Después de 14 años de existencia, la franquicia The Sims viene más fuerte que nunca con su cuarta iteración. De la serie hemos visto tres juegos base, decenas de expansiones y contenidos descargables, spin-offs en consolas, adaptaciones a celulares y hasta versiones en flash para Facebook. Ahora con The Sims 4, Electronic Arts toma toda la experiencia adquirida a lo largo del tiempo y nos entrega un juego conciso, mejorado y bastante congruente con su propuesta muy acorde a la época: lo social.
Claro, la historia de la franquicia ha tenido sus altas y sus bajas. Tal vez muchos duden de la calidad del último producto de Maxis después de la salida de la compañía del creador del universo Sim, Will Wright. No obstante, y más allá de los juegos de deportes y los desarrollados por BioWare, The Sims 4 es uno de los más importantes pilares que mantienen a Electronic Arts. Además, después de la mala pata con el lanzamiento del último SimCity, EA se empeñó en corregir su imagen y ofrecer algo más confiable con este juego.
Buenas noticias y malas noticias. The Sims 4 no incluye bastantes de la características vistas en entregas pasadas. No veremos piscinas, trajes de baño, infantes, ni sótanos. Tampoco podremos presenciar la experiencia del trabajo, la escuela o las compras en el mercado como en expansiones de The Sims 3. ¿Es motivo de crítica? Recordemos que The Sims 2 y The Sims 3 tuvieron sus propias expansiones dedicadas a las mascotas, al igual que en el primer juego. Ése siempre ha sido el modelo de negocio de Maxis, y con la batuta de Electronic Arts, es dudoso que cambie.
Evitando el debate sobre si nos van a regalar ese contenido posteriormente a través de descargas o si nos lo van a vender como DLC (como es costumbre con EA), existe una razón detrás de la reducción del volumen de los Sims: la concisión. Sólo con dos vecindarios llamados Willow Creek y Oasis Springs, The Sims 4 nos entrega un videojuego que Electronic Arts considera como elite, con el contenido absolutamente necesario para entregar la experiencia que desean, pues como dicen, “el que mucho abarca, poco aprieta”.
The Sims 3 fue polémico por sus problemas para tener un buen desempeño en computadoras de bajo rendimiento. La conversión al mundo abierto donde básicamente podíamos navegar por todo el barrio sin necesidad de pantallas de carga le pesó bastante al título. Ahora, con The Sims 4 desaparece el mundo abierto, y de nuevo se reduce nuestro universo a nuestra casa, con acceso a unas cuantas cuadras a la redonda. Gracias a ello tenemos un juego que exige mucho menos en cuestión técnica para que básicamente podamos correrlo con cualquier computadora, por muy bajo que sea su rendimiento. Claro, lo anterior viene con un punto en contra: el poco crecimiento gráfico o en cuestión de física… pero, ¿a quién queremos engañar con gráficos realistas en un juego de casas de muñecas?
Lo anterior tiene un motivo bastante aceptable, en vez de intentar crecer y comerse el mundo de maneras inverosímiles, decidieron enfocarse en un aspecto específico que realmente marca un antes y un después en la franquicia: la personalidad.
La creación de nuestro Sim ahora está totalmente enfocada a su personalidad, al punto de que lo primero que establecemos son sus aspectos psicológicos antes de los físicos. Respecto al físico, es indispensable destacar que EA Maxis le dio al clavo a la hora de hacernos sentir en control. Realmente nos sentiremos como dioses a la hora de moldear a nuestro avatar. Adiós a las barras de atributos con confusas funciones, ya no más Sims deformes por descuidadas opciones de modificación. Con sólo seleccionar una parte del cuerpo o cara de nuestro Sim podremos libremente jalar o empujar para extender el volumen de las cejas, moldear el tamaño de los ojos, añadir músculos o alargar las piernas, entre muchas otras opciones. Tendremos el control absoluto sobre la apariencia del personaje, y gracias a ello se sentirá totalmente nuestro. Cabe destacar que el estudio también realizó un excelente trabajo al representar la obesidad y las diferentes razas humanas como los orientales y la gente de piel oscura, cuestiones que habían fallado en su ejecución en anteriores entregas.
