Ahora sí, Dragon Ball Super ya está entrando de lleno a su segundo arco argumental. Luego de contar con algunos episodios totalmente nuevos y en los cuales se plantearon aspectos que complementarán a la trama de los capítulos venideros, la nueva serie los guerreros Z al fin ya demuestra las primeras secuencias de lo que será su segunda saga, mismas que vimos al inicio de la última película de DBZ, La resurrección de Freezer.
El capítulo de esta semana inicia con el arribo de Wiss y Gokú al planeta donde habitan Bills, su asistente y el pez oráculo. A su llegada se encuentran con Vegeta quien no demuestra sorpresa alguna tras ver que su rival ha venido a alcanzarlo; desde su salida siempre supo que en algún momento Kakarotto haría lo posible por llegar a donde él estaba.
Tras una breve reencuentro y luego de percibir que el príncipe de los saiyajin ha aumentado de manera considerable su ki, Vegeta guía Gokú hacia el inmenso salón donde duerme Bills, lugar donde llevará a cabo su primera tarea como nuevo discípulo de Wiss. Al llegar el orgulloso guerrero le explica que deben de cambiar las sábanas donde duerme el dios de la destrucción, todo ello al tiempo que intentan evitar despertarlo. Sin embargo y aunque nuestro héroe piensa que será una tarea sencilla, pronto se percatará de que ésta es una labor tan complicada que, incluso, podría terminar por matarlos.
Las horas pasaron y se presentaron momentos de tensión pero, al cabo de algún tiempo (y de algunas secuencias cómicas), los dos discípulos lograron cambiar las sábanas. Al acabar Gokú le pregunta a Vegeta si esto es lo que ha estado haciendo durante los últimos meses como parte de su entrenamiento, cuestión a la cual éste responde de manera tajante y directa: para poder comenzar con el verdadero entrenamiento primero deberán de ayudar con todas las tareas del hogar (o mejor dicho, planeta); lo que acaban de hacer es tan sólo parte de las labores diarias, mismas a las cuales deberá de irse acostumbrando a hacer.
Obviamente a Gokú no le termina gustando esta idea, pero al final termina por verla como algo que bien podría servirle de calentamiento – y para rivalizar con Vegeta, dicho sea de paso-. Dejando esto en claro, los dos saiyajin empiezan a apresurarse para así dar pie a lo bueno, sin imaginarse lo que les esperará.
Una vez acabado con las tareas, nuestros héroes dan inicio a su entrenamiento. En esta ocasión Wiss les pide que den una vuelta a todo el planeta mientras sostienen un cubo de roca inmensamente pesado con sus muñecas, todo ello al tiempo que evitan caer al vacío mientras el piso detrás de ellos va desapareciendo. Como si esto no bastará, también deben de estar atentos puesto que, mientras realizan esto, en cualquier momento serán teletransportados a donde se encuentra Bills para que así, con pesas en brazos, intenten resistir a un ataque del dios que pareciera no controla sus poderes mientras duerme.
El primer día de entrenamiento de Gokú concluye así, yéndose a la cama tras terminar con una rutina sumamente exhaustiva pero emocionante. Por su parte Vegeta, sabiendo que no puede permitir que Kakarotto lo alcance, decide entrenar un poco más antes de dormir.
Al día siguiente Wiss les explica a sus discípulos que el entrenamiento de ahora consistirá en un enfrentamiento de los dos contra él, algo que sorprende a Vegeta dado que ésta se convierte en la primera ocasión que algo parecido sucede. Es precisamente en esta parte en donde vemos aparecer una de las primeras secuencias populares de La resurrección de Freezer, la misma en donde el misterioso asistente les explica de la importancia de hacer que cada una de sus partes del cuerpo actúen por juicio propio y no a través de sus cinco sentidos… y en donde termina pisando popo rosada.
Mientras esto sucede vemos aparecer a dos bandos que jugarán un rol importante en los episodios venideros. Por un lado se encuentran Sorbet y lo que resta de la armada de Freezer, quienes se encuentran investigando las maneras para poder revivir a su poderoso líder. Aunado a ellos vemos aparecer (¡AL FIN!) al misterioso dúo conformado por Champa y su asistente Vados, los cuales nos demuestran su enorme poderío y parte de sus misteriosas intenciones.
Es así como termina un episodio más de Dragon Ball Super. Si son de aquellos que detestan al máximo los comúnmente conocidos como capítulos de relleno, entonces estamos seguros de que éste les habrá gustado mucho más que los de las últimos semanas. Y es que si bien la primera mitad de éste consistió en eso, durante la segunda parte fuimos recompensados con partes sumamente importantes y con gran trascendencia para la trama.
Como he venido comentando en estos posts desde que dimos inicio hace ya algunos meses, en verdad disfruto ver la manera en cómo Toriyama desarrolla a sus personajes, sobre todo en aquellas situaciones que por lo general distan de ser serias o se sitúan en momentos críticos y de acción; y este capítulo nos ofreció un poco de ambos extremos.
Me encantó ver cómo Vegeta ha dejado de lado su orgullo como príncipe saiyajin para así poder recibir las enseñanzas de Wiss, todo ello con la intención de poder hacerse más fuerte para así superar a su acérrimo rival. Así mismo me encanta ver que Gokú, pese a tener que hacer cosas que no le gustan como lo es limpiar o hacer el quehacer, se demuestra siempre optimista (y hasta inmaduro) con tal de ganar más experiencia y habilidades que le permitan ser el más fuerte de todos. Esto combinado con la interacción con su compañero, convierten a las secuencias donde aparecen ambos en todo un deleite para los fans, uno que no teníamos el gusto de tener desde que vimos a ambos hacer equipo para enfrentar a Majin Buu.
¡Y ni que decir de esa última parte del episodio! Ya en varias ocasiones he demostrado mi preocupación por no ver a Champa aparecer, más aún teniendo en cuenta que éste hizo su aparición prácticamente desde el inicio del nuevo manga de Dragon Ball. En verdad me emociona mucho el saber que dentro de las siguientes semanas (espero) por fin podríamos saber sobre las verdaderas intenciones de estos enigmáticos personajes así como de su posible influencia en lo que será esta saga, una de la que se rumora sufrirá de algunos cambios importantes.
¿Qué les pareció el episodio de esta semana chav@s? ¿Les emociona saber que dentro de poco podremos ver volver al temible Freezer así como del tratamiento que le darán a la nueva transformación del Super Saiyajin Azul? No duden en compartirnos sus opiniones en la sección de comentarios.
Nos vemos la próxima semana, dragonboleros.