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Cuando creía que Crimson Peak sería la película de terror perfecta para finalizar octubre y tener ese miedo constante que te persigue en las madrugadas, me di cuenta que no fue así, fue algo mucho mejor, una historia que va más allá del espanto.
¿Escalofriante? Quizá, muy probable, pero no desde la perspectiva que se tiene del cine de terror, es algo más poético y no me queda duda de que Edgar Allan Poe le daría el visto bueno a Guillermo del Toro si pudiera admirar la película.
El director mexicano rubricó con su característico estilo los 119 minutos que disfrutamos en la sala sentados, pero una historia diferente a la que nos tiene acostumbrados, afortunadamente Memo es garantía.
Quizá este Halloween careció mucho de películas de horror, alguna que pudiera ser promesa por las fechas y esto se debe a que (por lo menos aquí en México) se estrenaron durante el resto del año y sin llegar a la buena época.
La película había generado cierta expectativa días antes de su salida ya que las comparaciones con otros trabajos de Del Toro era latente. ¿Sería igual que Mama, Pan’s Labyrinth o El Orfanato? al menos es innegable la presencia de un gran elenco que nos sorprende a cada minuto.
Guillermo del Toro y Matthew Robbins escribieron en su totalidad el guión del filme y lograron venderle a Universal la idea. El mismo mexicano describe a su obra como “una historia de fantasmas y romance gótico”. Cada escena está curada a la perfección para hacernos partícipes de esta historia de amor contemporáneo pero situada a principios del siglo XX.
Empecemos a abordar la película para que decidas si deseas verla antes de que la quiten de cartelera. No tocaré spoilers de la película a menos que lo hayamos visto en los tráiler.
La película se sitúa en el año de 1901 en los Estados Unidos, Edith Cushing (Mia Wasikowska) es una escritora amateur que busca el reconocimiento de su trabajo, pero por su género femenino es discriminada por más literatos que apoyan el concepto clásico. Mientras sucede todo esto, llega a la ciudad Sir Thomas Sharpe, baronet (Tom Hiddleston), un hombre de negocios que busca fondos para sustentar una máquina de invención propia que extrae arcilla del interior de sus terrenos en Inglaterra; para reunir ese dinero se reúne con el padre de Edith, Carter Cushing (Jim Beaver) para que él sea quien aporte ese dinero. Sin embargo una serie de hechos se fusionan para que Edith contraiga nupcias con el señor Sharpe y se vayan a vivir a Cumberland, Inglaterra con la hermana de Thomas, Lucille Sharpe (Jessica Chastain). El señor Cushing y el enamorado secreto de Edith, el Dr. Alan McMichael (Charlie Hunnam) sospechan que algo no anda bien, pero deben de investigar qué es.
Tras su mudanza, Edith comenzará a notar cambios extraños en la mansión donde viven y tendrá que lidiar con la personalidad de su esposo, su hermana y los seres que habitan la Cumbre Escarlata.
En lo personal, sí creo en los fantasmas y he tenido la experiencia de sentir lo inexplicable en propia casa, no dejo conclusiones que pasen de la hipótesis pero en ocasiones es soñador el imaginar que por algo pasan esas situaciones y darle significado. En la película Edith es una chica con una gran sensibilidad para estos eventos paranormales sólo que llevado a otro nivel, un espectro corpóreo la visita en su infancia y le advierte acerca de la Cumbre Escarlata; no da detalles, no explica formas ni maneras y puede ser entendido como mensajes vacíos, atemporales y a la nada, pero los fantasmas siguen ahí.
Por lo que he visto a Guillermo lo gusta tocar el tema de los fantasmas y la filosofía que hay alrededor de ellos y de la muerte – no por nada nos mostró un avance de lo que pudo haber sido Silent Hills con P.T. y la famosa tía que nos generó pesadillas –, un terror muy mexicano y muy a la Guillermo del Toro. Se dice que los fantasmas se quedan en este plano terrenal porque dejaron asuntos pendientes, amores no resueltos, venganzas, odio, incertidumbres; quizá sensaciones que quedan impresas en el alma en forma de energía. Esta película nos muestra esa parte de los no vivos pero con un giro perturbadoramente disfrutable e interesante.
Si creías que Crimson Peak sería una película de terror en donde te asustas por tanta maldad de algún demonio o fantasmas asesinos les tengo la noticia de que no es así. Crimson Peak es una historia de amor… con fantasmas. Un amor torcido, pirado, insano, pero intenso y romántico; yo vi a unos actores muy centrados en su papel y les creí todo lo que interpretaban. Para poder contar una historia de amor debes de haberlo vivido, es una de las ideas principales que pudimos observar en la cinta, y todo indica a que Edith y Thomas podrían escribir de esto en un futuro.
