Nos encontramos ante uno de los títulos más esperados para las nuevas generaciones de consolas y para los fans de los juegos de carreras. Un juego que tiene que impactar desde que inicia hasta que se acaba, un juego que por la competencia que tiene, y que refleja para su misma consola, es muy importante que sobresalga y que justifique por qué compramos la consola recién salida al mercado. Forza 5 es un juego hecho con demasiado cuidado y amor a las carreras de autos: ya sea gráfica o técnicamente, el juego busca poner en evidencia que esta nueva generación tiene mucho potencial.
Empezando con un modo carrera mucho mejor que el de las dos entregas pasadas, en el que, después de una carrera de introducción en la bella Praga, nos sueltan con la opción de empezar por donde queramos, desde iniciar con coches de calle como un Ford Focus, o dejar todo eso atrás y empezar con prototipos de LeMans o Fórmulas de los setenta.
Entre todas las categorías siempre encontraremos algo que nos gustará, ademas de que cada una viene con una introducción presentada por los anfitriones del programa TopGear, en donde nos dicen las mejores características de cada una de estas categorías. Si algo tenía Forza, que jamás me gustó, fue su modo carrera en el que te daban una cuadrícula de 50 x 50 llena de carreritas de coches que ni queríamos jugar. Ahora sí tiene mucho más sentido y con tantas opciones desde el principio no es fácil elegir pues, si son como yo, dejarán lo que más se les antoja para el final.
Sin embargo, en el modo carrera no todo es flores pues, efectivamente, podemos empezar en la categoría que queramos, pero para correr cada una necesitamos ser dueños del coche que queremos usar y, como en todos los juegos del género, la suma de créditos con la que empezamos apenas da para comprar los más baratos, así que uno termina jugando las carreras pequeñas para ganar créditos y comprar coches. Pero entonces, ¿no podemos jugar la carrera que sea desde el principio? ¡Claro que se puede! Pero comprando créditos con transacción bancaria (dinero real), lo sé, es una triste realidad. Yo prefiero jugar horas y ganar lo créditos en el juego.
Forza Motorsport 5 se basa en la conjunción de tres elementos básicos de las carreras: el coche, la pista y el piloto. Turn 10 aprendió bastante cuando trabajó con Playground Games para sacar Forza Horizon hace un año. Se nota en cosas que parecen malas, pero que en realidad no los son. Si recuerdan bien, la selección de coches en Forza Horizon era bastante más reducida que la de Forza Motorsport 4 y no porque no pudieran ponerlos, sino porque no se necesitaban. Lo mismo pasa en Forza 5, la selección de coches es menor pues ahora están mucho más escogidos y todos cuentan con un nivel de detalle espectacular, y mucho más superior de lo que estamos acostumbrados.
La cantidad de detalles que tienen los coches es suficiente para comprar el juego y nada más verlos una y otra vez. Es impactante ver todos los detalles con todas sus texturas. Le daremos mil vueltas a la cámara uno viendo cada filo y cada curva de ellos. Turn 10 tomó la inteligente filosofía de calidad antes que cantidad; sí, la lista no es tan amplia, pero lo que están están perfectos y ahora todos tienen Autovista, esa característica incluida en muy pocos de los coches de Forza 4, en los que podemos abrir puertas y cajuelas para ver todo el coche, hasta el más mínimo detalle, y todo esto con el coche aun sin estar en movimiento.
Pero otra vez, en Forza no todo es perfecto. Desde el inicio del juego ya hay muchos coches importantes que vienen en DLC, incluyendo el Ferrari, competidor directo del McLaren P1 (coche que es la cara de Forza en esta entrega).
