Hoy en día, debido  a la velocidad con la que vivimos, muchas veces perdemos nuestra capacidad de asombro hacía la naturaleza que nos rodea. Prune es una experiencia móvil que busca crear un santuario en el que podemos encontrarnos, aunque sea por unos minutos, con esa majestuosidad y realmente disfrutarla.

Prune es una obra minimalista creada por el desarrollador Joel Mcdonald quien ya tiene años de experiencia trabajando en la industria de videojuegos, en donde gran parte de su carrera la hizo en Raven Software. Después de programar juegos de franquicias como Call of Duty y Wolfenstein, decidió crear una obra personal inspirada en el proceso recursivo para generar ramas en el engine de videojuegos Unity 3D. Lo que empezó como un proyecto que iba a durar un par de meses, en realidad terminó siendo un juego que tardó 15 meses en completarse.

El título fue desarrollado en su integridad por Mcdonald pero buscó a alguien para diseñar el sonido y música, para lo cual recurrió a Kyle Preston, un compositor que apenas está incurriendo en la creación para videojuegos. Preston realizó un genial trabajo brindando una banda sonora envolvente que hace que nos compenetremos más en la experiencia.

Prune es un puzzle que se distingue inmediatamente por la calidad y cuidado en su diseño. El juego está concebido para que el usuario realmente disfrute la experiencia intrínsecamente y per se. Muchas veces, en los videojuegos obtenemos satisfacción cuando logramos completar un objetivo o misión, y nos sentimos recompensados proporcionalmente al esfuerzo que invertimos para lograr nuestro cometido. En cambio, en Prune, la mera acción de “estar” en el juego causa una extraña sensación de satisfacción aunque no estemos haciendo gran cosa en pantalla.

El juego consiste en plantar árboles para después podarlos cuidadosamente para que crezcan hasta que alcancen una zona de la pantalla en la que obtengan suficiente luz para florecer. Entre más ramas cortemos del árbol, éste ira creciendo proporcionalmente. Sin embargo, los cortes que realicemos en la pantalla touch deben ser cuidadosos ya que en los niveles habrá diferentes situaciones que evitarán que el árbol alcance fácilmente la luz.

Estos objetos que impiden el crecimiento del árbol serán desde estructuras, corrientes de aire, sierras hasta otros elementos que otorgan una mayor profundidad a la estrategia de cortar el árbol, como lo son unos soles rojos que hacen que tu árbol se marchite inmediatamente si este entra en contacto con las esferas. Aunque las ramificaciones del árbol son aleatorias, deberás realizar cortes específicos para que éste se desarrolle por donde tú quieres, por lo que cada nivel representa un puzzle que debes resolver. No hay game over, ya que siempre puedes volver a plantar un árbol e intentar resolver el nivel.

La velocidad del juego es muy mesurada ya que no tendrás que realizar acciones rápidas o intensas, todo va a un ritmo suave para que disfrutes cada corte que realizas. Cuando por fin resuelves el nivel y ves la estructura final que tuvo tu árbol, la sientes como una obra personal, en donde invertiste unos segundos en cuidar y ver crecer tu creación. No es cualquier árbol, es tu árbol.

Prune cuenta con casi 50 niveles, lo cual hace que la obra sea relativamente corta y una vez que la terminas, realmente no hay mucha rejugabilidad. Hay algunos niveles que puedes volver a jugarlos para alcanzar una flor secreta, lo que otorga un mayor reto al jugador pero fuera de eso no hay más. También, el juego tiene una curva de dificultad muy suave en donde no llega a haber una gran sofisticación en el diseño de los niveles, presentación de nuevos elementos y en la solución de estos.

El encanto de Prune viene de la experiencia integra que te ofrece, en donde el todo es más que la suma de las partes. Es difícil describir la sensación que uno tiene cuando está realizando los cortes en los árboles, es sencillamente placentera. Además, los árboles y sus ramificaciones, nunca crecen de la misma manera por lo que cada experiencia en un nivel de Prune será diferente aunque las variaciones sean mínimas. Prune logra que fácilmente entres en el estado “Flow” como lo describió el profesor en psicología Mihály Csíkszentmihályi, en donde llegas a un estado mental de inmersión total en el que estas totalmente enfocado en la acción que realizas y la disfrutas al máximo sin perturbación alguna.
Para aquellos que han tenido la oportunidad de estar, por ejemplo, en un bosque y observar con detalle su alrededor, habrán apreciado la variedad que puede haber en la naturaleza. Prune trata de cierta manera de conectarnos con esa experiencia y de otorgarnos la capacidad de asombrarnos con una acción tan banal como lo es podar y ver crecer un árbol.

Prune es una experiencia serena que brindará una increíble sensación de paz en quien lo juegue. Aunque el juego no tiene una duración muy extensa, cada segundo lo disfrutarás al máximo.

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