Se agudiza la crisis al interior de Ubisoft

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El presente año ha sido uno de los más difíciles para la compañía presidida por Yves Guillemot , ya que, si bien ha figurado como uno de los desarrolladores más icónicos en el mundo de los videojuegos, hoy enfrenta un panorama negro que se ha gestado desde hace varios años, hasta que la situación explotó.

Las acciones del corporativo francés han caído a mínimos históricos, derivado del fracaso de Skull and Bones , mientras que Star Wars Outlaws vendió durante sus primeros días en el mercado 5.5 millones de unidades contra las 7.5 previstas, representando un impacto negativo de 26 por ciento .

Esta problemática no es más que el resultado de las malas decisiones que han tomado los directivos de Ubisoft en las últimas décadas, demostrando que por más leal que sea su base instalada de usuarios, tarde o temprano el mercado mandará señales de agotamiento y fastidio.

Franquicias icónicas de Ubisoft como Prince of Persia y Beyond Good and Evil se han marginado al valle del olvido. En el caso del primero, optaron por realizar una versión remasterizada de Prince of Persia Sands Of Time que ha tenido múltiples reinicios y se desconoce si finalmente verá la luz.

En segundo término, la secuela de Beyond Good and Evil ha estado en desarrollo desde 2008, pero ha sufrido múltiples cambios de timón y lavados de cara, que lo alejan de su identidad, propiciando que la primera parte de esta saga sea recordada como un juego de culto y nadie confíe en su futuro.

Ubisoft también ha abusado del poder adquisitivo del consumidor , pues cuando sus producciones eran todo un referente del entretenimiento, fue la primera en impulsar y promover en todo momento las microtransacciones y los pases de temporada , que, si bien algunas veces fueron justificados, otras demostraron una gran ambición por generar dinero fácil.

Con el paso del tiempo, los gamers alrededor del planeta se fueron cansando de la misma fórmula y mecánicas jugables en todos los juegos, al representar un mundo abierto con tintes sandbox que se replicaban en todas las licencias. Ejemplo de esta situación es que Assassin’s Creed y Far Cry compartían movimientos y texturas, en el mismo tenor que Splinter Cell y Watch Dogs .

No sólo el reciclaje de tecnologías y modelados le pasó factura a Ubisoft , sino que, en sus gloriosas épocas, se daba el lujo de mostrar videos espectaculares de sus juegos, pero cuando el producto final llegaba a tiendas, había sufrido un drástico downgrade acompañado de severas fallas técnicas y de desempeño que tenían que ser arregladas posteriormente con una actualización.

La arrogancia también pasó factura, siendo el caso más reciente cuando se estrenó Skull and Bones a un precio de $70 dólares y los directivos de la multicitada empresa, sostenían que se trataba de una experiencia AAAA , sin embargo, la realidad no tardó en llegar, convirtiéndolo en un estrepitoso fracaso y ahora es posible encontrarlo a un precio de remate.

Asimismo, ignorar al mercado de las computadoras personales para concentrar toda su cartera de propiedades intelectuales en Epic Games y en su propio servicio denominado UPlay , no fue acertado, porque se relegó al público de Steam, mismo que se ha convertido en segmento clave en esta industria.

Como última esperanza, Ubisoft ha decidido cambiar el rumbo de su estrategia comercial, flexibilizando su visión para ofrecer más contenido en sus próximos lanzamientos sin abusar de los pases de temporada, comenzando con Assassin’s Creed Shadows , además de estrenarlos día uno en Steam . La incógnita radica en si este espiral negativo podrá ser revertido o si lo peor, aún está por llegar.

José Celorio