En septiembre pasado, se desató un brote de Escherichia coli en varios establecimientos de este negocio en Estados Unidos, afectando a diez estados y resultando en la hospitalización de 49 personas por intoxicación alimentaria. Recientemente, se informó del fallecimiento de una persona mayor que estuvo expuesta al brote, aunque no se han divulgado más detalles sobre su identidad. La hamburguesa de cuarto de libra, común entre todos los afectados, ha sido retirada en los estados implicados, mientras que la compañía investiga si la fuente de la contaminación proviene de la carne o de las cebollas.
McDonald’s ha instado a los consumidores que presenten síntomas como diarrea, fiebre alta, dolor abdominal o vómitos a buscar atención médica inmediata. Pese a la gravedad del incidente, la cadena ha enfatizado que se trata de un caso aislado y que el riesgo de contaminación no se extiende a otros locales. Aun así, los expertos señalan que ciertos grupos, como personas con sistemas inmunitarios debilitados o de edad avanzada, son más vulnerables a las complicaciones graves de la infección, subrayando la necesidad de medidas de control en el manejo de alimentos.
La Escherichia coli, una bacteria normalmente inofensiva en los intestinos humanos, puede transmitir cepas peligrosas a través de alimentos y agua, causando cuadros de diarrea, vómitos y cólicos. En la mayoría de los casos, los síntomas duran una semana y se resuelven sin tratamiento; sin embargo, en personas con defensas comprometidas, el riesgo de complicaciones, como insuficiencia renal, es mayor. Los efectos pueden ser severos, como el síndrome urémico hemolítico, una afección que daña los riñones y afecta principalmente a niños infectados por la toxina Shiga.
El único deceso asociado al brote ocurrió en Colorado, uno de los estados más afectados junto con Nebraska. Entre los pacientes graves, destaca un niño que desarrolló síndrome urémico hemolítico, una condición potencialmente mortal que inflama los vasos sanguíneos más pequeños y puede dañar órganos esenciales.
Al final, la cadena de hamburguesas no fue culpable del todo, pues se desconocía el brote había afectado sus ingredientes.
Vía: SA