Según los medios, la consola contará con materiales más resistentes y duraderos en comparación con la predecesora, mejorando tanto su estructura como su diseño exterior. Entre los cambios más destacados se encuentra la eliminación de las texturas brillantes, propensas a los rayones que se dan con cual rose, en favor de un acabado mate más resistente y agradable al tacto.
Además, incorporará un chasis reforzado, posiblemente fabricado con una aleación de aluminio o magnesio, lo que aumentará su resistencia estructural y reducirá el riesgo de daños por flexión o impactos accidentales. Esta mejora refuerza la durabilidad del dispositivo, ofreciendo una experiencia más confiable para los jugadores.
Uno de los aspectos más criticados de la Switch original fue la fragilidad de los Joy-Con, especialmente el problema del drift, que causaba movimientos involuntarios en los controles. Con este nuevo modelo, se busca corregir estos inconvenientes, mejorando la calidad y precisión de los mandos. Por lo que se dice no habrán problemas, ni para los usuarios que sean early adopters del sistema.
Otro cambio significativo es el aumento en el tamaño de la pantalla, que crecerá hasta las 7.9 pulgadas y contará con tecnología de última generación. Este nuevo panel ofrecerá una mayor resistencia a rayones y golpes, mejorando la durabilidad en comparación con la pantalla de plástico del modelo original. Además, el soporte trasero ha sido rediseñado con un tamaño más amplio y una estructura más estable, facilitando su uso en modo sobremesa.
Al final se dice que la pantalla puede ser OLED, pero hay quienes apuntan más hacia el LCD por la cuestión de la batería. Hasta el 2 abril habrá más datos acerca de la consola, y posiblemente su fecha de lanzamiento.
Vía: NT
