3DS
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Sega
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08/09/2015
El género de ritmo es uno que logra trascender barreras culturales y lingüísticas más allá de su procedencia. La música es capaz de emanar en el ser humano cualquier tipo de sentimientos, y en eso la serie de videojuegos de Hatsune Miku ha desempeñado un excelente trabajo desde sus primeros juegos en PlayStation Portable. Para mi representa a Japón en muchos aspectos, y más allá de que la gente acepte o entienda el fenómeno, es innegable su popluaridad en todo el mundo.
En esta ocasión tenemos el primer juego de la idol virtual para Nintendo 3DS en Occidente. Con 48 canciones en su catálogo y decenas de variantes de las mismas, estamos frente a un playlist volcado sobre J-Pop positivo y lleno de energía.
El estilo Nendoroid de las vocaloid luce más kawaii que nunca. Figuras en miniatura con cabezas de tamaño descomunal resaltan las expresiones faciales más infantiles de los personajes, reduciendo así las insinuaciones sexuales que se llegan a permear en la serie principal de Project DIVA F. Los gráficos son coloridos y aunque sufren de una reducción en resolución debido a la pantalla del Nintendo 3DS, compensan bastante bien añadiendo elementos en pantalla que nos harán disfrutar de una fiesta de tonos pasteles en todo momento.
En cuestión de jugabilidad, Hatsune Miku: Project Mirai DX se mantiene fiel a los estándares del género. Escucharemos música mientras presionamos botones o tocamos la pantalla siguiendo el ritmo de iconos que desfilan al compás. En esta ocasión, Sega tomo una decisión un tanto arriesgada: sacrificó la dificultad por la accesibilidad para nuevos jugadores.
Otros títulos de la serie principal para plataformas de PlayStation se caracterizan por tener un endgame bastante retador gracias a su dificultad ‘Extreme’. Con canciones más intensas y rockeronas mis dedos han terminado doloridos debido al caos de botones que proceden de direcciones aleatorias en mi pantalla, casos que no se dan en este juego de 3DS.
Por otro lado, este juego se vuelva más por la personalización, la variedad de actividades disponibles y el amplio abanico de posibilidades para que disfrutemos de nuestra experiencia como queramos. Por primera vez nos dan opción de elegir cómo podemos jugar. Tap Mode y Button Mode son maneras muy diferentes de superar cada canción. En el primero, debemos tocar con el stylus diferentes regiones de la pantalla correspondientes a los iconos que vayan apareciendo. Mayor dificultad significa más áreas por tocar, además de que también tenemos que presionar, jalar e incluso girar dependiendo de la instrucción que se nos de.
El tradicional Button Mode nos pone a presionar los botones en vez de la pantalla táctil. En la serie Project DIVA F, gran parte de la dificultad deriva de que los iconos provienen de direcciones aleatorias. En Project Mirai DX, éstos están atados a una línea, hecho que nos permite conocer previamente de dónde vienen y hacia donde se dirigen, por lo que es más fácil prepararse de antemano para presionar cuando es necesario.
Para balancear un poco la dificultad, los comandos que nos obligan a presionar al mismo tiempo un botón de dirección y uno de letra ya no están atados hacia la misma orientación como ocurre en la serie principal, ahora nos pondrán a presionar diferentes combinaciones como A + Izquierda, A + Derecha, B + Abajo, X + Abajo y bueno… las demás posibilidades que esto conlleva, aunque estos casos se dan muy poco en todo el catálogo.
Podemos comprar objetos para hacer de nuestra experiencia aún más fácil al dejarnos fallar cierto número de veces antes de calificarnos mal, por ejemplo. Al mismo tiempo, es posible diseñar un reto más difícil al reducir la tolerancia de tiempo para presionar un botón o aumentar la velocidad a la que aparecen los iconos.
Parte de la personalización también tiene que ver con el aderezo visual que no necesariamente afecta la jugabilidad. Cambiar el aspecto de los iconos, el vestuario de los personajes en pantalla e incluso a los mismos intérpretes será parte fundamental de tener un ride único.
Más allá del juego de ritmo, Hatsune Miku: Project Mirai DX es toda una experiencia multifacética. Complementando al principal atractivo del título, encontramos una especie de Tamagotchi donde podemos seleccionar una mascota virtual (en este caso uno de los vocaloid disponibles), ponerle casa e interactuar con ella dándole de comer, regalándole cosas, amueblando su espacio y jugando maravillas como PuyoPuyo39! y Mikuverse (una abstracción del popular juego de mesa Othello).
El Theathre Mode nos permite simplemente sentarnos y disfrutar de nuestros videos favoritos sin interfaz que estorbe en pantalla. En Jam Along podemos escuchar la música e insertar efectos sonoros a nuestro antojo para personalizar cada pieza. Desafortunadamente no podemos ir escuchando la música on the go teniendo cerrado el 3DS. Disfrutar de las pistas es posible únicamente teniendo la consola abierta e interactuando con la interfaz.
Editar bailes también es posible, disponible en modos tanto sencillo como avanzado, podemos programar paso por paso una coreografía completa utilizando herramientas que nos dejan elegir pasos enérgicos, poses, repeticiones y más elementos de danza para crear el show perfecto.
Hatsune Miku: Project Mirai DX es la perfecta oportunidad para que gente nueva conozca la franquicia. Para los fans, ofrece una mirada diferente a nuestros vocaloid favoritos. Es una lástima que sacrifique dificultad por accesibilidad, ya que una no necesariamente choca con la otra.