Driveclub fue un fracaso comercial para PlayStation, su concepto nunca fue entendido con claridad por la comunicación, se retrasó muchísimo un lanzamiento que estaba previsto para estar listo a la par de la llegada de PS4, tuvo fuertes problemas iniciales de conexión a internet y al final todas sus características en línea ni siquiera fueron tan relevantes como lo esperaban sus creadores. Si sumamos a lo anterior que el juego llegó incompleto en el sentido de que actualizaciones como la del clima dinámico no estaba presente en el juego de forma inicial, nos quedamos con un título incompleto respecto a sus promesas que con toda razón fue bastante golpeado tanto por la crítica como por los jugadores, a tal grado que le costó la cabeza a Evolution Studios.

Cuando comenzaron los rumores sobre un visor de realidad virtual de Sony nos hacía todo el sentido que se rumoraba que Evolution Studios fueron de los primeros en probar esta tecnología, pues al ver lo bien detallada que está la vista en primera persona del vehículo y los detalles de las cabinas, realmente nos hacía pensar que pudiéramos jugar en realidad virtual.

El último producto del extinto estudio británico de PlayStation es precisamente la versión de realidad virtual de su juego, mismo que tiene una gran cantidad de contenidos similares pero con la compatibilidad con el visor, entendemos que no sea sólo un parche del juego que ya está en el mercado pues hay cambios evidentes en varias áreas del mismo, desafortunadamente muchos no son para bien. Aquí en esta reseña les contaremos qué tal es jugar Driveclub con realidad virtual.

Sentir la velocidad

Desde el año pasado en PlayStation Experience tuve la oportunidad de probar la versión de realidad virtual de Driveclub, y la verdad es que fue de lo que más me impresionó en aquel entonces con el visor de Sony, sobre todo porque era una cabina con asiento cómodo y volante, elementos que combinados con el PS VR realmente engañaron por completo a mi mente y me dieron la sensación más realista de manejar a toda velocidad sin estar haciéndolo en realidad.

Ahora que he probado la versión comercial de Driveclub VR, con todo y que no tenía el asiento adecuado o el volante, la sensación siguió siendo realmente sorprendente y sumamente disfrutable, lo que me deja pensando en que los juegos de carreras en realidad virtual tienen un inmenso potencial, es un género que le queda justo como un guante a este tipo de tecnologías.

Algo que me gustó mucho de jugar en realidad virtual es que la interfaz del juego está discretamente disfrazada en una pequeña pantalla junto al tablero dentro de la cabina (como un GPS), de manera que nada te saca de tu inmersión pero tienes la comodidad de un videojuego que te muestra tu posición y la de tus rivales en el mapa, tus tiempos de vuelta, los retos que te falta completar y todo lo demás que tiene que ver con lo que anteriormente veíamos alrededor de la pantalla. Algo también increíble de jugar en realidad virtual, aunque no tengas el volante para la experiencia completa, es el tener completa utilidad de los espejos retrovisores, de manera que además de tener la opción de poder de cambiar la cámara a la parte trasera de tu coche para ver lo que sucede como en cualquier juego de carreras, ahora de manera muy natural puedes mirar tus tres espejos retrovisores desde la cabina para ver qué es lo que sucede.

Finalmente me parece que otro de los elementos que realmente contribuyen a la mejor experiencia en el caso concreto de Driveclub VR es su iluminación; quedar deslumbrado al conducir frente al sol como pasa en la vida real, o ver cómo entran los rayos del sol y se reflejan sobre el tablero al atardecer con las sombras de lo que hay junto a la pista es quizá la cereza del pastel de una experiencia completamente inmersiva que realmente te transporta a pistas alrededor del mundo.

Al igual que la mayoría de los juegos con bastante movimiento, podría causar vértigo y mareo a los jugadores novatos en realidad virtual, pero la verdad es que al no requerir que muevas tanto tu cabeza por estar concentrado en la pista, el proceso de adaptación es bastante cómodo.

El costo de la realidad virtual

Como les habíamos comentado en nuestra reseña del PlayStation VR, según representantes de la marca la unidad de procesamiento adicional del visor apoya el audio tridimensional más que apoyar al juego que sigue corriendo casi en su totalidad en el PS4 tal y como lo conocemos. Lo anterior supone que hay un downgrade respecto a lo bien que se veía el juego en su versión original, pues los recursos adicionales que se utilizan para correr en realidad virtual implican un retroceso visual bastante notable.

Desafortunadamente Driveclub VR es de los juegos que me parece se ven más mal en el dispositivo de realidad virtual de Sony con todo y que conserve el gran modelado de vehículos, la increíble iluminación y otro par de detalles implícitos en el juego; la resolución ha bajado bastante, mismo caso con las texturas cuyos errores son más evidentes al verlas tan de cerca y la pérdida de una gran cantidad de efectos especiales como los reflejos en el agua que nos dejan ante cuerpos acuáticos que parecieran haber salido de un PS2.

Desafortunadamente todo el downgrade visual nos lleva a dudar de realmente recomendar el juego en esta versión con todo y que se sienta tan bien jugar un título de carreras en este formato.

Algo que sí mejoró es que el juego adecuó su forma de manejar para esta versión, de manera que ahora funciona en un formato mucho más arcade que se adapta muy bien a la experiencia y nos recuerda el gran trabajo que hacía Evolution con series como Motorstorm. Los ajustes al manejo no rompen la experiencia, simplemente la hacen más adecuada al formato y eso es algo que sí podemos agradecer.

Comentarios finales

Con todo y lo que hemos mencionado en la reseña del lado negativo para Driveclub VR, eso no le quita que es un juego completo con decenas de coches y también pistas y festivales para semanas de juego, eso definitivamente le da puntos a favor al ser de los juegos de lanzamiento de PS VR que trascienden de ser una mera demostración y podemos decir que son productos completos.

Me da mucha curiosidad cómo funcionarán futuros juegos de carreras para la plataforma, aunque Driveclub VR se siente poco pulido en temas como sus menús e interfaces –quizá por la disolución de su estudio desarrollador– será interesante lo que veamos del género pensado en específico para el visor.

Prúebenlo, pero definitivamente si les llegara a molestar su downgrade quizá no sea la mejor manera de jugar Driveclub.

Checa nuestra reseña original de Driveclub dando click en el póster.