papel. Los intentos por hacer de Street Fighter una serie redituable en formato impreso datan de 1993, aunque haya sido con el pie izquierdo debido a la cancelación de su primer trabajo.
La experimentación de Capcom llegó a tal punto que incluso tuvimos ediciones exclusivas para el mercado brasileño (y de alto valor coleccionable) one-shots, spin-offs de personajes tan puntuales como Cammy, Chun-Li y Ryu. Pero uno de los episodios más recientes y extraños fue lanzado apenas en 2016, pues IDW combinó su mundo con el de G.I. Joe en una miniserie de seis episodios.
Por si fuera poco, Udon Entertainment ha lanzado múltiples obras escritas en torno a Street Fighter, tales como enciclopedias de personajes, libros de arte y novelas gráficas, incluso cómic de Street Fighter VS Darkstalkers. Y no sólo eso, quienes gusten de la lectura podrán encontrar una novela escrita por Takashi Yano.
Los objetos de colección, juguetes, ropa, accesorios, figuras y juguetes en general han mantenido actual a Street Fighter con el paso de los años. Iam8bit y mondo, especialistas en ediciones especiales de la música de videojuegos, relanzaron la banda sonora de Street Fighter II (la joya de la franquicia) en vinilo, siendo retocado por la mismísima Michiru Yamane.
Otros coleccionables han tenido un propósito más noble, el cual es el caso del set de ajedrez de Street Fighter que apoyaba una causa benéfica, mientras que compañías dedicadas al modelado y comercialización de figuras como Kotobukiya nos han dado estatuillas impresionantes. BigBoysToys HK ha causado furor entre los coleccionistas más quisquillosos con sus hermosos dioramas de personajes varios, mientras occidente ha lanzado ediciones del 30 aniversario de la línea Funko.
Llaveros, fundas y colgantes para teléfonos, estampillas conmemorativas, playeras, sudaderas, controles profesionales y mercancía femenina en colaboración con Hello Kitty; todos forman parte de su legado.
Es interesante la manera en que la comunidad del cosplay se ha adoptado de la apariencia de personajes como Cammy, Chun-Li, Sakura, Ryu, Ken, Akuma, Dhalsim, Karin, Ibuki, Elena, Makoto, Crimson Viper, Juri, Rainbow Mika, Vega, Blanka y M. Bison. Es casi seguro que, si acudes a una convención de videojuegos o tema geek, te encuentres al menos a uno de ellos entre el rubro de los cosplayers. Incluso celebridades como la actriz Jamie Lee Curtis no han dudado al demostrar su fanatismo en el medio y adoptar la piel de Vega, por ejemplo.