El manejo de los coches es brutal. La diferencia entre cada uno de los coches se siente al manejar. Conducir los coches en Forza 5 es un placer y con la nueva adquisición de los triggers que vibran en el control del XboxOne tenemos una retroalimentación mucho mayor al manejar: sentimos cuando se bloquea el coche en la yema del dedo y cuándo nos estamos pasando de acelerador al salir de una curva. Todo esto ayuda muchísimo a que el jugador maneje mucho mejor. Con Forza 5 no hay mucho problema en no tener un volante, pues su trabajo con el control es fantástico y quizás el mejor en un juego de carreras.
Ya teniendo los coches, la otra parte importante del juego son las pistas. Otra vez la selección de pistas es menor a la de su antecesor y, en este caso, no estoy tan de acuerdo pues en los juegos pasados se tenía una excelente selección. Desaparecieron pistas increíbles, como la italiana Mullelo o la peligrosa Nurburgring; por el otro lado, las pistas que vienen en el juego están perfectas. Es aquí donde se ve el potencial del Xbox One, pues con excelentes trabajos de iluminación y texturas, las pistas le hacen toda la justicia a los coches que están en ella, y éstas son las que hacen la experiencia.
Es difícil explicar lo que es la bajada entre las eses de Mount Panorama, con un auto potente y el sol pegando en tu parabrisas, restando visibilidad pero aumentando la belleza de las carreras y la sensación de estar ahí; o la imponente Yas Marina en Abu Dhabi, con toda su impresionante arquitectura. Ahora las pistas ya tienen muchas más texturas, y éstas se sienten al manejar: cuando pasamos sobre el pasto o un borde, sentimos qué parte del coche está pasando por encima. Quizá no son cosas tan notables, pero ahí están y son muy importantes para ver lo complejo y completo que es el juego.
El coche y las pistas son inservibles sin el piloto y Turn10 lo sabe. La mayoría del juego se enfoca en que estemos avanzando personalmente, que seamos mejores y más finos, que aprendamos cada una de la pistas y entendamos los comportamientos del vehículo y, sobre todo, que tengamos una experiencia inolvidable y esto no sólo nos ayuda a nosotros a mejorar.
Como ya sabemos, el Xbox One está muy enfocado en lo que se puede lograr en línea, por esto, en Forza 5 entra el sistema Drivatar. Con éste, el juego “aprende” a manejar como nosotros y, cada vez que manejamos, toma más información. Todo esto es subido a la nube y hace que desaparezcan los jugadores manejados por la inteligencia artificial y sean sustituidos por el Drivatar de alguien en el mundo. Así, todo el tiempo, estamos compitiendo contra alguien de otro lugar. Al igual que con la inteligencia artificial, el juego te deja elegir entre diferentes niveles de Drivatar y subir la dificultad del juego. Será interesante enterarnos de que nuestro Drivatar está en el nivel más difícil. Algo malo de todo esto es que el sistema Drivatar es algo muy nuevo y aún está en pruebas, por lo que constantemente comete errores muy tontos, como que los rivales se pasan la frenada por muchísimo, o que son demasiado agresivos. Esperemos que todo esto se arregle con el tiempo, pues es muy molesto.
También tenemos juego online, como ya lo conocemos, y Forza 5 hace esto muy bien desde los juegos anteriores. Los servidores son estables y los juegos por ranking son muy acertados.
En Forza Motorsport 5 todo esta en su lugar: las gráficas son tremendas, las físicas, complejas para el juego y fáciles para el jugador; el manejo de los coches es extraordinario y, como juego, nos mantendrá entretenidos un buen rato. Todo lo que se esperaba del juego ahí está; sin embargo, no se sale de la caja ni busca más cosas nuevas, yendo siempre a la segura.
Forza es un gran simulador y un buen juego de carreras. La nueva generación de consolas le viene de maravilla a los juegos de este tipo, pero teniendo una plataforma tan potente se espera que el juego dé ese paso más adelante, pues buenas gráficas todos pueden tener. Para los amantes de los autos y las carreras este juego es una obra de arte, pero, para el jugador que sólo busca un juego de carreras entretenido, quizás llegue a quedarse un poco corto.