Las cosas van mal con la compañía encarga de la tecnología VR para Facebook. Se ha escuchado el rumor de que canceló uno de sus proyectos más importantes y ahora está vacante uno de los puestos clave de Facebook en este ámbito, lo que refuerza la credibilidad del rumor.
Parece que Brendan Iribe no soportó los cambios que se tomaron en el último mes y no es para menos. Imaginen que ustedes fundan una compañía que logra avances en la rama de realidad virtual, entonces en el 2014 llega un monstruo como Facebook y los compra por 2 mil millones de dólares pero te mantiene junto a parte de tu equipo para seguir trabajando para ellos. Entonces dos años después dejas tu puesto de directivo para trabajar en un proyecto que promete colocar a la compañía como una de las más importantes en dispositivos VR a nivel mundial pero que finalmente es cancelado (esto último no ha sido confirmado pero todo apunta a que es verdad). El resultado es que ahora ya no eres dueño, ni CEO ni líder de nada. Lo que queda es salir de la manera más digna y con la cuenta bancaria más llena posible.
Ese es el camino que tomó Iribe, pues el desde la semana pasada se escucha el rumor en todos los rincones de la industria tecnológica que el Rift 2 ya no está en los planes de Facebook y aunque seguramente tendrá algunos aces bajo la manga, como lo es el Oculus Quest y otros que confirmaron de inmediato a TechCruch en cuanto dieron a conocer la salida de Iride, parece que el fundador de Oculus ya no tenía un papel importante en ellos.
Así es como se despide Brendan Iribe.
“Muchas cosas han sucedido desde el día que fundamos Oculus, el 21 de julio de 2012. No podía imaginar todo lo que lograríamos y lo lejos que llegamos. Y ahora, luego de seis años, me retiro. Estoy profundamente orgulloso y agradecido por todo lo que hemos hecho juntos. Armamos uno de los más grandes equipos de investigación e ingeniería de la historia, desarrollamos el primer paso en la verdadera presencia virtual con Oculus Rift and Touch e inspiramos una nueva industria. Iniciamos una revolución que cambiará al mundo en formas que ni siquiera podemos visualizar”.
Fuente: TechCrunch