Un drama lleno de suspenso es lo que verán mientras transcurren los minutos y los personajes evolucionen hasta llevar al límite su cordura, en donde los corazones rotos se siguen alimentando entre sí. Una trama firme que se pasea frente a nosotros sin llegar a ser pesada ni lenta, justo dura lo que tiene que durar.
Tengo que felicitar al director de arte Brandt Gordon que bien podría estar nominado para ganar un Oscar y de entre todo su trabajo este podría ser el mejor. Una arquitectura neogótica parecida a las del siglo XVI llena de detalles, colores fríos y opacos que contrastan con la arcilla líquida que simula un infinito sangrado de paredes, como si la casa estuviera viva; diseño de interiores precisos de principio de siglo y de varias generaciones atrás. También el entorno nos muestra lo descuidado y tétrico de la casa y cómo la mantienen sus actuales dueños. Otro contraste que observamos es el de las mariposas de Estados Unidos, coloridas pero con malos presagios ya que mueren poco a poco; y las mariposas negras inglesas que habitan la casa como si se tratase de una plaga. Cada escena con estos insectos sí fue realizada a computadora y están cuidadas para revolverte el estómago mientras el discurso continúa.
Los personajes femeninos yéndose al extremo, Edith con indumentaria blanca y pura, colores pastel; mientras que Lucille porta vestidos oscuros, negros o rojos intensos. Thomas siempre sobrio y muy neutral. Una terna elegante.
También los espectros son una cosa increíble, el poder ver a detalle y con tanta variedad a estos amigos realmente emociona, todo gracias al equipo de maquillaje ya que no se trata de CGI, sino de actores que fueron caracterizados de manera sorprendente y que actúan muy bien en cada escena que se les requiere. Si bien eso es lo único tétrico de la película, si eres de los que no tienen un umbral alto del miedo puede que sientas escalofríos al ver a los muertos; aún así todos los que aparecen de principio a fin son una belleza y están incluidos en los momentos justos para generar tensión en el ambiente. Aunque sí, sigue clichés de terror para provocar saltos en tu butaca, pero aunque los esperes es probable que saltes por lo menos en una ocasión.
La Cumbre Escarlata, la locación desolada con un árbol muerto y solitario. La mansión rodeada de arcilla y los inicios de las nevadas nos deleitan con una exquisita postal, una combinación de colores bastante llamativa que no podremos dejar de observar.
Vaya, parece que estamos frente a uno de los mejores filmes de Guillermo del Toro y yo esperaría que pelee por algún galardón en los premios Oscar o en los Globos de Oro, con una narrativa dramática, de suspenso, algo de terror y detectivesca, crea un entorno de total atención y empatía a cada uno de los personajes… incluyendo la casa, que resulta ser muy poética.
Las actuaciones son buenas, le doy un reconocimiento a Brun Gorman que interpreta a un investigador llamado Holly como papel secundario, pero lo poco que aparece en la película lo hace a la perfección. Hiddleston no se amarra en el personaje de Loki, no podemos decir que estamos viendo al villano de Marvel, demuestra que es un actor versátil capaz de retirar cualquier estigma. Wasikowska también tiene un buen papel, desespera en ocasiones por la inocencia del personaje y la actriz vaya que tiene talento para disparar las lágrimas.
Con un papel destacado meto mis manos al fuego por Jessica Chastain, que interpreta de manera fenomenal a Lucille, todas las expresiones, lenguaje no verbal, muecas, gestos, tono de voz y su capacidad de mostrar tantas emociones y sentimientos en lo que dura la película la hacen una actriz completísima. A ella la llegamos a ver en The Martian e Interstellar últimamente, pero al parecer Del Toro le exprimió bien su talento.
La música hecha por Fernando Velázquez ayudado por Chopin y Beethoven nos provoca más que un ambiental, un sentimiento para acompañar la película. Con sólo decirles que los créditos se me hicieron melancólicos por sus bellas melodías (e imágenes piradas) y ya lo pueden encontrar en Spotify por si quieren darse su “taco de oído”.
Guillermo del Toro, a mi parecer, hizo una película muy bella y bonita, una historia de amor tan espeluznante y romántica a la vez que me dejó pensativo un buen rato. ¿Arte? Sí, con una dinámica parecida a Pan’s Labyrinth nos deja perplejos. Personalmente la disfruté, la vi dos veces y quedé literalmente sin habla al terminar de verla. Chulada y la recomiendo.
Ahhh, sí, se me olvidaba, tiene algunas escenas gore que igualmente disfrutas por que no son atascadas. Sólo me queda decirles que disfruten de la película. Los dejo con el tráiler.