El presidente de Nintendo, Shuntaro Furukawa, declaró ante los inversores que la principal prioridad de la compañía es el lanzamiento y la rápida adopción de la consola en el mercado global. Llegará el próximo 5 de junio y se espera que alcance los quince millones de unidades vendidas en su primer año, junto a cuarenta y cinco millones de juegos distribuidos.
Reconoció que el precio actual incorpora el impacto de los aranceles, especialmente los impuestos por Estados Unidos desde abril, y aseguró que, si estos factores cambian de forma significativa, Nintendo considerará realizar ajustes en el costo de venta del hardware. La empresa busca mantener su competitividad sin descuidar su rentabilidad, y contempla estas posibles modificaciones como una respuesta multifacética a los cambios del entorno económico.
En términos financieros, la compañía proyecta un aumento del 13,3 % en su beneficio operativo consolidado para el año fiscal que termina en marzo de 2026, alcanzando los 32 mil millones de euros. Aunque esta cifra está por debajo de lo estimado por analistas, se espera que las ventas consolidadas suban un 63,1 %, impulsadas por la salida de la nueva consola.
Nintendo incrementará el gasto en marketing para garantizar un lanzamiento exitoso y mejorar los márgenes de beneficio, apostando a que cada consola vendida impulse también la compra de múltiples títulos de software. Asimismo, se prevé un aumento en el dividendo anual para los accionistas, pasando de 120 a 129 millones de yenes por acción.
Nos queda un mes más para ver si vale la pena pagar tanto por el dispositivo.
Vía: NY