Respecto a la personalidad, ésta se verá impregnada en las más simples e inimaginables acciones que realicen nuestros Sims. Ahora podremos modificar directamente la manera de caminar, que podrá ir desde lo altanero hasta lo burlón y lo deprimido. También tendremos control sobre el tono de voz y la velocidad del habla, que en conjunto con el resto de los atributos disponibles harán de cada Sim único.
Regresan los propósitos de vida, ahora con más categorías que hacen en total las siguientes: amor, comida, conocimiento, creatividad, deporte, familia, fortuna, naturaleza, perversidad y popularidad. Además de ofrecerle un propósito de vida a nuestro Sim como en entregas pasadas, ahora nos darán una gran variedad de objetivos secundarios a lo largo de la vida de nuestro personaje, que si cumplimos al pie de la letra nos permitirá desbloquear objetos especiales que no podremos conseguir con dinero.
Los rasgos le darán mayor identidad al Sim, y se categorizan en: emocional, afición, estilo de vida y social. Con ellos podremos determinar si nuestro avatar es vivaracho, altanero, pervertido, sucio, sociable, payaso o muchos atributos más que harán de sus relaciones únicas y abiertas a una infinidad de posibilidades.
Un claro ejemplo del resultado de las altas posibilidades de personalización es la inspiración. Se trata de un sistema en el cual seremos recompensados si ponemos a nuestros Sims a realizar actividades relacionadas a sus rasgos o sus propósitos de vida. Si tenemos un Sim con un estilo de vida pulcro y con propósitos artísticos, éste se sentirá inspirado cada vez que nos encontremos en una habitación limpia o realice una acción como pintar o escribir. La inspiración será un estado en el que el hambre, el sueño y otras necesidades disminuirán más lentamente, y ganaremos mayores beneficios si desarrollamos algunas de nuestras habilidades como las de cocina, literatura, físicas y demás.
Por cierto, si siguen teniendo tendencias psicópatas, The Sims 4 será perfecto para ustedes, pues ahora los Sims tienen más maneras de morir, ahora de risa, por ejemplo.
Una importante adición a la historia de la franquicia es la participación del compositor inglés Ilan Eshkeri, quien supo capturar la magistral esencia musical de la serie y así ofrecernos un amplio catálogo de pistas que nos mantendrán enganchados al juego, con las horas pasando sin darnos cuenta. En su historial se encuentran películas como Stardust, Ninja Assassin, Kick-Ass y 47 Ronin, y con esa experiencia nos trae un apartado sonoro que incluye pistas de blues, rock, pop y baladas completamente en Simlish, el idioma oficial de los protagonistas del juego.
Sin invadirnos con publicidad, micro transacciones o notificaciones de que podemos conectarnos a Facebook, The Sims 4 contiene una esencia bastante social, que se imprime en el juego de una manera tan sutil que se agradece. En anteriores entregas de la serie ya era posible compartir nuestras creaciones gracias a una plataforma web diseñada por el estudio, pero ahora esto se vuelve mucho más sencillo, e incluso Maxis será parte activa de intercambio al “darle like” en tiempo real a creaciones de los usuarios para que así sean vistas por la comunidad.
Cada semana tendremos un reto organizado por el estudio, en el cual podremos participar para ganar difusión como creadores o mayores recompensas. Se trata del hashtag #TheSims4Challenge, mismo que tendremos que usar en redes sociales al compartir nuestras colaboraciones y así ser partícipes de una comunidad cada vez más creciente.
Evidentemente estamos ante un gran cambio en una de las franquicias con récords de videojuegos más vendidos en la historia de PC. La saga naturalmente tiene que evolucionar y es imposible darle gusto a todos, tal vez algunos deseen una experiencia más ambiciosa como el mundo abierto de The Sims 3, o una aventura más fantástica como Los Sims: Magia Potagia. Sin embargo, The Sims 4 luce bastante conciso y efectivo en lo que promete, y a más de uno dejará satisfecho con su nuevo enfoque en la personalidad de los simpáticos avatares a los cuales muchos les dedicamos horas de nuestro tiempo en nuestra juventud.