Dragon Ball Super volvió a sorprendernos esta semana, pero no tanto por su historia, sino por la apuesta con la cual presentó este capítulo. Y es que si bien éste no fue para nada malo, sí contó con varios detalles que lo hicieron resaltar, sobre todo si se compara con lo que vimos en los últimos dos episodios. ¿Quieres saber a qué nos referimos? Averígualo en nuestro resumen.
En comparación a resúmenes previos, a partir de ahora se abordará información totalmente nueva que, probablemente, no has visto hasta ahora y que podría arruinarte la trama. Si no has visto nada nuevo de Dragon Ball después de la película de La resurrección de Freezer, entonces te advertimos que procedas con cautela.
¡Vaya contraste con el capítulo de esta semana! Mientras que en las últimas dos semanas la serie nos mostró un par de episodios cargados de argumentos, en esta ocasión la serie se fue a un extremo tal que no sólo se limitó a ofrecernos una sola idea central, sino hasta un resumen de varios de los momentos más importantes y trascendentes que han sucedido hasta ahora en la serie.
La idea central del episodio fue muy simple. En ésta ocasión y con el tiempo a cuestas, Gokú y Vegeta comenzaron a buscar a los integrantes restantes para conformar al equipo que representaría a la séptima dimensión frente a los guerreros de Champa. Al ser ellos dos de los cinco miembros requeridos y tras saber que Bills contemplaba incluir a un misterioso peleador llamado Monaka como uno de los participantes, nuestros héroes comenzaron a debatir sobre los dos huecos restantes y los guerreros que podrían llenar su lugar. Aunque ambos manejaron varios nombres, al final decidieron concentrarse en tres opciones: Majin Buu, Picoro y Gohan. Con ellos en mente, partieron en su búsqueda para plantearles la situación y ofrecerles la opción de participar en el torneo.
De sus candidatos Majin Buu y Picoro terminaron por aceptar sin mucho dialogo de por medio. Sin embargo y en el caso de Gohan, éste decidió rechazar la propuesta con todo y pese a su enorme deseo de participar en el torneo. Aunque consideró que combatir frente a guerreros de otra dimensión podría permitirle retomar sus fuerzas perdidas durante los últimos años, el poco tiempo que tenía para prepararse le resultó insuficiente, lo cual lo orilló a declinar la invitación.
Una vez decididos a los integrantes del equipo, los saiyajines decidieron aprovechar los pocos días previos al torneo para entrenar dentro de la habitación del tiempo. Por su parte Bulma, quien concluyó de construir el nuevo radar del dragón, se disponía a viajar junto a Jako y Tights hacia el universo para ir en búsqueda de la séptima súper esfera del dragón.
Mientras esto ocurría pudimos observar como Bills y Wiss iniciaron una breve discusión sobre Gokú. Por medio de una remembranza de varios de los capítulos previos, el dios y su asistente recordaron todos esos momentos que han vivido junto al saiyajin, mismos que han conseguido despertar más que un sumo interés por su persona, tanto como guerrero como ser vivo. ¿Qué es lo que hace tan especial a nuestro héroe que hasta dos seres tan místicos como ellos sienten una enorme curiosidad por él?
Es así como termina un capítulo más de Dragon Ball Super, uno que como bien dijimos prefirió bajar un tanto el ritmo de su narrativa y mostró menos ideas en pantalla de las que vimos en los últimos episodios. Junto a ello este se destacó por el hecho de contar con un par de flashbacks, los cuales a la postre terminaron por ocupar buena parte del episodio.
Resulta interesante ver el cambio tan repentino que Toei realizó del episodio anterior a éste. Como dije en las últimas ocasiones, me parecía un tanto extraño observar cómo el estudio decidió apresurar las cosas en los episodios previos ya que parecía como si quisiera pasar rápidamente a algún momento clave de la historia. Si bien no me desagradó esto, sentía como si la productora hubiese desaprovechado en gran medida todas las ideas expuestas en ellos puesto que, fácilmente, varias de ellas les habrían servido para hacer más episodios que le permitiesen darle tiempo al manga.
Con el episodio de esta semana, parecería como si Toei hubiese reflexionado sobre ello y optado por corregir la forma en cómo abordaba su propia serie. En verdad se agradeció esa desaceleración aunque sorprende que haya sido de manera un tanto abrupta.
Respecto a los flashbacks, en un inicio sentí que estos fueron incluidos de una forma un tanto forzada, como si los animadores no hubiesen sabido qué poner con tanto tiempo de sobra con tal de no apresurar la trama. Sin embargo y una vez concluido el episodio, pude percatarme de que esto no fue del todo cierto.
Si bien es verdad que éstas sirvieron como una breve recapitulación de los sucesos más importantes que influirán en esta saga, también fueron aprovechados para relacionarlos con más ideas, provocar nuevas incógnitas y hasta desatar algunas sorpresas. Gracias a dichas secuencias que estamos seguros muchos considerarán como mero relleno, pudimos corroborar que Majin Buu es un digno elemento para el equipo de los guerreros Z, que el interés de Bills por participar en el torneo tiene una intención más profunda que la de ganarle a su hermano y hasta nos enteramos que nuestros héroes ya están al tanto de la reencarnación del Buu maligno en la Tierra. ¡Ni tan desaprovechadas esas secuencias!
Por otro lado y su hubo algo que no pasó desapercibido fue la animación. De nueva cuenta ésta decayó en su calidad pero no de manera tan drástica. Ésta no fue pésima ni mucho menos, pero fue evidente en más de una ocasión que hubo secuencias e ilustraciones de dudosa calidad que hacen que volvamos a poner nuestra atención en Toei. ¿Por qué si en los dos episodios anteriores la animación fue buena, en este capítulo se perdió esa atención al detalle?
Es así como llegamos a la conclusión de este resumen semanal de Dragon Ball Super. ¿Qué les pareció? ¿Les agrado ver que bajaran el ritmo de la narrativa? ¿Creen que esas secuencias de recapitulación estuvieron de más? ¿Notaron más imperfecciones en las animaciones? Compártanos sus impresiones en la sección de comentarios.
¡Nos vemos la próxima semana dragonboleros!
