Buen refugio, nada nuclear.

Cuando presencié el anuncio de Fallout Shelter durante la conferencia de Bethesda en el pasado E3 2015, rápidamente mi mente sufrió de una explosión nuclear, en la cual me imaginaba proporcionándole información al Enclave sobre los experimentos sociales realizados en las decenas de variedades de Refugios que podía crear. Desafortunadamente, el título no profundiza tanto en el universo narrativo de Fallout, y en vez de eso entrega una experiencia de simulación donde debemos simplemente administrar recursos. Aún así, logra demostrar que se puede diseñar un videojuego free-to-play para móviles sin invadir al usuario con barreras de pago ni enormes tiempos de espera para que las cosas sucedan.

Un Supervisor benevolente… para variar.

En Fallout Shelter tomamos el papel de un Supervisor, mismo que se encarga de administrar la vida de los moradores del homónimo refugio nuclear. Comenzamos nuestra partida dándole una identidad a dichas instalaciones nombrándolo con una combinación de tres números. A partir de ese momento, un tutorial de tan sólo un par de minutos nos pondrá sobre las vías para construir habitaciones, designar moradores a sus espacios de trabajo y equiparlos con vestimentas y armas para que se defiendan de cualquier eventualidad.

Los objetivos del juego son mantener a nuestros moradores con vida, extender nuestro territorio bajo tierra y básicamente crear una sociedad próspera y auto sustentable con suficiente agua potable, electricidad y comida. Estos últimos tres recursos son indispensables para que las cosas marchen bien, y durante las primeras horas de juego tenemos que hacer maravillas para conservar un balance y que no escasee ninguno.

No suministrar suficiente agua potable a través de plantas tratadoras aumenta el riesgo de radiación, la falta de electricidad disminuye el estado de ánimo de los moradores y la escasez de comida pues… los mata de hambre. Cada morador tiene una variedad de atributos y habilidades basados en el clásico S.P.E.C.I.A.L. de la franquicia. Algunos tienen más Fuerza (Strength), lo que los hará más aptos para trabajar en plantas de energía nuclear, mientras que otros son más carismáticos (Charisma) y con una mayor facilidad para atraer a otros moradores que habiten el yermo a través de la estación de radio.

A través del aumento de la población al atraer nuevos moradores del yermo o reproducir a los que ya habitan el refugio poniéndolos juntos en una recámara es que iremos desbloqueando más tipos de habitaciones. Éstas podrán ser combinadas para dar mejores resultados en su producción y para asignar a más moradores a trabajar en ellas. Al tratarse de instalaciones subterráneas, el límite no es el cielo, y tendremos un tope a la hora de expandir nuestra población.

Enseñándole una lección al modelo free-to-play

Todd Howard lo dijo: Fallout Shelter es un título free-to-play en toda la extensión de la palabra. Bethesda Game Studios logró crear una experiencia para móviles que se siente hasta rara por no tener barreras que nos obliguen a esperar una determinada cantidad de tiempo para progresar, o simplemente a desembolsar dinero real para obtener mejoras casi indispensables.

El juego utiliza una dimensión temporal y de riesgo que nos pone a pensar antes de decidir qué acción queremos tomar. La construcción de cuartos es instantánea, por lo que  el aumento gradual de tiempos de espera para ver si nuestra progresión va por buen camino no es una problemática.

Tan honesto, que incluso una compra realizada con dinero real no es garantía de victoria.

Los tiempos de espera para que cada habitación provea su dotación de recursos son de apenas unos minutos. Si no deseamos esperar, es posible apresurar a nuestros moradores a trabajar más rápido con el riesgo de sufrir una catástrofe como un incendio o la invasión de las emblemáticas Mutarachas.

Por supuesto que existen las micro transacciones, pero por primera vez en mi experiencia con títulos free-to-play, jamás se volvieron intrusivas ni requeridas para progresar satisfactoriamente. Es más, Fallout Shelter es tan benévolo y honesto en cuestión de pagos, que incluso una compra realizada con dinero real no es garantía de victoria.

Con dinero real podemos comprar loncheras, mismas que en su interior contienen una selección de tarjetas que nos ofrecen dinero, armas, ropa o incluso moradores especiales cuyas habilidades son relativamente mejores a las poseen los habitantes en el comienzo de nuestra aventura.

Las únicas veces en las que consideré invertir dinero real en el juego fue cuando uno de mis moradores murió al explorar el árido yermo al exterior del refugio. Por determinada cantidad de dinero, el título te permite revivir a cualquier habitante, y al ser en mi caso un morador con habilidades especiales dudé mucho antes de dejarlo ir para siempre. La segunda ocasión ocurrió al ver la dificultad con la que se podían obtener loncheras ya avanzado en  el juego. Al principio, básicamente al completar cualquiera de los objetivos más fáciles nos hace acreedores a uno de estos preciados tesoros, y mientras progresamos se va volviendo más complicado hacernos de uno.

Extremadamente conciso.

Todos los elementos del título funcionan a la perfección, logrando crear una atmósfera altamente controlada donde es evidente el nivel de dificultad y los objetivos de crecer a corto, mediano y largo plazo. Desafortunadamente, el título funciona de manera tan concisa que sólo lo hace por unas horas. Una vez que logramos encontrar el balance entre la producción de recursos y la expansión de nuestra pequeña sociedad, Fallout Shelter se vuelve prácticamente automático, y ni los retos para obtener dinero o paquetes de tarjetas especiales lo pondrán más interesante.

La falta de la personalización o decoración de los cuartos se vuelve uno más de los factores que hacen del título monótono. Si bien podemos vestir y armar a nuestros moradores, pierde el sentido una vez que tenemos la producción de recursos bajo control.

Siendo un gran fanático de la serie, me decepcioné al ver la falta de narrativa o de más elementos que ligaran a este spin-off de la franquicia con el extenso universo que expande Bethesda Game Studios en cada juego. Fallout Shelter cuenta con buenos efectos de sonido pero nada de música que le brinde una atmósfera más inmersiva a nuestra experiencia.

Por supuesto que existen guiños que satisfarán a cualquier entusiasta de esta propiedad intelectual. La variedad de armas y vestimentas nos recuerdan a cualquier experiencia pasada con la serie, además de que el legendario Vault Boy nos acompaña en todo momento para darnos tips. Finalmente, la inclusión de elementos que hacen alusión a Fallout 4 (como el morador Preston Garvey y su Laser Musket) es indiscutiblemente algo que nos mantendrá enganchados al título, aunque no sé con certeza por cuanto tiempo.

Bueno, bonito y gratis.

Fallout Shelter es un fantástico diorama interactivo y lleno de guiños a la franquicia que hará sonreír a cualquier fanático, mientras que al mismo tiempo ofrece una experiencia agradable para alguien que jamás haya escuchado el nombre de la serie.

Lamentablemente, Fallout Shelter se queda como una experiencia extremadamente corta y sin oportunidades de crecer una vez que superamos la barrera del primer par de horas. Tener todo bajo control es sumamente fácil, y sinceramente, me quedé con las ganas de comunicarme con el Enclave y experimentar cruelmente con mis inocentes moradores.